Comparativa: BMW Serie 2 Active Tourer vs Mercedes Clase B

Estos monovolúmenes compactos son superiores a un SUV cuando se trata de aprovechar el espacio en 4,40 por 1,80 metros, aunque solo sea por los pasos de rueda más pequeños. Y también te sientas elevado. 

Interior

Los asientos del Mercedes Clase B no tienen mucho agarre pero son cómodos, aunque nos sorprenden las lagunas en el equipamiento en nuestro coche de prueba, que se acerca peligrosamente a los 60.000 euros.  El Mercedes no lleva calefacción de asientos, ni head-up display ni segunda fila ajustable longitudinalmente. 

El BMW Serie 2 Active Tourer tiene asientos con más apoyo lateral y en los hombros en este paquete deportivo M. Eso sí, las personas altas no siempre lo tienen fácil en este BMW: el volante no se puede ajustar demasiado. Y los reposabrazos de las puertas son muy cortos en la parte delantera.

En la segunda fila del BMW vas muy cómodo, y aunque hay demasiado plástico duro para un coche de este precio, venía con un asiento trasero deslizante longitudinalmente. Subjetivamente, no se diferencian mucho en términos de espacio; medidos, el Mercedes más grande. En la parte trasera, el Clase B tiene un respaldo mejor formado y una impresión general de mayor calidad.

Hay más maletero en el Mercedes: caben entre 455 y 1.540 litros, mientras que en el BMW son de 415 a 1.405 litros. En el cockpit del Active Tourer echamos de menos el botón giratorio con cinco botones externos como en la Serie 3, que organiza de forma inteligente la gran cantidad de funciones. 

Los gráficos en forma de media luna de los instrumentos no son inmediatamente obvios, solo la pantalla numérica es fácil de leer. El Clase B solo se maneja directamente a través de la pantalla o de las superficies táctiles, ahora más grandes, en los radios del volante. 

Los controles deslizantes siguen siendo propensos a errores de funcionamiento: rápidamente retrocedes demasiado o terminas en otro nivel sin querer.  Al tocar la pantalla, el conductor tiene que estirar completamente el brazo, está demasiado lejos. 

Por suerte puedes usar el magnífico control por voz del sistema MBUX, en el caso del BMW, incluso puedes abrir las ventanillas con solo pedírselo. Aquí,  pantalla táctil está también un poco alejada del conductor.

Comportamiento

Con el nuevo generador de arranque accionado por correa, el Clase B se pone en marcha con mucha más suavidad. En términos de comportamiento, ambos rivales son muy convincentes, la caja de doble embrague del Mercedes ofrece una marcha más (ocho en lugar de siete), y en ambos casos son fluidas, solo se percibe algún tirón puntual al bajar de marcha. 

El Mercedes puede navegar, se desplaza a velocidades más altas de alrededor de 100 km/h con rueda libre y el motor apagado, casi sin resistencia. Junto con el peso más bajo, uno podría haber esperado una ventaja de consumo para el Clase B, pero eso no sucede: consume 7,4 l/100 km, 0,3 litros más que el BMW. 

Los dos son rápidos: el 223i Active Tourer acelera de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y alcanza los 238 km/h, con el B 250 puedes alcanzar los 100 km/h en 6,4 segundos y llegar a una velocidad máxima de 250 km/h. A altas velocidades el Mercedes ofrece más placer y rendimiento, pero produce más ruido aerodinámico a partir de 150 km/h. Y en el Mercedes, el ESP echa el ancla antes. 

En el BMW, el ESP se puede desconectar por etapas, de modo que puedes deslizar un poco la zaga en las curvas. Nuestro BMW de prueba vino con el paquete M Sport y amortiguadores adaptativos. Es más firme, pero armonioso, como es típico de la marca. Los frenos son igualmente efectivos en ambos.

El Mercedes filtra mejor y es más cómodo en general, si bien no tiene el aplomo de su rival, aunque sigue siendo un coche ágil.  

Factores para decidir la compra

Puesto 2: Mercedes B 250 4Matic. Está un poco por delante en algunos apartados y en calidad general, pero su elevado precio le hace retroceder. 

Puesto 1: BMW 223i xDrive Active Tourer. Consume menos y tiene un comportamiento más dinámico. Y está por delante en lo que respecta a la conectividad.