Siete coches que eran un horror conducirlos

Hoy en día se dice que no hay coche malo, que todos funcionan decentemente bien y no hay grandes fallos. Eso es cierto, aunque no deja de ser una verdad a medias, porque siempre puede haber excepciones que confirman la regla y unidades que salen rana.

Por eso, aquí te voy a hablar de modelos que han pasado por nuestras manos a lo largo de varias décadas de pruebas de coches y basándome en eso, voy a elaborar este listado de siete coches que eran un horror conducirlos.

No todos los he conducido yo mismo, aunque algunos de ellos sí, pero he consultado a mis compañeros para que busquen en sus oxidadas mentes y rescaten los peores recuerdos de sus dilatadas carreras profesionales para sacar a la luz los peores ejemplos de coches.

Como vas a poder comprobar tú mismo, son modelos ya descatalogados. Sí que se nos han ocurrido algunos ejemplos actuales, pero vamos a darles cierto margen de mejora o incluso vamos a darnos cierto margen a nosotros mismos, por si al final nos terminan gustando.

Tata Grand Safari

El todoterreno indio ha sido el primero que me ha venido a la mente. Recuerdo como si fuera hoy como uno de mis compañeros vino entre escandalizado y muerto de la risa con lo que vivió durante la presentación del modelo en España.

No le subían las ventanillas y en una de las pruebas por caminos se le salió un amortiguador a una de las unidades. Se puso a la venta en España en el año 200 con un único motor diésel de sólo 115 CV. Los ajustes eran muy mejorables y las vibraciones en marcha escandalosas. La verdad es que no iba nada fino.

Trabajadores de la marca en aquella época me confesaron años después que tenían que apretarles todos los tornillos nada más bajarlos del barco en el que llegaban a España. Costaba sólo 18.500 euros, pero el precio no lo es todo...

Tata Aria

Seguimos con otro modelo de la marca india, en este caso, el Tata Aria, que se presentó en el año 2012. Mi compañero Hugo Valverde guarda un 'cariñoso' recuerdo sobre él: "A la unidad que probé se le apagaba y encendía la luz del cuadro de instrumentos. Y también recuerdo estar en una leve cuesta, pisando el freno, viendo como el resto de coches se movían... ¡Pero era yo!

Este monovolumen de casi 4,8 metros costaba unos 19.000 euros y se vendía sólo con un motor diésel de 150 CV.

Mahindra Goa

Aspecto realmente espectacular el que tenía el Mahindra Goa, pero era más fachada que otra cosa.... Según el bueno de Luis I. Guisado "corría demasiado para el chasis que tenía y se le iban cayendo paneles en marcha".

En la imagen ves el modelo de 2019, pero el primero que pasó por nuestra redacción y que peor sensación nos dejó fue el de 2006, que era un todoterreno, no una pick-up. Medía 4,4 metros de largo, estaba disponible con tracción 4x2 o 4x4 y montaba un motor diésel de 116 CV, que vibraba como una máquina de coser. Costaba 20.500 euros.

Galloper Super Exceed 

Y hablando de todoterrenos... Qué experimento se hizo con este Galloper... En algunos mercados se vendía como un modelo más de Hyundai, pero aquí llegó como marca independiente. Estaba disponible en versión Corta, que era el Exceed a secas y este más largo, el Super Exceed.

Medía 4,6 metros de largo, estaba equipado con un turbodiésel de 2,5 litros con 99 o 116 CV de potencia, según versiones y era de esos coches que aparentan rudeza, pero que balanceaba como un barco a la deriva y te invitaba a conducirlo despacio si no querías sustos...

Santana Aníbal

Y, aunque sé que es tocar una especie de mito para algunos, también metería en este grupo al Santana Aníbal, porque para conducirlo hacías más brazo que un gimnasio. Era tosco y poco preciso hasta decir basta.

Se supone que era una versión mejorada del Santana 2500 que fue fabricado en la factoría de la marca en Linares durante los años 80 y 90, que, a su vez,  tomaba como base los míticos Land Rover, pero los que pudieron probarlo, al margen del gran cariño por una marca nacional, no tienen recuerdos no demasiado positivos.

Cadillac Escalade

El gran Luis Guisado escribió una prueba del Cadillac Escalade a finales de los años 2000 en la que puso este titular: "Gigante inadaptado". No es que fuera malo como tal, aunque no deja de ser cierto que las calidades americanas aquí en Europa defraudan un poco, pero era un horror conducir un bicho tan grande en una ciudad europea. 

No era un espanto. De hecho, llamaba mucho la atención estéticamente, pero no estaba pensado para este mercado, sino para agentes del FBI en las películas de Hollywood. Se puso a la venta en 2005 con un V8 de 6.0 litros y 350 CV por 70.000 euros. En 2007 llegó el restyling y versiones de hasta 410 CV y 110 euros.

Renault Twizy

Y para terminar, el extravagante Renault Twizy. Tiene su lado cool. Digo tiene, porque se siguen viendo algunos. Y hay que valorarlo como un modelo adelantado a su tiempo. 

Pero su configuración biplaza con un asiento delante del otro, con tan poco espacio y su configuración sin ventanas ni calefacción conllevan anécdotas de todo tipo y la mayoría de ellas no demasiado felices. Por no hablar de que su suspensión filtra entre poco y nada y eso lo convierte en un coche incómodo para el día a día.

Mide sólo 2,32 m de largo y se vendía con motores de 5 y 17 CV, batería de sólo 6 kWh de capacidad y una autonomía teórica de 50 km. Su precio: unos 11.000 euros.