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Nuevo Peugeot 208. Lo hemos probado

El nuevo Peugeot 208 es más corto que el 207, pero tiene un interior y un maletero más capaces. Además, apuesta por mecánicas más eficientes, generaliza el uso del 'Start-Stop' y presenta novedades como el volante de diseño ovalado, que le da un toque más deportivo. Sus precios parten de 11.650 euros.

Somos los primeros en adelantarte información de primera mano del Peugeot 208. Hemos acudido a Mulhouse, una de las sedes donde se va a fabricar el sucesor del 207 (también se producirá en la factoría de Poissy y la de Kolin -República Checa-), para descubrir de primera mano como es el nuevo utilitario de la marca del león.

El objetivo de Peugeot es recuperar la posición de liderato en las listas de ventas que en su momento tuvieron con el Peugeot 205 y el 206. La manera de lograrlo es llegar a un mayor número de clientes, por ello, está descartada la idea de que el nuevo Peugeot 208 conviva con el 206+ o un posible 207+. De esta forma se contempla un mayor número de versiones y un abanico de precios más amplio para tratar de captar clientes tanto por la parte alta (no es descartable que un futuro no muy lejano se presente una versión deportiva GTI), como por la de acceso a la gama.

Como te adelantamos en la presentación del Peugeot 208, la oferta mecánica es muy variada, cuenta con dos bloques de gasolina de 1,4 y 1,6 litros con 95 y 120 CV respectivamente. Además, en el mes de julio llegará una versión tricilíndrica de 1,2 litros y 82 CV. Y para completar la gama, un poco más adelante, se lanzará la variante de gasolina en la que más esperanzas tienen puestas: un bloque de un litro, también de tres cilindros, y 68 CV que promete un consumo y unas emisiones de escándalo. Dicen los responsables de Peugeot que el motor 1.2 contará con una versión turbo, aunque no para el 208 (seguramente estará bajo el capó del 308, para rivalizar, por ejemplo, con el Focus 1.0 EcoBoost). Una pena, porque sin duda le sentaría genial.

En el apartado diésel están un 1.4 HDi de 68 CV, que también cuenta con la versión e-HDi con 'Start-Stop' y caja de cambios manual pilotada, que reduce el consumo de 3,8 a 3,4 y las emisiones de 98 a 87 g/km. Además, ofrece el motor 1.6 e-HDi con dos escalas de potencia diferentes: 92 y 115 CV.

Durante la presentación he podido probar el gasolina de 120 CV y el diésel de 115. El primero me ha gustado por su viveza, gracias a que cuenta con unos desarrollos muy cortos de su cambio de cinco velocidades. Esto, sin embargo, hace que los viajes por autopista sean ruidosos y con un nivel de consumo más elevado de lo deseable, ya que el propulsor roza las 4.000 vueltas cuando se supera la barrera de los 120-130 km/h. Respecto al diésel, mucho más austero, me ha gustado su suavidad de marcha, sus prestaciones y lo poco que gasta.

Dinámicamente me ha sorprendido su tacto de chasis. Ahora parece más coche, va más aplomado y ofrece menos sensación de utilitario a las manos. Por cierto, ese volante pequeño y ovalado no disgusta por tacto, pero es poco práctico porque tapa parte de la instrumentación... midas lo que midas.

En lo referido al diseño y las dimensiones, hay que aclarar que el Peugeot 208 vuelve a ser un modelo que mide menos de cuatro metros (el Peugeot 207 mide 4.045 mm). Exactamente mide 3.962 mm, pero eso no le impide crece por dentro. La batalla es casi igual que antes (2.538 mm), pero la habitabilidad mejora gracias a que se ha reducido el tamaño de los asientos delanteros.

Estéticamente destaca porque las dos carrocerías disponibles por el momento (tres y cinco puertas) no son un derivado la una de la otra, sino que cuentan con diseño específico para tratar de llegar a una clientela diferente (el 3p apuesta por una aspecto exterior más diferenciado y deportivo). Eso sí, ambos incorporan la nueva imagen de la marca con calandra flotante y faros rediseñados con luces de día LED, además de elementos cromados que le aportan un aspecto más premium.

En el interior del Peugeot 208 hay un gran cambio respecto al 207. Se ha reemplazado el volante de gran diámetro que éste tenía por otro de menores dimensiones con forma ovalada, que va colocado más bajo. Y para asegurar una correcta lectura del cuadro de mandos, dado que el hueco del volante ahora es más pequeño, han ideado un nuevo módulo, ubicado más alto, que incluye velocímetro, tacómetro y ordenador de viaje. Sinceramente, parece muy bien pensado y, en realidad, así es. Pero a mí me gusta conducir con el asiento lo más bajo posible para lograr rebajar el centro de gravedad y así incrementar la estabilidad del vehículo, así que no logro una postura adecuada para tener una lectura correcta de los relojes.

