eVITA, el concepto de monovolumen eléctrico accesible para sillas de ruedas desarrollado por Callum
El eVITA es un concepto de monovolumen eléctrico concebido para ser accesible en silla de ruedas. Ha sido desarrollado por el estudio de diseño de Ian Callum y muestra cómo podría ser un vehículo eléctrico moderno adaptado a las necesidades de personas con movilidad reducida.
El estudio de diseño Calum, en colaboración con la empresa británica Motability Operations, ha revelado el eVITA, un concepto de monovolumen eléctrico que apoya la movilidad de usuarios en silla de ruedas. Este estudio de diseño ha contado con el aporte de las clínicas que son clientes de Motability Operations, escuchando las necesidades de los usuarios finales para optimizar su funcionamiento.
Concebido como un prototipo de coche eléctrico accesible para sillas de ruedas de próxima generación, el eVITA aborda los problemas más comunes en las conversiones de vehículos eléctricos, incluida la altura interior limitada por la posición de la batería, que va montada debajo del piso, así como la accesibilidad y su practicidad.
La visión de Ian Callum de un vehículo eléctrico accesible para sillas de ruedas
Ligeramente más grande que un Citroën Berlingo, el prototipo del estudio de diseño de Ian Callum mide 4.520 mm de largo, 1.908 mm de ancho y 1.800 mm de alto, con una distancia entre ejes que alcanza los 2.980 mm.
A nivel de diseño, el concept presenta unas líneas muy modernas, con un capó corto, lo que reserva la mayor parte de su longitud y anchura a la zona del habitáculo. Destaca, principalmente, su portón trasero dividido que integra una rampa de ángulo bajo para facilitar el acceso en silla de ruedas desde la parte trasera.
A esto se unen cuatro puertas más en los laterales, dos convencionales y dos correderas. También hay luces LED de charco que resaltan aquellas zonas donde se desplegará la rampa en la parte trasera, permitiendo que otros conductores tengan constancia y referencias del espacio que ocupará la rampa una vez se haya desplegado.
Otro elemento que ha optimizado en este prototipo es la batería. Configurada con una forma y ubicada en la parte baja detrás de la primera fila de asientos, la batería permite que el piso quede plano por completo.
Mientras tanto, la altura libre al suelo del monovolumen es de tan solo 160 mm, con asientos en una posición más baja, lo que significa que el usuario de la silla de ruedas se ubica a la misma altura que el resto de los pasajeros.
La batería tiene una capacidad energética de 50 kWh y una autonomía estimada en 322 kilómetros por carga. Cuenta con dos puntos de recarga, uno en la parte delantera y otro en la zona posterior.
Por otro lado, se ha trabajado la suspensión trasera para que ofrezca una mejor capacidad de amortiguación con el mínimo balanceo de la carrocería. También se han empleado materiales ligeros para reducir el peso del vehículo.
Una vez en el interior, el usuario en silla de ruedas tiene acceso a una pantalla de infoentretenimiento, controles para la climatización y una “barra de servicios” personalizable. Esto último cuenta con puertos de carga, ganchos para colgar objetos, portavasos y compartimentos de almacenaje.
Además, el asiento individual del pasajero trasero se puede abatir, transformándose en una bandeja con opciones adicionales para cargar dispositivos electrónicos, mientras que los paneles laterales del habitáculo cuentan con numerosos compartimentos de almacenaje para compensar la falta de maletero.
El salpicadero se basa en el que equipan las furgonetas de Stellantis, como el Peugeot Rifter, el Citroën Berlingo antes mencionado o el Opel Combo, lo que sugiere que el eVITA está basado en la plataforma EMP2 del grupo automotriz francoitaliano.
Etiquetas: prototipos
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