La prohibición de la venta de coches de combustión en Europa a partir de 2035 ha acelerado la hoja de ruta de los fabricantes de coches, que ya han anunciado la fecha en la que tendrán una oferta formada únicamente por coches eléctricos. Hasta ese momento hay un periodo de transición que cada firma lleva de una manera: una ya tendrá todos sus modelos con versión eléctrica en 2024.

¿De cuál se trata? De Opel. La firma, parte de Stellantis, ya ha dado pasos en esa dirección y cuenta con varios automóviles que, además de gasolina o diésel, también están disponibles como cero emisiones. Antes de que termine el año que viene, será una condición que compartirán todos sus modelos.

Es algo que ya confirmó en junio el CEO de Opel, Florian Huettl: “Con el sucesor del Crossland haremos que la diversión de la conducción eléctrica esté disponible en toda nuestra gama de modelos, y daremos a nuestros clientes acceso a una movilidad libre de emisiones en cada uno de nuestros modelos”.

Entonces, ¿cuánto trabajo le queda a Opel para cumplir su promesa?

La marca alemana dio comienzo a su familia eléctrica con los Opel Corsa y Opel Mokka, que ya han tenido tiempo de renovarse y de ampliar su oferta con una variante de 156 CV de potencia que se ha añadido a la original de 136 CV.

Además, actualmente también están disponibles como eléctricas sus dos furgonetas, las Opel Combo, Opel Zafira, Opel Vivaro y Opel Movano; aunque no en todas sus variantes de carrocería, que en el caso de algún modelo son bastantes.

Este mismo año se ha presentado el Opel Astra en formato eléctrico, que ya incorpora directamente el motor de 156 CV, la batería de 54 kWh y homologa una autonomía de 418 km. Además, estará disponible tanto para la carrocería de cinco puertas como para la familiar.

¿Cuáles son los modelos que quedan por sumar una variante de estas características? El Opel Crossland, que a día de hoy ni siquiera tiene versiones electrificadas, y el Opel Grandland, que sí está disponible como coche híbrido enchufable.