El coche que he podido analizar es una unidad de preserie, así que los acabados no son los definitivos. Pese a ello, hay que destacar que el aspecto general es bueno. En cuanto a calidades, mezcla materiales más básicos (plásticos duros) con otros de mejor apariencia y tacto (cuero y plásticos engomados) en las partes más accesibles del salpicadero y las puertas.

Otro de los avances que presenta el Peugeot 208 es en el apartado de conectividad. Es un precursor en este sentido, porque es el primer modelo de su categoría en poder incorporar un sistema multimedia con pantalla táctil que incorpora manos libres 'Bluetooth' válido para escuchar música desde un reproductor MP3 externo o un 'Smartphone'. Además, dispone de conexión a Internet. Sin olvidar que ahora la pantalla está mejor ubicada que en el 207, en el que te veías obligado a desviar demasiado la vista de la carretera.

Por otro lado, se han mejorado aspectos de confort, como el sistema de climatización, que se ha implementado con tres posiciones distintas: 'Soft', 'Auto' y 'Fast' en función de lo que le quieras exigir a la calefacción o al aire acondicionado.

Respecto al chasis, hay que aclarar que es el mismo que el del 207, pero permite una mayor modularidad en el sentido de que puede montar distintos tipos de suspensiones. Para las variantes menos potentes monta un tren de rodadura delantero similar al de otros modelos del Grupo PSA, como el Citroën DS3, que es más ligero. Y para los más potentes (el 1.6 THP de 156 CV) se decanta por una suspensión similar a la del actual 207: más pesada, pero que ofrece la posibilidad de aportar una configuración más deportiva.

El nuevo Peugeot 208 empieza justo ahora su comercialización y los precios parten de los 11.650 euros de la versión Acces 1.0 VTi 68 de tres puertas, hasta los 18.100 del acabado Allure  con motor 1.6 e-HDi de 115 CV.

En este vídeo del Peugeot 208 puedes ver la evolución estética que ha experimentado este modelo, que ahora es más pequeño, pero que ofrece un interior incluso más espacioso.

Prueba con el motor 1.4 HDI (por Jorge Arenas)

El Peugeot 208 tiene una importante tarea por delante: lograr el primer puesto en la categoría de utilitarios. Si llega a triunfar o no es algo que el tiempo se encargará de decir, pero lo que está claro es que todo apunta a que puede hacerlo. De momento, este Peugeot 208 1.4 HDi se presenta como el más asequible de la gama. Mucho se ha comentado hasta este momento del 'downsizing', esa tendencia que habla sobre motores cada vez más pequeños y eficientes. Pero, ¿y si te digo que Peugeot lleva la idea más allá al unir esta tecnología con una carrocería más pequeña y ligera?

De esta manera, en la marca rompen con la tendencia habitual de todos los fabricantes de hacer cada nueva generación más grande y pesada. Una decisión inteligente, sin duda. Sobre todo porque a pesar de medir cinco centímetros menos, curiosamente, ofrece una mayor habitabilidad (en las plazas traseras hay más espacio longitudinal para las piernas) y un maletero que crece 15 litros, hasta alcanzar los 285. Respecto al peso, el nuevo Peugeot 208 puede ser entre 110 y 173 kilos más ligero que su predecesor, según versiones.

Otro dato que me hace pensar que este Peugeot 208 1.4 HDi se ha subido al carro de la más pura actualidad es su diseño interior, de aspecto más serio que antes y hasta con un cierto toque premium. La parte baja de la consola me recuerda a las berlinas de la marca, la iluminación está muy lograda, la pantalla de información en el tablero de instrumentos tiene muy buena definición… Otro rasgo totalmente personal del nuevo 208 es su volante, que es pequeñísimo. Acostumbrarse al buen tacto de su dirección es fácil, ya que te hace más agradable la conducción.

Pero esto no quita para que te diga dos cosas. 1. Después de conducir un 208, cuando te subas a otro coche te va a parecer que su volante es una paellera para diez. 2. Seas alto, bajito o mediano no llegarás nunca a ver toda la instrumentación porque el aro del volante la tapa. Esto es un hecho contrastado y que Peugeot admite. Bajo el capó del 208 que voy conduciendo se esconde un 1.4 HDi de 68 CV. Que no te engañen sus cifras de aceleración, que aunque parezca un caracol con sus 16 segundos en el 0 a 100 km/h, en realidad no va tan mal.

Para su potencia es bastante digno a la hora de recuperar y, si acaso, se le puede achacar un exceso de ruido. Como arranque de gama es correcto. El verdadero problema que tiene este Peugeot 208 1.4 HDi es el matrimonio que forma con el cambio manual pilotado CMP. Es eterno en sus transiciones, da tirones, interrumpe la tracción, no elige la marcha adecuada y te pone tenso cuando aparcas... Rivales como el Skoda Fabia o el Seat Ibiza montan cambios automáticos mucho mejores.

