Que en 2022 el número de víctimas mortales en carreteras convencionales haya aumentado hasta un 5% con respecto a 2019 ha hecho que asociaciones de automovilistas y moteros pidan a la DGT que revise la supresión del margen de 20 km/h para adelantar en carreteras secundarias.

Representantes de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes, STOP Accidentes, el RACE y la asociación Mutua Motera, entra otras, piden a la DGT que se replantee volver a permitir a los conductores superar en 20 km/h el margen de la vía para así reducir el tiempo necesario para llevar a cabo la maniobra.

Carreteras secundarias, las más peligrosas

El balance de siniestralidad 2022 presentado hace un par de días por el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, revela que el pasado año murieron en carretera 1.145 personas. Casi la mitad de los siniestros con víctimas mortales y/o heridos graves se registró en secundarias, siendo la salida de vía el tipo de accidente más frecuente.

Tanto es así, que el balance asegura que tres de cada cuatro accidentes de tráfico registrados en 2022 tuvo lugar en una carretera convencional, mientras que el restante fue en autovía o autopista. Esta es la razón por la que las autoescuelas han pedido a la DGT que imponga un mínimo de prácticas en carreteras secundarias como requisito para obtener el permiso de conducir.

Margen de 20 km/h para adelantar

Los datos mantienen la tendencia de años anteriores, cuando lo que se esperaba era una reducción después de que el pasado 21 de marzo, con la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, la DGT eliminara la posibilidad de superar en 20 km/h el límite de velocidad para adelantar en carreteras secundarias.

La medida fue muy polémica; de hecho, el director general de Tráfico, Pere Navarro, y su equipo tuvieron que luchar contra la oposición que consiguió en varias ocasiones sacar la propuesta del proyecto de Ley.

Desde el Gobierno argumentaron su decisión asegurando que permitiría reducir la siniestralidad en las carreteras más peligrosas. Casi un año después, las cifras dan la razón a los expertos que, con cálculos físicos como argumento, aseguraban que no sería así.