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Cepsa compra Ballenoil, ¿cómo impacta en tu manera de repostar el coche?

Cepsa compra Ballenoil

Cepsa compra Ballenoil. La segunda petrolera en España se hace con la primera red de gasolineras low cost del país, con más de 220 estaciones, y modifica el mapa empresarial de la distribución de hidrocarburos. La compañía superará las 2.000 gasolineras.

Una de las grandes noticias de la semana, al menos en lo referente a la automoción y, sobre todo, al sector energético, es la compra de Ballenoil por parte de Cepsa. De esta forma, la segunda petrolera de España se hace con la primera red de gasolineras low cost y supera las 2.000 gasolineras en el mercado ibérico, incluyendo Portugal.

La operación, que todavía está pendiente de la aprobación por parte de las autoridades de competencia, supone un golpe en el tablero energético, ya que es la primera vez que una gran petrolera penetra en el negocio de bajo coste, un sector en auge en los últimos años, especialmente, desde que comenzó la escalada del precio de los carburantes tras la invasión rusa de Ucrania.

Con este acuerdo, Cepsa entra en un segmento en el que, hasta ahora, no llegaba, el de los combustibles a precios económicos, ya que obliga al distribuidor a estrechar márgenes por encima de lo que hasta ahora habían asumido grandes petroleras como Repsol o la propia Cepsa. Por otro lado, se mantiene la marca Ballenoil y su modelo de negocio, así como toda su estructura.

Recordemos que estas grandes marcas han perdido cuota de mercado en los últimos años ante el avance de las gasolineras low cost. En 2022, las gasolineras independientes representaron el 30% de la cuota de mercado en España.

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Ballenoil nació como La Ballena Azul y fue pionera en el sector de las gasolineras de bajo coste. Con el paso del tiempo, ha ido ganando cuota de mercado hasta convertirse en la primera operadora independiente de España, seguida de Petroprix. Ahora, al integrarse en Cepsa, da un paso más.

El modelo de negocio de Ballenoil se basa en tres pilares fundamentales: servicio 24 horas con un suministro ágil y sencillo, personal en horario comercial (después, autoservicio) y un servicio de autolavado

Para hacer frente a las low cost, las grandes petroleras han recurrido a la diferenciación, añadiendo nuevos servicios como lavandería, ofertas en productos frescos, comida para llevar, parafarmacia o recogida de paquetería. 

Cepsa compra Ballenoil: ¿cómo afecta a tu manera de repostar?

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Con el acuerdo alcanzado, Cepsa se hace con la primera red de gasolineras low cost del país, con más de 220 estaciones, y modifica el mapa empresarial de la distribución de hidrocarburos. 

La red de estaciones Ballenoil desarrollará un plan de crecimiento para alcanzar las 500 estaciones en 2027. Asimismo, Cepsa se fija como objetivo convertir esta marca en el referente en materia de sostenibilidad en el segmento low cost, para lo que reforzará progresivamente la oferta de puntos de recarga eléctrica e incorporará la venta de biocombustibles.

Ballenoil afirma que el acuerdo con Cepsa supone un respaldo a su proyecto y fortalece su plan de futuro, impulsando el crecimiento de la red y la incorporación de nuevas energías, además de garantizar el suministro de combustibles.

¿Y cómo afecta a los consumidores esta operación corporativa en el mercado energético? Como hemos señalado más arriba, Ballenoil conservará su modelo de negocio y su estructura, así que los clientes podrán seguir acudiendo a las mismas gasolineras de la marca.

Igualmente, podrán seguir utilizando la aplicación de Ballenoil, llamada Ballenoil 'Easy Fuel', y un servicio que permite a los usuarios identificarse a través de su DNI, denominado 'DNI&Go'.

Por su parte, Cepsa mantendrá en paralelo su modelo premium de estaciones de servicio, en las que los clientes pueden disfrutar de una oferta variada de energías y servicios, incluyendo restauración, supermercado, recogida de paquetes o parafarmacia. Asimismo, seguirá desarrollando su programa de fidelización para dotar de mayores descuentos y ventajas a sus clientes.

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Como ya te hemos explicado en varias ocasiones, los combustibles que utilizan las gasolineras low cost y las convencionales son prácticamente los mismos. Y es así porque los combustibles proceden de las mismas refinerías (ocho, para ser exactos).

La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) se encarga de adquirir los carburantes y almacenarlos en enormes depósitos. Luego son las distintas gasolineras las que acuden con sus camiones a llenar las cisternas y suministrar el combustible a las diferentes gasolineras. 

La única diferencia entre las gasolineras de bajo coste y las grandes petroleras está en los aditivos que incorporan a los combustibles. Marcas como Repsol, BP o la propia Cepsa añaden aditivos que ofrecen algunas ventajas, como mejoras en la combustión, una ligera reducción del consumo, una composición que ayuda a mantener los conductos limpios y así evitar averías, etc. Aunque no conlleva un mejor funcionamiento de la mecánica.

La diferencia de precio entre una gasolina low cost y una normal puede ser de hasta diez céntimos por litro. Pero esto no ocurre sólo por los aditivos, sino también por el propio funcionamiento de una gasolinera low cost, que prescinde de personal, suelen tener autoservicio, etc. Es decir, son gasolineras más sencillas y ese ahorro en costes les permiten ofrecer una gasolina más barata.

Por tanto, quienes acudan a las gasolineras de Cepsa, encontrarán un combustible con más aditivos, mientras que las estaciones de Ballenoil seguirán suministrando un combustible con menos aditivos.

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