Lo que no han conseguido otros mercados, lo va a conseguir el de los automóviles: la llegada de los coches chinos eléctricos a los países europeos, con un precio mucho más ajustado que el de los modelos del Viejo Continente, podría suponer el comienzo de una guerra comercial entre Europa y China.

Durante los últimos meses hemos informado en constantes ocasiones del lanzamiento de nuevas marcas provenientes del país asiático en nuestro territorio. 

Hemos remarcado en múltiples ocasiones como la conjunción de varios factores, como la escasez de componentes, la decisión de las marcas de enfocarse en los modelos que les aportan mayores beneficios (es decir, los más caros) y el comienzo de la transición hacia las mecánicas limpias (sobre todo de los coches eléctricos) dejaban un hueco importante el mercado.

Los fabricantes europeos han empezado a desatender los segmentos de modelos accesibles, hasta el punto de que hemos hablado más de una vez del fin de los coches baratos, y han creado un nicho de mercado con bastante demanda que ha supuesto la perfecta puerta de entrada para los fabricantes chinos.

Señalados tradicionalmente de hacer productos baratos y de calidad cuestionable, han transformado ese argumento en contra en uno a favor: “Sí, son coches chinos, así que os parece lógico que tengan precios más baratos, aquí los tenéis”, parecen haber dicho.

Sin embargo, además, dentro de los límites lógicos que trae consigo un ajustado presupuesto, sus propuestas tienen una calidad bastante interesante, sobre todo en lo que se refiere a relación calidad/precio. 

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Y es que, por si a alguien se le olvidaba, la distancia que había entre los coches de combustión europeos y los chinos no es tal en materia de eléctricos. Sencillamente, en los cero emisiones la balanza técnica está más igualada, pero a nivel económico los modelos chinos son mucho más baratos.

Esto se ha pasado por alto hasta ahora, pero ya no más. El auge de estos fabricantes y el hecho de que les puedan “comer la tostada” a los locales, ha hecho que se tomen cartas en el asunto desde las más altas instancias europeas.

La chispa que ha prendido la mecha 

La liebre ha saltado en el Discurso sobre el Estado de la Unión en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo que ha hecho el pasado 13 de septiembre Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien ha apuntado que los precios de los eléctricos chinos son artificialmente bajos gracias a que están subvencionados por el propio Estado.

Como recoge Politico, ha señalado: “Los mercados mundiales están ahora inundados de coches eléctricos chinos más baratos. Y su precio se mantiene artificialmente bajo mediante enormes subvenciones estatales. Esto está distorsionando nuestro mercado”.

“Por eso puedo anunciar hoy que la Comisión está lanzando una investigación antisubvenciones sobre los vehículos eléctricos procedentes de China. Europa está abierta a la competencia. No a una carrera hacia el fondo”, concluía.

Su sentir ha sido respaldado por otros nombres importantes de la Comisión Europea, como es el caso de Valdis Dombrovskis, Comisionado de Comercio de la misma.

En su cuenta de ‘X’, ha publicado lo siguiente: “Estamos abiertos a la competencia, pero no a prácticas desleales. Por eso estamos iniciando una investigación sobre los vehículos eléctricos chinos. Viajaré a China la próxima semana para abordar las oportunidades y desafíos comerciales y económicos. Queremos mantener abierto el diálogo; reducir el riesgo, no desvincularlo”.

La respuesta China

Lógicamente, tanto las declaraciones como la intención por parte de la UE no han sentado nada bien en China, cuya Cámara de Comercio ha admitido estar muy preocupada por la investigación y se opone a ella, según apuntan desde Reuters.

Además, habría añadido que su ventaja competitiva del sector no se debe a los subsidios, por lo que ha pedido a la Unión Europea que considere y valores a los coches eléctricos chinos de manera objetiva.

Las consecuencias de la situación

El movimiento ha supuesto que ahora Europa tenga 13 meses para decidir si hay que aumentar los aranceles a los coches chinos, que actualmente ya tienen que pagar un 10%. 

Solo la intención ya tensará las relaciones con China, pero es que además ésta podrá tomar en respuesta una decisión equivalente en su territorio y gravar los vehículos europeos que lleguen a su mercado. 

Esto afectaría a muchas marcas, pero sobre todo a las premium que allí venden gran cantidad de automóviles, como es el caso de Mercedes, Audi o BMW; que verían aumentar el precio de sus vehículos y perderían ventas.

Pero no solo eso, si Europa decide aumentar los aranceles no solo afectará a los coches de las marcas chinas, también encarecerá el precio de varias marcas europeas que han trasladado al país asiático parte de su producción. 

¿Quiénes se verían afectadas? Alguna ya mencionada, como BMW, pero también Renault e incluso Tesla, cuyo Model Y es el más vendido en Europa en lo que va de año. A esto, además, hay que sumar que muchos fabricantes emplean baterías de origen chino en sus automóviles.

Precisamente por esto las firmas europeas están preocupadas por el anuncio de la investigación, sobre todo porque este tipo de movimientos suelen darse en respuesta de la UE a las demandas de la industria, no por parte de aquella por iniciativa propia. Esta decisión podría ser un ‘tiro en el pie’ para las marcas automovilísticas del Viejo Continente.

La realidad

En este contexto lo único que no ofrece duda alguna son los datos. Actualmente China es el mayor exportador de coches eléctricos del mundo, una tendencia que no hace más que subir: según la Asociación de Vehículos de Pasajeros de China (CPCA) sus exportaciones aumentaron un 31% en agosto.

Desde la Comisión Europea apuntan a que actualmente los eléctricos chinos suponen un 8% del mercado en Europa y que el porcentaje podría aumentar hasta el 15% en 2025. Además, explican que esto se debe en gran parte a que de media suelen ser un 20% más baratos.

Un ejemplo es lo ocurrido en el mercado español: durante 2023 el MG ZS ha sido un habitual en el top de ventas mensuales, hasta llegar al punto de ser el coche más vendido en España en el mes de agosto.