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Prueba del Audi S5 Sportback TDI quattro, 347 CV de diésel con etiqueta ECO

Hace años, los deportivos diésel estuvieron de moda, pero hoy son una 'rara avis'.

El coche de esta prueba, el Audi S5 Sportback TDI quattro, podría compararlo con una navaja multiusos, porque realiza a la perfección su función, que es la de llevarte de un punto a otro, pero, además, también es capaz de ejecutar otras varias con las que llega a alcanzar la excelencia. 

Por ejemplo, por su consumo, por su comodidad a bordo y por su insonorización, es perfecto para realizar largos viajes; pero, también, se comporta con todas las de la ley en un tramo de curvas, consiguiendo sacar una sonrisa al conductor.

Lo cierto es que, en la era antidiésel en la que estamos, es extraño que el encargado de mover un coche, más aún un deportivo, sea un motor de gasóleo. Pero, ¿y si a su bloque TDI le añadimos microhibridación? Pues tenemos un propulsor más 'verde' con el que consigue que en el parabrisas luzca la pegatina ECO de la DGT.

Exterior e interior

A esas virtudes que te he comentado unas líneas más arriba añadiría su práctica carrocería de cinco puertas, que no deja de lado ni la elegancia ni la deportividad.

Incorpora los cambios que se introdujeron en la gama del Audi A5 allá por 2020, con parrilla, grupos ópticos y paragolpes delantero y trasero, pero, a pesar de haber pasado cuatro años desde entonces, su imagen sigue siendo fresca como el primer día. La sorpresa/decepción vienen de la mano de las salidas de escape, puesto que la de la izquierda es un embellecedor, y la de la derecha está condenada. 

Prueba del Audi S5 Sportback TDI quattro

Abro la puerta del conductor, que como el resto, no tiene marco, y me acomodo en sus asientos con masaje, calefacción y múltiples ajustes. Son cómodos, miman mi cuerpo con movimientos variados y, encima, agarran bien en los virajes.

La mayor parte de elementos que alcanza mi vista están tapizados por cuero de primera. Nada de cuero vegano o polipiel. No. 'Cuero, cuero'. La nota tecnológica la aportan el cuadro de instrumentos digital de 12,3" con diferentes visualizaciones y la pantalla del sistema de infoentretenimiento, que es de 10,1".

Audi S5 Coupé vs Mercedes E 400 Coupé

Lo que sí me gustaría destacar, aunque te parezca una tontería, es que adopta botones físicos para todas las funciones, algo que siempre agradezco, pero más durante esta semana de pruebas con el Audi S5 Sportback TDI quattro por haber viajado bastante con él.

Por su parte, las plazas posteriores tienen un buen espacio para que los pasajeros viajen con comodidad. Y aquí entra en juego una de las mayores ventajas de esta versión de cinco puertas frente a la de tres. El maletero no está nada mal, puesto que cubica 430 litros, 35 menos que las versiones que se sitúan por debajo -el RS 5 calca el espacio de carga-.

Motor y prestaciones 

El Audi S5 Sportback equipa un motor diésel V6 3.0 capaz de rendir 341 CV desde 3.800 a las 3.950 rpm, un rango no muy extenso, y 700 Nm de par máximo entre las 1.750 y las 3.250 vueltas, que es donde tenemos la verdadera gracia de este bloque.

Con él es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,6" y de alcanzar los 250 km/h, velocidad punta, obviamente, limitada electrónicamente.

Prueba del Audi S5 Sportback TDI quattro

Pero lo mejor de todo es que incorpora ese sistema de microhibridación que te comentaba unas líneas más arriba y un compresor eléctrico EPC. Este último, gracias a un pequeño motor eléctrico, entrega una potencia de hasta 7 kW y ayuda en varias tareas con las que se ahorra carburante y mejoran las prestaciones. Por ejemplo, al turbocompresor al iniciar la marcha, al acelerar desde bajas revoluciones, a reducir el lag y en los cambios de carga.

La energía que usa nace de un equipo de hibridación ligera de 48 voltios. Este está formado por un alternador (BAS), que hace las veces de motor de arranque, conectado al cigüeñal mediante una correa en V, y a una batería de iones de litio de 10 Ah de capacidad, que se encuentra alojada bajo el piso del maletero. 

Comportamiento 

Después de los 20 primeros kilómetros, paré a repostar gasolina. Manguera verde en mano, cual fue mi sorpresa que al abrir la tapa, indicaba bien claro: DIÉSEL. Una vez que mi cerebro dio una vuelta sobre sí mismo, recordé que tanto el S4 como el S5 de esta última generación son movidos por gasóleo. ¿Falta de profesionalidad por mi parte? Bueno, quizá, pero ese 'despiste' lo achacaría a la magnífica insonorización del habitáculo, al sonido que llega al interior y a llevar las ventanillas subidas en invierno. A quién se le ocurre... 

Es cierto que, con ellas bajadas, el traqueteo del propulsor diésel es notable. Pero es el precio que hay que pagar por estas muy buenas prestaciones y su soberbio empuje, por lo que, ventanillas arriba, y a disfrutar.

Prueba del Audi S5 Sportback TDI quattro

En marcha brinda una suavidad y una calidad de rodadura muy alta. Por eso te decía que viajar con él es un gustazo. Más aún cuando a 120 km/h descubres que puedes moverte con un consumo real de solo 5,9 l/100, por lo que por ello y por su depósito de 58 litros podrás estar sin saludar a un gasolinero durante 980 kilómetros. 

El de la prueba, el Audi S5 Sportback TDI, hace magia con su sistema microhíbrido, que, según la firma, puede ahorrar hasta 0,4 l/100 km; y con la conducción a vela, que a velocidades de entre 55 y 160 km/h, hasta 40 segundos, apaga el motor para conducir por inercia.

Y si se hace de noche en tu viaje, tienes los faros Matrix LED con intermitentes dinámicos de serie, que iluminan la calzada con mucha efectividad, pero cuya función automática de luces largas no es tan efectiva, por ejemplo, como las del Mercedes GLC con el que hice el mismo recorrido, como me avisó alguna que otra ráfaga en sentido contrario.

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Pero de él también se espera deportividad, que para ello lleva la S en la calandra. Y así es, la otorga. No es muy radical, porque para eso tienes el RS 5 y, sobre todo, el Audi RS 5 Sportback Competition Plus, del que te dejo aquí mi prueba, pero sí regala un comportamiento destacado en curva. Influye, claramente, la tracción quattro, que fija el coche al suelo tanto, que rara vez verás al control de tracción actuar.

La transmisión que equipa es de convertidor de par, en lugar de la de doble embrague del resto de la gama A5 -salvo el RS 5, que también es tiptronic-. Por ello, no es tan rápida como la S tronic, pero para nada peca de lenta y, en cambio, sí es más suave.

Precio

El Audi S5 Sportback TDI tiene un precio de 88.590 euros, un precio alto, pero piensa los deportivos diésel que existen en el mercado. ¿Y los que tienen etiqueta ECO?

Valoración

Nota9

Su diseño cautiva, pero la suavidad de marcha que ofrece, su buena insonorización y la etiqueta ECO, unido a su buena respuesta, hace que te plantees, seriamente, comprar este deportivo diésel en los tiempos que corren.

Lo mejor

Diseño elegante y deportivo. Respuesta de su motor. Insonorización.

Lo peor

Escapes falsos. Precio.

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