La DGT avisa con crudeza de las consecuencias de no llevar cinturón

El cinturón es uno de los sistemas de seguridad pasiva que más vidas ha salvado desde que se implantó a finales de los años 50; tanto es así que hay informes que hablan de más de un millón al día a nivel global. Y no sólo eso: reduce la aparición de lesiones y su nivel de gravedad. Por ello, las autoridades insisten en que no nos olvidemos de él cuando subimos al coche y en esta ocasión, la DGT avisa con crudeza de las consecuencias de no llevar cinturón.

La DGT advierte de los peligros del pasajero bala

Lo hace en medio de una semana marcada por la campaña especial de vigilancia y control del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil que está llevando a cabo tanto en vías urbanas como en las interurbanas. Sirva una cifra como ejemplo del porqué de estos dispositivos: el año pasado, la DGT denunció más de una vez a 2.883 conductores por desplazarse sin él.

Aunque en 2020 la siniestralidad en las carreteras bajó debido a la pandemia del coronavirus, el número de fallecidos que no usaban en este sistema en el momento del accidente aumentó: 125 de las 870 personas que perdieron la vida. Esto supone un 26% del total teniendo en cuenta que en 2019 representaron el 22%. Y de las 2.797 personas hospitalizadas por accidente de tráfico en vías interurbanas, un 15% tampoco iban protegidas.

El aviso de la DGT

“¿Todavía no te ha quedado claro cuáles son las consecuencias de no llevar cinturón?”. Con esta pregunta la DGT ha querido avisar de las consecuencias que tiene esta infracción. Algo necesario puesto que, desde la primera campaña de divulgación que realizó sobre su uso a comienzos de la década de los setenta, han pasado más de 45 años y todavía fallecen personas que no lo llevan puesto en el momento del siniestro.

6 situaciones donde está permitido circular SIN cinturón

Según la DGT, el cinturón reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente porque retiene y evita que el cuerpo humano se golpee contra superficies duras. Además, el airbag no es eficaz si no se complementa con el uso de este sistema de seguridad pasiva ya que ambos dispositivos están diseñados para funcionar juntos. Por ello, insisten en las consecuencias derivadas de no emplearlo.

Si viajamos sin cinturón y se produce un accidente, esos impactos pueden provocar roturas en los órganos internos. Un golpe en el tórax, por ejemplo, puede romper las costillas de una persona convirtiéndolas en cuchillas para los pulmones y el estómago. Las arterias o la vejiga también pueden romperse y no hay que olvidar las posibles lesiones en la columna vertebral.

Las razones

Son varios los motivos que Tráfico ha identificado para que un porcentaje de conductores siga circulando sin cinturón de seguridad: trayectos cortos, desplazamientos urbanos, ir despacio… Concluyen, además, una serie de rasgos comunes entre ellos como sobrevalorar sus capacidades al volante, rechazo generalizado a las normas y pensar que no les van a pillar.

La División de Tráfico y Seguridad del Consejo General de Psicología considera que detrás de esos usuarios que incumplen de forma sistemática la norma hay una percepción errónea o disminuida de la realidad además de una falta de conciencia sobre la vulnerabilidad y la fragilidad ante un accidente.