Los elevados precios de los carburantes, especialmente en 2022, han empujado a muchos conductores a buscar gasolineras baratas con las que ahorrar algo de dinero al llenar el depósito. Sin embargo, estas gasolineras low cost están rodeadas de mitos y, a veces, verdades a medias que en este artículo vamos a tratar de esclarecer.

Antes de entrar en materia, debes saber que en España contamos con dos tipos de gasolinera: las que pertenecen a grandes distribuidoras como Repsol, BP o Cepsa; y las denominadas gasolineras low cost, que, a menudo, pertenecen a cadenas de hipermercados o a pequeñas distribuidoras como Ballenoil o Petroprix.

Estos 3 factores logran que las gasolineras low cost puedan bajar el precio

Estas gasolineras de bajo coste son las que ofrecen los mejores precios, generalmente algunos céntimos por debajo de la media del mercado. Muchos conductores recurren a este tipo de estaciones de servicio para repostar, mientras que otros son algo reticentes y tratan de huir de ellas por una serie de verdades y, a veces, mentiras detrás de este combustible low cost.

Hoy queremos aclarar un poco todo lo relacionado con las gasolineras low cost y sus carburantes, por lo que aquí van algunas verdades y algunos mitos de estas estaciones de servicio.

Son combustibles de peor calidad

El primer argumento, y el más extendido, por el que muchos rehúsan repostar carburante en estaciones de servicio low cost es por la peor calidad de sus combustibles. Sin embargo, hay que aclarar que todo el carburante que se vende en España procede de ocho refinerías que usan el mismo petróleo.

A continuación, es la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), ahora Éxolum, la que se encarga de llevar el diésel y la gasolina a unos grandes depósitos donde es almacenado antes de llegar a las gasolineras. Hasta este punto, todos los carburantes son iguales.

Cómo saber que no te echan menos combustible en una gasolinera low cost

Sin embargo, la diferencia entre una gasolinera de una gran distribuidora y una low cost es la cantidad y calidad de los aditivos que añaden a los combustibles, siendo los de las gasolineras de grandes petroleras las que permiten mejorar el rendimiento del carburante y aumentar ligeramente la autonomía por depósito.

Pero esto tiene como contrapartida el hecho de que el carburante sea más caro en una gasolinera de Repsol o BP que en una estación de servicio low cost. Entonces, el carburante de las gasolineras baratas no es de mala calidad, pero sí es cierto que tiene menos aditivos que el combustible que puedes comprar en una gasolinera “de marca”.

Personal y localización

Otro aspecto que permite que estas gasolineras vendan carburante más económico es que, por norma general, son autoservicio. Esto quiere decir que no trabajan empleados en las estaciones de servicio o, como mucho, hay un empleado que se encarga de cobrar, aunque no es lo habitual.

Además, la localización es otro factor clave para reducir el precio del litro de carburante en las gasolineras low cost. Normalmente, están ubicadas fuera de las grandes ciudades y algo más alejadas de cualquier núcleo urbano, donde el alquiler y los costes de instalación son inferiores.

Precio como reclamo para captar clientes

Por último, una verdad acerca de las gasolineras low cost: sus precios bajos son un reclamo para captar clientes. Esto es algo que se lleva a cabo en casi cualquier sector económico, pero en el caso de las estaciones de servicio low cost que pertenecen a grandes cadenas de hipermercados, el objetivo no es el carburante, sino atraer compradores para la tienda.

Esto quiere decir que, para muchos conductores, parar a repostar en una gasolinera low cost de Carrefour o Alcampo puede derivar en una visita al hipermercado. Algunas de estas cadenas ofrecen descuentos, ya sea en la tienda al llenar el depósito, o para combustible si realizas una compra en el hipermercado. Es una relación win-win para la empresa.