El garaje privado de Fernando Alonso: todos sus cochazos y un Aston Martin recién estrenado

¿Qué coche conducirías si fueses piloto de Fórmula 1? Y, más aún, ¿qué coche conducirías si fueses Fernando Alonso? A continuación repasamos algunos de los modelos que han pasado por su garaje privado, algunos de los cuales continúan siendo vehículos habituales en su día a día, como el Ferrari LaFerrari o el Aston Martin DX707.

Ser piloto de Fórmula 1 te permite acceder a los más selectos coches de calle del mundo, sobre todo cuando eres uno de los mejores de la historia y, además, has tenido contrato con algunas de las marcas más importantes. Fernando Alonso puede presumir de haber conducido coches ante los cuales giraríamos la cabeza si los viésemos pasar por nuestra ciudad.

Alonso inició su carrera en la Fórmula 1 con el humilde equipo Minardi en el año 2001, a sus 19 años. Para aquel entonces, el piloto asturiano ya tenía carné de conducir, ya que se lo sacó nada más cumplir la mayoría de edad. 

Según confesó en su momento, solo necesitó una clase práctica para preparar el examen, que se realizó en los alrededores de Luarca (Asturias), y el coche que utilizó fue un Renault Mégane.

Primero, dos Renault: Clio Sport y Mégane RS

Este modelo fue una suerte de premonición en su carrera deportiva, puesto que Alonso se unió en 2002 al equipo Renault, primero como piloto de pruebas y desde 2003 en adelante, como titular. Esto permitió al español conducir vehículos como el Renault Clio Sport Trophy, del que tanto él como su entonces compañero, Giancarlo Fisichella, fueron embajadores en su lanzamiento.

También como piloto de Renault F1, Alonso pudo disfrutar de un Renault Mégane RS, con el que completó cerca de 20.000 kilómetros. Al parecer, este modelo fue vendido por el piloto en eBay, a cambio de unos 50.000 euros.

De Renault, a McLaren

Cuando Alonso firmó por McLaren-Mercedes por primera vez en 2007, McLaren todavía no caminaba por sí sola en el mercado automovilístico y no era la marca que es ahora. De hecho, Mercedes era copropietaria de la escudería de Fórmula 1. Y, por ello, vimos a Alonso conducir algún que otro coche de la estrella como el Mercedes SLR McLaren 722 Edition.

Esta espectacular versión contaba con un increíble motor V8 sobrealimentado de 5.4 litros, capaz de desarrollar hasta 650 CV de potencia. Con un aspecto agresivo y a la vez elegante, Alonso pudo disfrutar de un coche de empresa a la altura del gran equipo que fue McLaren aquella temporada.

El sueño de Ferrari y el LaFerrari que todavía conserva

Fernando Alonso cumplió el sueño de su vida cuando fichó por el equipo Ferrari en 2010. El ovetense no solo pudo pilotar uno de los coches de F1 que, a priori, le debían llevar a la lucha por el título. Además, fuera de los circuitos, condujo algunos de los vehículos de calle más exclusivos del mundo. Y no solo modelos de Ferrari.

Por el garaje privado de Alonso han pasado modelos como el Ferrari FF, un espectacular GT con motor V12 y 660 CV de potencia, o el Ferrari 458 Italia, que gracias a su motor V8 central ofrecía nada menos que 570 CV. 

Alonso tiene en posesión un espectacular Ferrari LaFerrari negro, un modelo en cuyo desarrollo participó el español, y del que solo se construyeron 499 unidades. Con un motor V12 y sistema de recuperación energía como el de la Fórmula 1, es capaz de ofrecer hasta 960 CV de potencia, con las que un piloto de F1 puede sentirse en su hábitat natural.

Más allá de los Ferrari de calle, en su tiempo como piloto de Ferrari, Alonso también tuvo la suerte de disfrutar de modelos como el Abarth 695 Tributo Ferrari con decoración especial en homenaje a la Scuderia, con el lujoso y espectacular Maserati GranCabrio o con el Jeep Grand Cherokee SRT8.

McLaren, Honda, Toyota y la edición especial de Alpine

Cuando Alonso regresó a McLaren, ya sí que existía McLaren Automotive, y menudo deportivo tuvo como de empresa: un McLaren 650 S Spider. Con un motor V8 biturbo de 3.8 litros y 650 potencia, el asturiano podía acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3 segundos.

Mientras fue piloto de McLaren-Honda, Alonso también condujo un Honda Civic Type R, un coche de altas prestaciones que llegó a ser el compacto de tracción delantera más rápido en Nürburgring. Otro Honda que pasó por su garaje fue el atractivo deportivo NSX, llegando a participar Alonso en su presentación en el Circuito de Estoril (Portugal).

Posteriormente, en el paréntesis de dos años en los que estuvo fuera de la F1, Alonso compitió y ganó las 24 Horas de Le Mans junto a Toyota, lo que le llevó a ejercer de piloto de pruebas y también de maestro de ceremonias en la presentación del GR Supra.

Tras su vuelta a la F1 como piloto de Alpine, Fernando volvió a acceder a la gama de vehículos del grupo Renault. Uno de sus vehículos de empresa fue el Renault Mégane R.S Trophy de 300 CV de potencia, un modelo deportivo y de buenas prestaciones con el que, en su día, dijo estar muy contento.

También lo estuvo con el Alpine A110 S de color azul que pasó por su garaje, pero sobre todo, debió estarlo con el Alpine A110 R Fernando Alonso, una edición especial limitada a 32 unidades que la marca lanzó justo unos meses antes de que Fernando abandonara la escudería. 

Con un precio de 148.000 euros, contaba con detalles como el color Racing Matte Blue o el capó de fibra de carbono. ¿Se quedaría Alonso con uno? Eso no lo sabemos... 

El nuevo coche de Alonso es un SUV de Aston Martin de altas prestaciones

Fernando Alonso tiene ahora, como coche de calle, un SUV de altas prestaciones. Se trata del Aston Martin DBX707, un espectacular todocamino de nada menos que 707 CV de potencia, que el piloto asturiano incluso ha exprimido ya en el circuito. La compañía de Gaydon también tiene su propio SUV, el DBX, y la versión que utiliza Alonso es la más prestacional de las que se venden.

El coche de Alonso cuesta más de 248.000 euros y es una auténtica bestia. En su interior ruge un motor V8 de 4.0 litros capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,3 segundos. Sin duda alguna, es una elección ideal para un piloto de Fórmula 1.

El Aston Martin DBX707 ha sido también elegido por la categoría reina del automovilismo como coche médico, una función que solo pueden desempeñar modelos realmente prestacionales, ya que han de atender a los pilotos rápidamente en caso de accidente.