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Cómo unos plátanos salvaron al Citroën 2CV

Cómo unos plátanos salvaron al Citroën 2CV
El mundo del motor está siempre rodeado por historias épicas, sobre todo hace unos años cuando los coches eran mucho más básicos que ahora y con ellos se realizaban auténticas gestas. Una de ellas fue la que emprendieron Jacques Seguela y J.C. Baudot, dos franceses que pretendían dar la vuelta al mundo en un Citroën 2CV y fueron salvados por un puñado de plátanos.

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La historia de cómo un plátano salvó al Citroën 2CV es uno de esos épicos relatos que no son una rareza en los años en los que los coches eran mecánica pura y cuyos motores apenas sumaban un puñado de caballos. Hoy las cosas han cambiado mucho y pensar en algo similar a esto se nos antoja completamente imposible. Mucho ha cambiado el mundo del motor en este último medio siglo, pero historias así nos recuerdan la simpleza de antaño y cómo los hombres se enfrentaban a retos a bordo de sus vehículos que eran auténticos retos sobrenaturales.

Esta historia se hizo famosa en el año 1967 cuando apareció en un anuncio del Citroën 2CV en holanda, una campaña titulada como: 'los éxitos del Citroën 2CV'. Aquí os la dejo:

Febrero de 1959, los aventureros franceses Jacques Seguela y J.C. Baudot se habían empeñado en dar la vuelta al mundo en un Citroën 2CV. En octubre de 1958 habían salido de la ciudad francesa de Perpignan y ya llevaban más de un cuarto de su recorrido hecho: habían cruzado África y se disponían a hacer lo propio con Sudamérica. Mientras cruzaban el desierto de Atacama, escucharon un terrible sonido y el coche comenzó a fallar: una fuga les había dejado sin aceite en la caja de cambios y esto les impedía continuar el viaje. Desesperados, en medio del desierto, sus esperanzas se desvanecían.

De repente, apareció por allí un habitante local y, tras ver las caras desencajadas de los dos aventureros franceses, decidió ayudarles. Al ver que se trataba de un problema de lubricación, el hombre sacó de su mochila unos plátanos y los peló. Los franceses no daban crédito. Tras machacarlos, los metió en el depósito de aceite y les aseguró que no tendrían problema para continuar con su viaje. Efectivamente el 2CV revivió y comenzó de nuevo a andar. Recorrió más de 300 km hasta llegar a la primera localidad donde encontrar un taller para reparar la avería. Terminaron recorriendo 100.000 km, dando la vuelta al mundo y siendo los primeros que lo conseguían con un coche francés. Los plátanos habían salvado al 2CV.

Una de las historias más entrañables e increíbles relacionadas con los viajes en coche. Si te ha gustado, esta pareja escribió un libro al regresar a Francia bautizado como 'La vuelta al mundo en un 2CV' o 'La terre en ron' como se titula en francés. No te lo puedes perder si eres un amante de Citroën y de su gloriosa historia.

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