Aunque en el precio de los carburantes se ha moderado en los últimos meses, comparado con hace un año, sigue siendo elevado, lo que obliga a muchos conductores a buscar las opciones más baratas para llenar le depósito. Una de esas opciones son las gasolineras automáticas. A continuación, te explicamos cómo funcionan y si te puede interesar o no utilizarlas.

Con las gasolineras automáticas ocurre algo parecido que con las gasolineras low cost: la visita de conductores aumenta en épocas de vacas flacas o cuando se produce un incremento notable de los precios de la gasolina y le diésel, como ocurrió el año pasado.

Actualmente, el precio de los combustibles está estabilizado y, con ligeras subidas y bajadas, se mantiene de media en los 1,6 euros/litro la gasolina 95 y 1,4 euros/litro el gasóleo A.

Son precios muy alejados de los que veíamos hace justo un año, cuando llegó a superar el terrible umbral de los 2 euros el litro e, incluso con el descuento de los 20 céntimos del Gobierno, llenar el depósito del coche suponía un golpe a la economía de una familia media. 

A todo esto hay que añadir otros factores que no tienen que ver con los combustibles, pero que también afectan al bolsillo de todos, como la crisis energética, la inflación, etc. En definitiva, hay que pagar mucho más por consumir lo mismo que antes, lo cual merma de manera considerable la capacidad económica de los consumidores.

Fue entonces cuando las gasolineras automáticas y low cost empezaron a cobrar más interés para ahorrarse unos cuantos euros en cada repostaje. Y siempre surgen las dudas sobre si el combustible de estas estaciones de servicio es bueno o no, si está bien o no repostar aquí… 

Gasolineras automáticas: qué son y cómo funcionan

Vamos a empezar explicando qué son exactamente las gasolineras automáticas. Se trata de estaciones de servicio donde no hay personal y en las que el conductor llega, se sirve, paga y se marcha.

Este tipo de gasolineras ha aumentado claramente en los últimos años, especialmente, a partir de la pandemia. Desde marzo de 2020, justo cuando se inició el confinamiento, el número de gasolineras automáticas ha crecido casi un 50% y, actualmente, representan más del 18% del total de las estaciones de servicio.

Por lo general, las gasolineras automáticas suelen ser también low cost. Por ejemplo, las estaciones Petroprix son low cost y suelen funcionar de manera automática. No obstante, también hay muchas gasolineras tradicionales que están adoptando esta fórmula, especialmente, las más antiguas, que terminan siendo reconvertidas. 

Cómo localizar las gasolineras más baratas con Google Maps

El funcionamiento de una gasolinera automática es bastante sencillo y rápido, esta es, precisamente, una de sus principales ventajas, además del precio, como veremos más adelante. El conductor llega, selecciona el tipo de combustible (gasolina 95 o diésel), elige la cantidad, paga con tarjeta y, a continuación, ya puede repostar. 

El sistema del surtidor permite seleccionar la opción de llenar el depósito, pero, sólo cobrará de la tarjeta la cantidad final repostada. Por ejemplo, si seleccionas ‘Lleno’ y te paras en 30 euros, sólo te cobrará esta cantidad. 

Después, puedes pedir el ticket o una factura que te imprime al instante o también puedes enviarla a tu correo electrónico. Así de rápido y fácil. 

Repostar en las gasolineras automáticas: ¿Si o no?

Repostar en las gasolineras automáticas tienen sus ventajas e inconvenientes, como todo en la vida. Comenzando por las ventajas, acabamos de ver que son estaciones donde se efectúa el repostaje de manera muy rápida y sencilla, lo cual impide también que se generen colas como en las estaciones de servicio tradicionales.

Otra ventaja importante es que son gasolineras más baratas. No sólo en los casos low cost sino, también en las convencionales. El motivo de que sean más baratas es fácil de entender: al carecer de personal, el empresario no tiene que pagar sueldos ni seguros sociales de los empleados y puede permitirse bajar el precio del combustible algunos céntimos por litro.

Pero también tienen algunos inconvenientes. Precisamente, uno de ellos es la falta de personal. Si tienes algún problema o no entiendes cómo debes proceder para repostar, no tendrás a quien pedir ayuda. Siempre podrás preguntar a otro usuario que esté repostando, pero si en ese momento te pilla solo, no podrás.

Además, la ausencia de personal en la gasolinera resta seguridad en la zona, ya que no habrá nadie controlando que algún conductor despistado fume o use el móvil mientras echa gasolina. 

Pero, al margen de todo esto, hay otro aspecto importante tiene que ver más con la ética y es que prescindir de personal, de trabajadores, aumenta el desempleo. Si aumenta el número de gasolineras automáticas, muchas personas que trabajan en ellas perderán su trabajo, lo cual hace un flaco favor a un país que arrastra un paro estructural elevado.

He aquí las dos caras de las gasolineras automáticas, por un lado son beneficiosas para los consumidores, porque son más económicas y sencillas de utilizar, pero, por otro, afectan a los trabajadores del sector.