Prueba Audi e-tron GT: este deportivo eléctrico me ha dejado el 'corazón partío'

Prueba Audi e-tron GT. Soy consciente de que para gustos, los colores. Pero en ocasiones es inevitable dejarse llevar por el corazón y no por la razón. Y no solo me ocurre a mí, te lo aseguro. Es más, durante la prueba dinámica del primer deportivo eléctrico de Audi, un agente de Tráfico de la Guardia Civil que estaba controlando el acceso a una localidad con confinamiento perimetral y que me produjo de primeras un cierto movimiento telúrico en el estómago, me hizo estas dos preguntas: "¿A dónde se dirige? ¿Corre mucho esta preciosidad?"

Sí, el Audi e-tron GT me parece uno de los coches más atractivos de los últimos años, y su propio diseñador, Marc Lichte, como buen padre ya lo anunció en el momento del debut de este deportivo eléctrico: "Es el coche más bonito que he diseñado nunca".

Y eso que su primo el Porsche Taycan, con el que comparte mucho, ya me parecía un coche eléctrico bien bonito. Pero es que el Audi e-tron GT, lo mire por donde lo mire, me parece fascinante. No sé si es por su silueta musculada o porque es un sketch (boceto) hecho realidad, lo cierto es que de primeras el Audi e-tron GT me ha dejado prendado. Amor a primera vista... y a la segunda... y la tercera.

Pero vamos a ser profesionales, dejarnos de pensar con el corazón y hacerlo con la razón. El día está nublado, con un cielo de color gris panza de burro que vaticina descarga de agua, lo cual es un impedimento para sacarle todo el jugo a esta prueba del Audi e-tron GT. No nos precipitemos; partido a partido.

Sobre todo porque a mitad de ruta cambiaré de montura para ponerme a los mandos del Audi RS e-tron GT, el primer deportivo eléctrico desarrollado por Audi Sport y que gracias a sus 440 kW (598 CV) es el Audi más potente que se ha producido jamás. Ahí va eso...

Accedo al interior del e-tron GT y todo me gusta. Sobre todo que, independientemente del buen gusto que gastan los diseñadores de Audi, y cómo miman el cockpit orientado al conductor –como debe ser–, aplaudo que lejos de pasarse de frenada con sistemas de infotainment sin botones y todo táctico y háptico, los chicos de Ingolstadt han tenido a bien pensar en lo que los viejos rockeros demandamos. botones para ciertas funciones, como, por ejemplo, el sistema de climatización, los modos de conducción o incluso para manejar el sistema de audio. ¡Bien!

Con una autonomía en eléctrico de hasta 452 km en ciclo WLTP, inicio el recorrido –de unos 100 km– con 360 km en las baterías. Salgo en modo Comfort, lo más adecuado para los tramos urbanos, a no ser que tu obsesión sea ahorrar carga, y entonces mejor opta por Efficiency. Aunque con semejante aparato, menudo desperdicio, ¿no?

Salgo a carretera y rápidamente me hago al Audi e-tron GT, o él se hace a mí. Estoy tan fascinado de conducir este deportivo, que ni siquiera me he percatado de que no hay ruido, de que no se oye un V8 o un V12 bramando como telón de fondo, que es lo que se esperaría en un artefacto de estas características. Pero no. Digamos por intentar explicarlo de forma racional y con un paralelismo, es como cuando te falta un sentido y se compensa con otro. 

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Y desde luego que esto último, la compensación, se pone de manifiesto con aún más ahínco cuando le das un pisotón al acelerador tras haber cambiado a modo Dynamic y el e-tron GT sale disparado como un cohete, desplegando un par inmediato de 630 Nm que te pega al asiento como un superimán.

Efectivamente, las sensaciones dinámicas son tan alucinantes que te olvidas de que como banda sonora original solo te acompaña un pitido electrónico. ¡Pero da igual! Y más cuando llegan las curvas y las subidas en las carreteras de la sierra.

No es solo la fantástica suspensión neumática; es el sistema de cuatro ruedas motrices, la tracción quattro y el diferencial autoblocante que convierten al Audi e-tron GT en un aparato que convierte las curvas en rectas y a mí como conductor en un piloto, aunque no lo sea. Hace fácil lo difícil, mientras te dibuja una sonrisa en la cara, te revuelve todos los chacras del cuerpo y te provoca una descarga de endorfinas. En tres palabras: ¡es la bomba!

Al volante del Audi RS e-tron GT: de ¡'guau'! a ¡'guauuuuuuuuuuuuu'!

Y cuando mejor me lo estaba pasando, y dejando ojipláticos a todos al pasar, llega el turno de bajarme del e-tron GT y subirme al Audi RS e-tron GT. ¡Menudo sacrificio!

Qué puedo contar de la variante RS (de Realmente Suprema) del e-tron GT. Me faltan palabras y solo me sale: ¡Guauuuuuuuuuuu! Y es que eso es lo que grité cuando al bajar un puerto adelanté a otro e-tron GT y una furgoneta en un puerto de montaña sin apenas despeinarme. ¡Es una catapulta con ruedas! 

En resumen: llevo ya unos cuantos coches eléctricos probados y sinceramente desde el Porsche Taycan no pensaba que podría enamorarme de otro eléctrico. El Audi e-tron GT y, sobre todo, el Audi RS e-tron GT representan de una vez por todas es eslogan que Audi utilizó en la presentación de su primer coche eléctrico, el Audi e-tron: "Electric goes Audi" (la electromovilidad se hace Audi). Ahora sí que sí.

Ahora llega la dolorosa: el Audi e-tron GT cuesta 104.370 euros, mientras que el RS e-tron GT, 143.500 euros. Es un picazo en ambos casos, y no niego que no lo valgan. Pero a mí me parten el corazón, me quedo como Alejandro Sanz con el 'corazón partío', pues no puedo acceder a ellos. Y entro en barrena, porque ya sé lo que me estoy perdiendo...