Estas son las diferencias entre una ITV favorable, desfavorable y negativa

Terminadas las pruebas de inspección hay tres posibles resultados. La ITV puede ser favorable, desfavorable o negativa; y aunque las dos últimas suelen dar lugar a confusión no significan lo mismo. Te contamos qué es cada uno y qué debes hacer en cada caso.

Datos de la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos de la comunidad de Madrid (AEMA ITV) señalan que el 81% de los vehículos que se presentan a inspección superan las pruebas a la primera, es decir, abandonan la estación con un resultado favorable.

Pero hay un 19% que recibe un resultado diferente (negativo o desfavorable), en cuyo caso debe acudir lo antes posible a un centro de reparación para solventar los defectos detectados.

Ahora bien, en función de si la calificación final es desfavorable o negativa, la forma de proceder varía. También cambia la multa de la DGT, de ahí que sea importante tener claro el significado y, sobre todo las consecuencias.

ITV favorable

Una ITV favorable significa que el vehículo está en perfectas condiciones para circular o, al menos que los defectos que presenta no son graves y no impide su circulación.

Cuando el informe de inspección técnica recoge algunos defectos leves es importante que el titular del vehículo o su conductor los subsane cuanto antes, aunque no será necesario que repita la inspección hasta que se cumpla el plazo.

ITV desfavorable

Si el operario de la ITV señala que la ITV es desfavorable significa que el vehículo tiene defectos graves que ponen en riesgo su seguridad y la del resto de usuarios de la vía. 

Con este resultado el coche solo puede circular para ir al taller a repararlos y regresar a la estación para realizar una segunda inspección. El titular tiene un plazo de dos meses para subsanarlos; si la segunda revisión se lleva a cabo en ese plazo es gratuita y solo se revisa si se han subsanado los defectos. Si se hace después, el vehículo tendrá que pagar e iniciar el proceso completo de nuevo.

ITV negativa

El peor de los tres resultados posibles es el que indica que la ITV es negativa. 

Significa que se ha detectado, al menos un defecto muy grave que puede constituir un riesgo directo e inmediato para la seguridad vial o tener un impacto sobre el medio ambiente e inhabilita al vehículo para circular por vías públicas.

Si se da esta situación, el coche no podrá circular ni para ir al taller y deberá ser transportado en grúa. El plazo para subsanar los defectos es de dos meses; la multa si no se cumple la norma es de 500 euros.