Comparativa del Volkswagen Taigo vs Ford Puma: dos SUV pequeños con picante

Son dos SUV compactos, por un lado el Ford Puma de 155 CV y, por otro, el Volkswagen Taigo de 150. Pero añaden siluetas coupé que les dan un toque de picante. 

Diseño

Ambos mini-SUV se basan en los respectivos coches pequeños de cada fabricantes. El Ford producido en Craiova, Rumania, es un Fiesta elevado, mientras que el Volkswagen de Pamplona es un Polo con traje de gala. 

El Puma, que es ocho centímetros más bajo y más estrecho por dentro, aprieta antes que el Taigo en todos los sitios. ¿Dos personas de envergadura detrás? Los hombros se rozan en cada curva como sardinas en lata. El Ford también es tacaño con el aire por encima de la coronilla en la segunda fila.

Nos sentamos más relajados en el Taigo, aunque su asiento trasero no es principesco precisamente, pero nos atreveríamos a recorrer una distancia más larga siendo cuatro. 

En la parte delantera, sin embargo, el Volkswagen apenas deja lugar a la crítica. Los asientos son lo suficientemente grandes y están bien contorneados, y también tienen un acolchado mucho más cómodo que los del Puma, que tienen poco agarre lateral. 

También extrañamos un sistema multimedia realmente moderno en el Puma. El clima no se puede controlar con la voz (tampoco es posible en su rival), los destinos de navegación requieren una elección concienzuda de las palabras.

La ciudad, la calle y el número de la casa deben seguir la solicitud "Buscar dirección", luego presionas el botón en el volante nuevamente y dices "Establecer como destino" y listo. En Volkswagen, con "ir a la ciudad de equis, calle equis" es suficiente, y "Hola, Volkswagen" puede reemplazar la pulsación de un botón para la activación por voz.

Al igual que en el Puma, el de Wolfsburgo tiene la mala costumbre de no dejar que las ventanillas laterales traseras bajen del todo: quedan unos 10,5 (en el Ford alrededor de 9,5) centímetros de vidrio y nos impide apoyar el codo.

El Ford tiene, igual que el Taigo, un cockpit digital, y según el modo de conducción (Eco, Normal, Deportivo, Resbaladizo, Caminos de Tierra), pantallas de diferentes colores.

En los maleteros casi hay un empate desde el número mínimo de litros hasta las configuraciones plegables. Si el respaldo trasero, que se puede plegar, se mantiene en pie, el Puma tiene capacidad para 16 litros más, si se pliega y se aprovechan todos los nichos desde el techo hasta debajo del doble suelo, el Taigo traga seis litros más. 

Pero Ford todavía tiene listos dos detalles inteligentes: en el bajo del maletero, una tina impermeable con desagüe en el piso para botas de goma sucias o hielo picado para enfriar las bebidas, y el Easy Fuel nos ahorra tener que enroscar el tapón del tanque.

Motores y comportamiento

Bastante ágil, este Ford, y ahora eso es todo un cumplido. Con un simpático parloteo de tres cilindros, el motor de un litro y 155 CV se desata en las ruedas delanteras y rompe la marca de 100 km/h en solo 8,6 segundos, se siente vivo y lleno de entusiasmo.

El cuatro cilindros con un funcionamiento algo desigual del Taigo desarrolla 150 CV y subjetivamente no parece ser tan animado. Sin embargo, los valores medidos muestran que tiene talentos de sprint absolutamente iguales y no queda atrás. Sin embargo, el 1,5 se vuelve retumbante cuando le pisas.

Gracias a la desactivación de cilindros, ambos motores funcionan temporalmente como dos cilindros, el Puma también ahorra con un generador de arranque por correa de 48 voltios (16 CV, mild-hybrid con mini batería). Y con éxito: el Ford necesita 0,4 l/100 km menos que el VW.

La apariencia más deportiva del Puma se combina con la ordenada transmisión manual, una dirección más vinculante y un chasis firme. Así, pasa por las curvas aplomado y sin apenas balanceos, y si bien su respuesta es más seca sobre baches, nunca llega a resultar incómodo. 

El Taigo es en general un poco más cómodo, siempre exudando una compostura relajada en lugar de un entusiasmo enérgico. La dirección equilibrada, el DSG discreto y solo a veces obstinado al maniobrar, la suspensión firme con gran tolerancia para asfaltos irregulares… todo encaja perfectamente con el carácter familiar del Taigo. 

El ESP está muy alerta y es muy seguro, pero también merma la diversión. Aquí el Ford aporta el toque de un movimiento de cadera y un poco más de vida en la parte trasera, aunque tampoco se arriesga nunca.

Factores para decidir la compra

Puesto 1. Volkswagen Taigo 1.5 TSI: Un mini crossover equilibrado y bastante potente con buen confort y un concepto de espacio decente. Más caro que el Ford.

Puesto 2. Ford Puma 1.0 EcoBoost:  Animado SUV hatchback con ligeras debilidades en la comodidad, se siente más como un coche pequeño, pero a un precio más razonable.