El Autopilot de Tesla vuelve a ser noticia. Y de nuevo surgen las dudas sobre su seguridad. En este caso la investigación es oficial, abriéndola la National Highway Traffic Safety Administration, un organismo similar a la DGT española. Este mismo organismo hace oficial que ha abierto una investigación formal sobre el asistente a la conducción de Tesla. ¿Qué ha ocurrido?

La NHTSA, en sus siglas National Highway Traffic Safety Administration, arranca una investigación con el foco puesto en la seguridad del sistema de conducción autónoma de Tesla. Esta tecnología ha estado muy vigilada en los últimos años, pues ha sido protagonista de diversos accidentes que, a priori, parecían apuntar al mismo sistema. Si bien, la marca y Autopilot han sido capaces de continuar su camino, aunque ahora está envuelta en otra investigación. 

Y la razón la explica la propia agencia. La NHTSA asegura que durante los últimos 9 meses ha recibido 354 quejas de conductores de Tesla. Estos informes alertaban que el Autopilot les activaba el freno de forma injustificada. Con ello se ponía en peligro la integridad de los ocupantes y del resto de conductores, pues sin previo aviso los frenos se activaban, siendo esta una maniobra muy peligrosa. 

Según el documento de la NHTSA, estos problemas afectan a los modelos de Tesla Model 3 y Model Y, concretamente de los años 2021 y 2022. Con esta información, el número de coches afectados podría alcanzar los 416.000, ¡casi medio millón! Un informe que además señala que el “frenazo fantasma”, como lo ha bautizado, se produce cuando se está utilizando el control de crucero adaptativo del Autopilot.

Vídeo: esta prueba real del Autopilot de Tesla muestra muchos de sus fallos

Con este sistema, el coche puede controlar la distancia con el vehículo anterior y posterior, así como la posición en el carril. En estas circunstancias, informan los conductores, y de forma inesperada, el modelo frena, provocando una deceleración rápida sin alertar al conductor y sin motivo aparente. Algunos denunciantes explican cómo sus vehículos pasaron de forma drástica de 80 a 69 mph, lo que sería lo mismo que bajar de 128 km/h a 111 km/h.

“La frenada fue tan violenta que mi cabeza fue impulsada hacia delante y casi pierdo el control de mi coche”, indicaba uno de estos denunciantes, según recoge Reuters. Y es que con una frenada tan fuerte a esa velocidad el resultado puede ser catastrófico, perdiendo el control del vehículo con facilidad si rápidamente no se toma el control del volante y de la marcha con precisión. 

Como sabéis, no es la primera investigación que se abre en Estados Unidos de la mano de la NHTSA con los mismos protagonistas, los coches de Tesla. Ya en agosto de 2021 se dio a conocer una investigación provocada por 11 accidentes en los que el Autopilot parecía estar involucrado. Por otro lado, hace un mes se conoció el primer caso judicial relacionado con este sistema, un caso donde un conductor de Tesla fue acusado de dos cargos de homicidio involuntario por un accidente en el que el Autopilot estaría activado.