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El coche que desaparece este año del mercado y más vamos a echar de menos

Ford Fiesta

Año tras año se presentan nuevos modelos de coche, que toman el lugar de otros tantos que desaparecen del mercado. Es ley de vida, hay que ceder espacio a la “sangre nueva”. Sin embargo, no todos los casos duelen lo mismo y hay uno en 2023 que “escuece” más que el resto, un icono que nos dice adiós y al que vamos a echar de menos: el Ford Fiesta.

El utilitario se marcha siendo el modelo más importante de Ford en Europa, un coche que en sus 47 años de historia ha vendido más de 18 millones de ejemplares, pero para el que, lamentablemente, parece que no queda hueco dentro de la gama de la firma del óvalo.

Los motivos del adiós

Últimamente, la decisión de corta con un coche suele estar condicionado por dos los mismos dos factores: que no se trate de un SUV y que no sea un coche eléctrico. Ambos coinciden en el caso del Fiesta y, por eso, han supuesto su adiós definitivo.

El ‘Forfi’, como utilitario que es, presenta un precio contenido, uno que hace que la rentabilidad por unidad vendida no sea tan alta como en otros casos. Véase, por ejemplo, los SUV, que por sus características se venden por una cuantía superior a la de los turismos equivalentes y, por ende, hay un mayor margen de beneficio.

 

De manera indirecta se puede señalar al Ford Puma como el culpable del adiós del Fiesta, puesto que ocupan una posición similar en el mercado, pero el SUV vende mucho más y aporta más dinero a las arcas de Ford.

Esto, precisamente, ha hecho que la compañía se decante por desarrollar una variante eléctrica del Puma, pero no del Fiesta, que dejará hueco en la línea de producción para los nuevos coches eléctricos que está preparando el fabricante.

Un final amargo para una gran historia 

El Ford Fiesta nació en 1976 y ha evolucionado a lo largo de siete generaciones, creciendo en cada una de ellas, tanto literalmente, en lo que respecta a tamaño, como en los referentes a motores, seguridad y tecnología.

El original y el que se despide en 2023 son como el día y la noche.

El Fiesta de 1976 era un modelo de solo 3,57 metros de longitud, 1,56 metros de anchura y 1,36 metros de altura; que no llegaba ni a los 800 kilos en su versión más pesada. Esto hacía que se moviera con motores que poquísima potencia, arrancando con un bloque de apenas 45 CV y teniendo como tope de gama un propulsor de 66 CV.

La séptima generación, que vio la luz en 2017, superaba los 4 metros de largo (4,05, para ser exactos) y, aunque depende de la versión, también está por encima de las 1,2 toneladas. Empezó con algunos motores humildes en su gama, pero en sus últimos meses de vida el de acceso ya tiene 125 CV y dispone hasta de una versión deportiva de 200 CV.

Su despedida deja un hueco enorme en el segmento B, una categoría que en los últimos años no ha dejado de ceder terreno, primero con la eliminación prácticamente total de las carrocerías de tres puertas y después con la mayoría de las marcas cambiando el foco y centrando sus esfuerzos en segmentos superiores y más rentables.

Etiquetas: Utilitarios

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