El nuevo Audi A5 es la primera puesta al día de gran calado para la berlina alemana, que vio en 2016 como se presentaba su presente generación. Como es habitual, trae consigo mejores que afectan a diversas áreas, pero se pueden englobar en tres puntos principales: una actualización estética, ampliación de su dotación tecnológica y una gama de motores formada (al menos en el momento de su lanzamiento) por bloques con tecnología micro-híbrida.

Los cambios de imagen son similares a los que hemos visto en los últimos meses en otros modelos de Audi: la parrilla Singleframe es más plana y ancha, las entradas de aire son más grandes (inspiradas, según la marca, por el Sport Quattro del 84), el paragolpes cuenta con un ‘blade’ horizontal que lo cruza, se actualizan los faldones laterales y en la zaga el nuevo difusor aloja salidas de escape de diseño trapezoidal.

A partir de ahora, además, todas las versiones del modelo (Coupé, Cabrio y Sportback) cuentan de serie con faros LED, tanto delanteros como traseros, mientras que los MATRIX LED con funciones láser y dinámicas son opcionales. En cuanto a personalización, junto a la línea básica están disponibles la advanced y la S line, además de 12 colores de carrocería distintos.

En el habitáculo del Audi A5 los cambios son menores en número, pero no en importancia. La consola central ahora está formada por una pantalla táctil de 10,1 pulgadas con feedback acústico que se combina con el sistema de infotaintment de tercera generación MIB 3, que cuenta a su vez con sistema de comunicación Car-to-X, lo que sirve para obtener información sobre el tráfico en tiempo real, aparcamiento, etc.

También de serie es el punto generador de Wi-Fi del vehículo, elemento destacado del equipamiento tecnológico que también incluye la iluminación ambiental LED y los controles del volante multifunción para manejar la información que aparece en el Audi Virtual Cockpit de 12,3 pulgadas.

También cambios importantes llegan al ámbito mecánico, con una oferta de motores formada en exclusiva por bloques microhíbridos con sistema eléctrico de 48 voltios, además de todos ellos asociados en exclusiva a una caja de cambios automática, ya sea la  S Tronic de 7 marchas o la Tiptronic de 8 (la tracción Quattro es de serie en los potentes y opcional en los de acceso).

Por parte de los diésel abre la veda el 35 TDI con motor 2.0 de 163 CV, estando por encima el S5 TDI con un V6 de 347 CV y 700 Nm de par máximo, que hace el 0-100 km/h en menos de 5 segundos y tiene una punta de 250 km/h. En cuanto a los gasolina el de acceso es un 40 TFSI con un 2.0 de 187 CV, que deja paso al S5 con un propulsor 3.0 de 354 CV y 500 Nm de par máximo, con un 0-100 km/h en 4,7 segundos. Eso sí, esta última versión solo se ofrecerá fuera de Europa.

Durante otoño se abrirán los pedidos del modelo, que se va a presentar en el Salón de Frankfurt 2019, momento en el que sería lo lógico que se revelarán los nuevos precios de la gama actualizada, pero las primeras unidades no se entregarán a sus compradores hasta comienzos de 2020.

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