La caída de Jorge Lorenzo en Assen provocó la fractura de las vértebras D6 y D8: su recuperación parecía que iba viento en popa, con el objetivo de un regreso en Brno, tras el descanso estival, pero hoy han confirmado que Jorge Lorenzo volverá en Silverstone, por lo que el piloto balear se perderá el Gran Premio de la República Checa y el Gran Premio de Austria, en el espectacular Red Bull Ring.

Con esta decisión, el equipo Repsol Honda deja patente que no quiere arriesgar lo más mínimo en la recuperación de Lorenzo y queda patente que el piloto balear ya no podrá luchar por el podio en la clasificación de pilotos de MotoGP en 2019, por lo que prefieren una recuperación completa y satisfactoria que arriesgar para nada.

De esta manera, el regreso de Jorge Lorenzo se producirá en Silverstone, en el GP de Reino Unido durante el último fin de semana de agosto. Gracias a estas tres semanas extra de reposo y de recuperación se espera que Jorge Lorenzo pueda llegar en perfectas condiciones físicas a la prueba británica y, si todo va bien, podría volver a luchar por estar cerca del podio, a día de hoy su principal objetivo de cara a la segunda mitad de la temporada.

Stefan Bradl volverá a sustituir a Jorge Lorenzo para intentar conseguir buenos puntos para el equipo: el alemán tendrá una oportunidad de oro para reivindicarse en MotoGP. Sin duda, la temporada de Jorge Lorenzo está siendo para olvidar: su lenta adaptación a la Honda se vio truncado por un accidente cuando parecía que empezaba a ver la luz al final del túnel. 

Creo que Jorge Lorenzo puede dar por terminada la temporada en lo que a la clasificación se refiere. Creo que su principal objetivo en esta segunda mitad de la temporada es empezar a entenderse con su nueva montura e intentar volver a ser rápido y luchar por algún podio. Sin duda, subirse al podio en 2019 con Honda sería el mejor premio para un Lorenzo que, a buen seguro, volverá con la máxima ilusión y motivación.