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Comparativa: Skoda Kodiaq vs VW Tiguan. ¿Gana el checo?

¿Te acuerdas de cuando se lanzó el primer Octavia? Fue hace 20 años, y Skoda inició una fórmula de éxito: tomar la avanzada tecnología de Wolfsburgo, añadir más espacio y reducir el precio. En este cara a cara del Skoda Kodiaq vs VW Tiguan nos hacemos una pregunta inevitable: ¿Gana el checo a alemán?

Motorizaciones comparadas:

Los Skoda tienen dos ventajas: son más baratos que los modelos de Volkswagen, y al mismo tiempo desprenden un mayor nivel de acabados y tecnología  que muchos competidores europeos. Tomar la tecnología de Wolfsburgo y añadir practicidad al tiempo que se reducen costes, es una receta de probado éxito para la marca. Y lo demostramos en este enfrentamiento. Cara a cara: Skoda Kodiaq vs VW Tiguan. ¿Gana el checo?

Y es que el nuevo Skoda Kodiaq lleva esta rivalidad dentro del mismo grupo a un nuevo nivel. Este SUV no solo es 20 centímetros más largo que el Volkswagen Tiguan, con el que comparte plataforma: también es más barato. ¿Cuáles son los argumentos del alemán? Y es que los checos han elevado considerablemente el refinamiento en sus nuevos modelos, además de diseños que cada vez más, atacan más al corazón, y destierran esa imagen de coches prácticos.Con sus imponentes 4,70 metros de largo, el Kodiaq entra por los ojos desde el primer vistazo. Aunque es muy grande, no da esa impresión, porque tiene líneas fluidas. El diseñador de la marca, Jozef Kaban, ha puesto tanto prurito que a su lado, hasta un SUV tan atractivo como el Tiguan parece algo conservador. 

La conectividad del Kodiaq, al detalle:

Pero su ventaja no solo está en el envoltorio: para el día a día, ofrece más espacio interior que el Tiguan. En las primera fila ambos son similares: amplios y desahogados. En la segunda el checo solo lo aventaja en un par de milímetros. Pero si seguimos hacia atrás, donde el Tiguan ofrece el espacio para equipaje y punto, el Skoda aún puede meter una tercera fila, eso sí, más recomendable para niños que para adultos. Si renuncias a esta banqueta, llega la gran diferencia: el Tiguan, con los asientos de la segunda fila plegados, llega hasta unos notables 1.655 litros. Pero palidece ante los descomunales 2.065 litros que cubica su rival. Con los respaldos en alto, el checo ofrece 650 litros, frente a los 520 del Tiguan.

Pero ya esperábamos que el Skoda ofreciera más espacio. Lo que realmente nos ha sorprendido es el nivel de sus acabados y materiales. El Tiguan ofrece el buen listón al que nos tiene acostumbrados Volkswagen, especialmente en los ajustes, si bien los plásticos duros bajo el salpicadero no se corresponden con un coche en este nivel de precios. En el Skoda, sin embargo se respira un mayor refinamiento, algo en lo que tiene mucho que ver su enorme pantalla de 9,2 pulgadas, en formato iPad. 

Pero hay que decir que, si nos atenemos a las superficies mullidas en general, las del checo causan buena impresión, pero aquí el alemán gana en sensación de calidad. Por cierto: a favor del Tiguan juegan la instrumentación digital y el head-up display, pero solo temporalmente: en año que viene, Skoda también los va a implantar. 

En conectividad, los dos rayan a un buen y similar nivel. Son casi ordenadores rodantes, con velocidades de navegación por internet LTE ultrarrápidas. Y una app te permitirá controlar varios parámetros desde el móvil. En el apartado de asistentes, se nota que comparten grupo: los dos están a la cabeza de su categoría con asistente de atascos, que toma el control de la dirección, el acelerador y los frenos hasta 60 km/h. 

Pero claro: las ventajas del alemán salen a relucir en cuanto tomas el control del volante. Empecemos por el motor. Ambos comparten el 2.0 TDI de 190 CV. Al arrancar, creemos que el Kodiaq debería estar mejor aislado. No es que sea ruidoso en ningún caso, pero la mecánica se hace patente en el interior. Al pisar el acelerador, pasa lo mismo que en todos los sobrealimentados del grupo Volkswagen con cambio DSG de doble embrague: casi nada. Pero tras este segundo de pausa, salen los 190 CV a relucir y lo cierto es que las prestaciones son considerables: hemos medido solo 8,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, una cifra excelente para un coche de este tamaño.

¿Imaginas un Skoda Kodiaq coupé? Aquí te lo mostramos.

Gracias a unos portentosos 400 Nm, tienes una buena reserva de fuerza en cualquier situación. Pero no es un coche para una conducción deportiva: Skoda ha ajustado el chasis, junto con los amortiguadores regulables opcionales, con una orientación hacia el confort. La suspensión tiene una respuesta algo más blanda de la deseada, incluso en las plazas traseras, a veces, da la impresión de que va a llegar a su límite. Pero en general, la calidad de rodadura es notable: aquí se nota también el gran salto de Skoda.

El Volkswagen Tiguan brilla aquí por encima de su rival: el tarado del chasis no es tan blando, y logra el compromiso perfecto entre confort y dinamismo. Parece que apisona cada irregularidad de la carretera, y al mismo tiempo se siente más aplomado que el Kodiaq. Y cuando entramos en carreteras reviradas, queda claro que el Tiguan es capaz de rodar más rápido que su rival, con una conducción de regusto deportivo. Siempre, claro, teniendo en cuenta que hablamos de un SUV de 4,49 metros con una postura al volante elevada. A su favor, eso sí, juegan un menor tamaño y peso: acelera de 0 a 100 km/h un segundo antes que su rival, y hemos medido una media de 7,4 litros cada 100 kilómetros en conducción mixta, mientras que el Skoda ha consumido 0,5 litros más. 

Conclusión:

Queda claro que Skoda le sopla la nuca más que nunca antes a Volkswagen. El Tiguan gana en comportamiento y en una calidad general de materiales sensiblemente mayor. Pero el checo ofrece más espacio, menos precio y una tecnología al mismo nivel.

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