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Comparativa: Renault Scénic vs Opel Zafira y VW Touran

¿Le bastará al nuevo monovolumen francés con su indudable encanto para enfrentarse a sus dos duros rivales alemanes? Lo que queda claro en este comparativa del nuevo Renault Scénic vs Opel Zafira y VW Touran es que este segmento, hace tiempo que dejó de ser aburrido.

Motorizaciones comparadas:

Nada menos que 20 pulgadas. Es la medida de las ruedas del nuevo Renault Scénic, más acorde con deportivos de relumbrón o de berlinas del segmento de lujo. Toda una declaración de intenciones de la marca, que quiere que su monovolumen entre por los ojos desde el primer vistazo. Objetivo superado con creces, pero, ¿le bastará para superar a dos rivales alemanes como estos? Nos ponemos al volante para comprobarlo. Comparativa: Renault Scénic vs Opel Zafira y VW Touran.

En esta categoría de monovolúmenes compactos, el estándar suele estar más bien en las 16 pulgadas. Pero las virguerías estéticas del nuevo Scénic no se limitan a las ruedas. Su carrocería es bicolor (amarillo miel y negro perla metálico). Y su genial diseñador, Laurens van del Acker, ha concebido unas líneas fluidas y afiladas, con luces prominentes y, en general, una silueta arrebatadora. Puro 'charme' francés.

Al lado del Renault, hay que decir que los dos alemanes se ven excesivamente sobrios. E incluso algo desfasados. No hay que olvidar que esta generación del Opel Zafira ya lleva entre nosotros desde 2011, aunque con el último lavado de cara estrena frontal, que lo acerca al aspecto del Opel Astra. El Volkswagen Touran es el más aburrido de los tres cuando hablamos de estética, aunque sus puntos fuertes son otros: una calidad demostrada con el paso del tiempo. Sus virtudes hay que buscarlas en los pequeños detalles, que le dan un plus de refinamiento. Y sus formas cuadradas tienen una ventaja: aunque el Volkswagen es, por ejemplo, 14 centímetros más corto que el Opel, es el que más espacio interior ofrece de esta comparativa. Delante el Zafira le mantiene el pulso, pero detrás es donde el Touran se desmarca definitivamente de sus rivales. Es cinco centímetros más ancho que el Opel y tiene más desahogo para las piernas.

Esto es lo que pensamos del nuevo Renaul Scénic: 

Aquí, el Volkswagen tiene tres asientos individuales. Se pueden deslizar longitudinalmente y plegar, y la inclinación de los respaldos es regulable. También su maletero es el más grande: cubica entre 743 y 1.980 litros o, lo que es lo mismo, entran 36 cajas de botellas de agua mineral (nuestra unidad para medir las capacidades de carga). El interior del Volkswagen, como nos tiene acostumbrada la marca, es sobrio y de calidad, con una ergonomía acertada y funcional, y el manejo de los elementos de control no admite tacha. 

El cockpit del Zafira está renovado, ahora tiene una estructura más clara y hay menos botones y mandos que antes. La pantalla del navegador ya no va en posición vertical sobre el salpicadero, sino integrada, más abajo, en la consola central. Como siempre, recomendamos encarecidamente los asientos opcionales AGR de Opel, que ofrecen una ergonomía difícilmente superable. Lo agradecerás en los viajes largos: son extremadamente confortables, con un agarre lateral sobresaliente. Detrás, como ya hemos dicho, es un poco más estrecho que el Volkswagen, pero ofrece un sistema de asientos muy inteligente: son tres, deslizables longitudinalmente y abatibles, y el del medio se puede plegar separadamente para hacer las veces de reposabrazos mientras los otros dos se alejan. Resultado: dos plazas muy cómodas y desahogadas detrás. El maletero cubica de 710 a 1.860 litros, un poco menos que el Touran, aunque más que suficiente: entran 28 cajas de botellas de agua.

En este apartado, el Renault Scénic no puede competir. En su maletero entran 21 cajas, lo que supone un volumen de entre 506 y 1.554 litros. Eso sí: los franceses se han empleado a fondo con el sistema para abatir los asientos: basta tocar la pantalla táctil, o bien un botón del maletero, para que quede una superficie de carga plana. Incluso los reposacabezas se pliegan automáticamente. 

El cockpit del Renault también está cuidado al detalle, con una pantalla de siete pulgadas frente al conductor donde está al instrumentación digital, cuya apariencia se pude variar en cuatro estilos diferente. Y añade la enorme pantalla táctil de la consola central, con 8,7 pulgadas, que acoge el navegador y el sistema multimedia. También nos ha encantado la gigantesca guantera de 11,5 litros o la consola entre los asientos, deslizable hasta 27 centímetros, con una capacidad enorme (13 litros). Muchos de estos elementos son opcionales según versiones, pero merecen mucho la pena para hacerte el día a día un poco más fácil.

Estas son las buenas noticias, ahora llegan las malas: las plazas traseras son demasiado angostas para este segmento. Los adultos de cierta talla irán con algunas estrecheces y tendrán que encoger las piernas, especialmente por las mesitas plegables de los respaldos delanteros. Y por mucho que la banqueta posterior sea deslizable de 1/3 a 2/3 hasta 16 centímetros, no mejor demasiado la situación. 

Este Renault va impulsado por un 1,6 litros diésel de 130 CV. Un motor impetuoso, aunque también algo ruidoso. En aceleración queda algo por detrás del Opel y el Volkswagen lo que no significa que no tenga un empuje notable y aporte alegrías a la conducción. Con el sistema Multisense puedes regular la respuesta del acelerador y al dirección, pero también la iluminación interior y los gráficos de la instrumentación. Algo curioso: en modo Confort, se activan los asientos con masaje. El comportamiento del Scénic es ágil y manejable, aunque sus enormes ruedas de 20 pulgadas (195/55) hacen que las juntas de la carretera se noten demasiado en el interior. Y al frenar en frío desde 100 km/h, apenas baja de los 39 metros para detenerse, demasiada distancia para un coche nuevo.

La sorpresa en comportamiento la ha dado el Opel. Con sus amortiguadores adaptativos opcionales es increíblemente manejable y equilibrado, con una sensación de rodadura muy confortable. El poderoso 2,0 litros de 170 CV mueve las 1,8 toneladas con brío, con un empuje en las aceleraciones sobresaliente. El Volkswagen baja a 1,6 toneladas, y monta el 2,0 litros TDI de 150 CV. Le falta el "punch" del Opel y el Renault, aunque es una percepción subjetiva, ya que es el que antes acelera de 0 a 100 km/h (9,2 segundos frente a 9,3 el Opel y 10,9 el Renault), sube de vueltas con alegría y siempre se mantiene silencioso. El chasis opcional DCC con amortiguadores adaptativos ofrece una muy lograda combinación entre confort y dinamismo, teniendo en cuenta, claro, que estamos hablando de un monovolumen.

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