Logo Autobild.es

Por qué un coche diésel consume menos que un gasolina

Por qué un coche diésel consume menos que un gasolina

Es una realidad, pero éstas son las razones para ello.

Lo has escuchado miles de veces: un coche diésel gasta menos que un coche de gasolina. Se presupone que hablamos de motores equivalentes en circunstancias idénticas. Lo cierto es que es una afirmación que es verdad, pero, ¿sabes por qué es así?

Los propulsores que emplean cada uno de estos combustibles tienen muchas cosas en común, pero también características que hacen que difiera su manera de operar, algo que afecta al consumo; pero también se debe a rasgos propios del diésel y la gasolina.

Para saber por qué un coche diésel consume menos que un gasolina, lo primero es tener claro cómo funcionan cada uno de los dos.

Cómo funciona un motor de gasolina

Aunque también hay motores de dos tiempos, no se utilizan en los coches, motivo por el que nos vamos a centrar en el motor de cuatro tiempos, que es el más extendido. Como su nombre indica, funciona en ciclos de cuatro fases.

Todo empieza con la admisión, en la que el pistón, dentro del cilindro, está en el punto muerto superior de su recorrido y empieza a descender hacia el más bajo, creando un movimiento que permite que el combustible entre en la cámara.

Premios Motor Axel Springer 2023: elige los mejores coches del año

Cuando llega al punto muerto inferior, comienza la segunda fase, la de compresión. En ella la válvula de admisión se cierra y el pistón empieza a ascender, comprimiendo la mezcla en un espacio cada vez más pequeño.

Cuando la mezcla está comprimida al máximo, la bujía crea un chispa que la enciende y genera una explosión que lanza el pistón hacia abajo.

Cuando éste alcanza de nuevo el punto muerto inferior, empieza la fase final, la de escape, en la que se abre la válvula de escape, lo que permite que, al volver hacia arriba el pistón, por la inercia del movimiento, se expulsen hacia el exterior los gases generados en el proceso.

Cómo funciona un motor diésel

Un motor diésel también funciona en cuatro tiempos, pero la principal diferencia que presenta respecto a un motor gasolina es que no emplea una chispa generada por la bujía, si no que es el propio motor el que produce una autoignición.

La primera fase es la admisión, en la que se produce el llenado de aire a través de la válvula de admisión conforme el pistón desciende hasta su punto más bajo dentro del cilindro, denominado como punto muerto inferior.

 

La siguiente es la compresión en la que, tras cerrarse la válvula de admisión, el pistón asciende para buscar su punto muerto superior, movimiento en el que comprime el aire que hay dentro del cilindro. Esto hace que se eleve notablemente la temperatura del aire, y es que su relación de compresión es más elevada que en un bloque de gasolina.

La tercera fase es la combustión. Poco antes de que el pistón alcance el punto muerto superior, el inyector pulveriza combustible en el interior del cilindro, que se enciende al entrar en contacto con el aire caliente (como ya hemos dicho, sin necesidad de chispa vía bujía).

Por último, en la fase de escape, la combustión del diésel genera una gran presión que impulsa el pistón hacia su punto muerto inferior, donde rebota por la inercia y expulsa los gases por la válvula correspondiente, volviendo a iniciarse el ciclo de cuatro tiempos.

¿Por qué un coche diésel consume menos que un gasolina?

La respuesta a esta pregunta se encuentra básicamente en dos factores: por un lado, las características propias de un diésel; y, por otro, la forma en que están hechos y como funcionan los motores diésel.

Empezando por el combustible en sí, el gasóleo tiene una densidad energética mayor que la gasolina. Mientras el primero tiene unos 36 megajulios por litro, el segundo supera por poco los 32. Esto hace que ya desde el primer momento, para conseguir la misma energía haya que quemar más cantidad de gasolina que de diésel.

Además, también es importante a que como la gasolina es un combustible muy volátil, la ignición se lleva a cabo mediante chispa; mientras que el gasóleo, que es poco volátil, consigue el encendido mediante presión.

Esto puede no parecer determinante, pero es precisamente lo que hace que un motor diésel esté diseñado para soportar relaciones de compresión más elevadas (como ya hemos visto), lo que permite un mayor rendimiento del motor, mientras que los gasolina tienen que conformarse con una relación de compresión menor por el riesgo de detonaciones.

Así, un motor diésel puede tener un rendimiento de hasta el 45%, mientras que un gasolina ronda el 40% a lo sumo.

Además, los coches diésel también tienen a su favor que trabajan mejor a cargas bajas, lo que les permite gestionar mejor el combustible y reducir el gasto. Si no se el exige al motor, el sistema inyecta menos combustible y no hay problema, se contiene el consumo y se consigue un buen rendimiento.

En un gasolina no se puede hacer lo mismo, porque daría lugar a una mezcla pobre de combustible y perjudicaría al rendimiento del motor. Sin embargo, se han buscado nuevos sistemas para intentar solventar el problema, como pueden ser la válvula de mariposa o el sistema de desconexión de cilindros.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.