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¡Cuidado! Ten esto en cuenta a la hora de comprar un coche eléctrico de segunda mano

Comprar coche eléctrico de segunda mano

Seguramente tengas que recargar demasiado a menudo.

Los coches eléctricos empiezan a ser comunes dentro del parque automovilístico del país y, dado que ya llevan varias generaciones a la venta, incluso están disponibles en el mercado de usados. Su precio más asequible y su etiqueta CERO de la DGT los pueden hacer apetecibles, pero tiene que tener una cosa en cuenta al comprar un coche eléctrico de segunda mano.

Además de las habituales áreas que hay que valorar en cualquier vehículo de ocasión de combustión (kilometraje, accidentes, revisiones, tipo de uso que se le ha dado, etc.), los cero emisiones suman otra característica con la que hay que tener especial cuidado: su batería.

Y es que, un gasolina y un diésel pierden parte de sus prestaciones con el uso y el paso de los años, pero su depósito siempre es el mismo y su autonomía apenas varía (cuanto más viejos, es normal que gasten algo más), pero en un coche eléctrico la pila va perdiendo rendimiento de manera progresiva y su rango de acción se ve perjudicado de manera considerable.

 

La mayoría de marcas de automóviles ofrecen una garantía para sus baterías de ocho años y un kilometraje variable que suele rondar los 150.000 – 160.000 kilómetros. Eso sí, esa garantía es de que la batería tendrá una capacidad de un 70 o un 80% de lo podía acumular cuando estaba nueva.

Pueden parecer cifras buenas, pero en realidad es una pérdida de autonomía de hasta el 30% en solo ocho años, y eso siempre que se lleven a cabo buenos hábitos de recarga (como mantenerlo entre el 20 y el 80% de su capacidad, no abusar de las cargas rápidas, etc.).

Autonomías reales que pueden ser insuficientes

En vehículos de última hornada, que presentan rangos de acción de 600 kilómetros sin problema, la rebaja los dejaría en 420 kilómetros, que sigue siendo una autonomía respetable, pero con una diferencia notable a la original.

Sin embargo, en los modelos más antiguos, que son los que ahora están en el mercado de segunda mano (como los Renault Zoe o Nissan Leaf de primera generación), los alcances que se manejaban ya eran bastante escasos, con 300 kilómetros teóricos que en realidad se quedaban en 240 reales, a los que aplicar esa degradación les deja en solo 168 kilómetros.

Es una merma importante que puede hace que el coche eléctrico de segunda mano que te interese en realidad no cumpla con tus necesidades de desplazamiento, así que debes tenerlo en cuenta.

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