Los pitos a Jorge Lorenzo vuelven con más fuerza en Le Mans
Diego de Arístegui
Jorge Lorenzo volvió a escuchar pitos en la Carrera MotoGP Le Mans 2016 que el piloto balear dominó de manera rotunda. Las cosas han cambiado en el Mundial, al menos en este punto. El público está ahora dividido por colores, ya no aman lo que hacen los pilotos jugándose la vida a más de 300 km/h. Ahora lo que cuenta es quién gana y cómo lo hace. Valentino Rossi cuenta con muchos seguidores alrededor del mundo y estos hacen mucho ruido, tanto para bien como para mal.
Lorenzo ha tenido que soportar desde el viernes por la mañana, cuando se disputó el primer entrenamiento libre, hasta que se subió a lo más alto del podio en el día de ayer, una sinfonía ensordecedora, a la par que desagradable, de pitos tras su quinto triunfo en el Circuito Bugatti, el que más veces ha ganado en esta pista.
La extraña caída simultánea de Márquez y Dovizioso
La carrera de ayer es un ejemplo perfecto para explicar por qué cae mal Jorge Lorenzo. El mallorquín sentenció la carrera desde el primer segundo, cuando él realizó una salida fulgurante, mientras que tanto Marc Márquez como Andrea Iannone hicieron todo lo contrario. Esto le permitió tomar las primeras curvas con tranquilidad y enseguida imponer el ritmo más bueno de todo el fin de semana, el suyo propio.
Con semejante comienzo, la carrera fue bastante aburrida (las cosas hay que llamarlas por su nombre) y Jorge le metió a Valentino Rossi la friolera de 10 segundos en la línea de meta, una distancia ciertamente escandalosa en la categoría reina. Pero Lorenzo sólo sabe ir así y de este modo es como gana. ¿Por qué tendría que esperar al resto o meterse en batallas que no le llevarían a ninguna parte?
De alguna forma ayer Lorenzo pagó los platos rotos de sus principales rivales escuchando los pitos del público galo. Por un lado, la nefasta clasificación de Valentino Rossi junto a una salida desastrosa que le obligó a luchar en posiciones traseras durante dos o tres vueltas, momento en el que Lorenzo tiró y se fue.No solo tuvo un ritmo fantástico, también aprovechó los regalos que le hicieron sus rivales más directos.
El piloto balear, además de irse con 25 puntos a casa, también se fue con una nueva entrega de pitos contra su persona. Un gesto que no debería repetirse en ningún circuito por el simple hecho de que cualquiera de los 21 pilotos que compiten en MotoGP exigen el máximo respeto por lo que hacen. Esto fue justo lo que demandó ayer Jorge Lorenzo cuando le preguntaron por esto en la rueda de prensa: "Sería ideal que la gente tuviese respeto por todos los pilotos, pero no está siendo así". No quiero ni pensar lo que le puede esperar en Mugello dentro de dos semanas.
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