Prueba con el motor THP 155

Buscas algo con gancho en la conducción y no te importa acudir a repostar más a menudo si a cambio te diviertes al volante. Por eso te has decidido por este Peugeot 208 THP 155. ¿Acierto de pleno? Veamos... Su motor de 1,6 litros es el mismo que te puedes encontrar en un Mini Cooper S, aunque con 155 CV.

¿Pocos? Para nada, sobre todo porque cuenta con un turbo que hace que la respuesta al acelerador sea más intensa a regímenes bajos. Si a eso le añadimos unas relaciones de cambio muy bien elegidas (el tacto del cambio no es tan preciso como cabría esperar en esta versión), este 208 THP se convierte en un pequeño atleta con unas aceleraciones más que convincentes: cuando se pone a empujar de verdad (tienes que  rebasar las 1.900 rpm), la entrega de fuerza es bastante lineal y sube hasta las 6.500 rpm.

Pero para nada serviría hacer un motor con tanta alegría si este no se acompañara de un chasis igual de divertido. Y ahí el Peugeot 208 tampoco me defrauda. Pisa con nobleza y te pone las cosas fáciles al volante, con un comportamiento predecible que te permite avivar el ritmo con bastante margen de seguridad. Lo mejor de todo es que este 208 no es, ni mucho menos, un coche incómodo de suspensiones y ofrece un agradable equilibrio general.

Bien equipado de serie, pero algo caro

Llegados a este punto, la pregunta es: ¿cuánto hay que pagar por esta diversión? Peugeot pone el listón en los 18.850 euros, una cifra alta que se atenúa en parte con un descuento de la marca de 1.210 euros. Pero es que un Seat Ibiza FR de 150 CV cuesta 17.000 euros y cuenta con el eficaz cambio de doble embrague, además de exhibir un comportamiento incluso más dinámico. Y ya puestos, si lo que buscas son más sensaciones puras y más potencia, un Skoda Fabia RS te ofrece un motor de 180 CV a 18.430 euros, lo que deja un poco en evidencia al 208.

A cambio de ese precio, el modelo del león monta un equipamiento de serie que no está nada mal y que, sobre todo, se puede completar con unas opciones cuyos precios tampoco son una locura (el navegador junto con la pantalla táctil de siete pulgadas cuestan 509 euros). Por último, en cuanto a la habitabilidad interior, las cotas le sitúan en la media del segmento. Por ejemplo, tiene que ceder terreno en las plazas traseras ante rivales como el Corsa, el citado Ibiza o el nuevo Clio. Pero, en definitiva, no está mal para una carrocería que no llega a los cuatro metros y que es incluso algo más pequeña que la de su antecesor, el Peugeot 207.

Prueba con el motor 1.2 VTI (por Emilio Samoral)

El Peugeot 208 es un coche con unos antecesores muy distinguidos. Siempre he sido un gran amante del Peugeot 205. Hace muchos años teníamos en casa un Turbo D que con su motor diésel de 1,8 litros y 78 CV era un auténtico matagigantes. Recuerdo que corría muchísimo y, además, gastaba muy poco. Uno de sus secretos era su peso en vacío: solo 925 kilos. Además, cuando me saqué el carnet de conducir estuve a punto de hacerme con un 205 GTI. ¡Cuánto me arrepiento de no habérmelo comprado!

Ahora, años después, me encuentro con la prueba del nuevo Peugeot 208, Premio ABC Mejor Coche del Año 2013. Ya han pasado a la historia los 206 (gran coche) y 207. Esta semana me toca probar un discreto modelo de gasolina que se presenta con un motor de tres cilindros y pretende hacer su pequeña revolución. Sin embargo, lo que más me ha desilusionado de este utilitario es su propulsor. Está claro que esperaba que ofreciera un rendimiento más contundente, pero me que he quedado con la ilusión. Sin salir del grupo PSA, recuerdo lo que corrían (por ejemplo) los Citroën AX GT, que con solo 85 CV eran unos productos con un carácter muy deportivo. Sí, es cierto que parte de su secreto residía en que solo pesaban unos 750 kilos, pero ese bloque de cuatro cilindros tenía mucho carácter.

En el Peugeot 208 me encuentro con una mecánica tricilíndrica a la que le vendría fenomenal la incorporación de un turbocompresor para ofrecer 120 CV de potencia y tener un tacto completamente diferente. Al propulsor 1.2 VTi le cuesta mucho subir de vueltas, lo hace de un modo muy perezoso y las recuperaciones son bastante discretas. Es más, he realizado bastantes kilómetros en autovía carretera y te puedo asegurar que no se encuentra cómodo: en los adelantamientos tienes que llevarlo hasta el límite si los quieres hacer con cierta soltura.

Sin duda, este bloque no tiene nada que ver con el 1.0 VTi que lleva el 107 y fabrica Toyota. El motor japonés es ágil, le gusta subir de vueltas y su consumo medio es muy bueno. Por cierto, aunque el 208 está disponible con otro tres cilindros de un litro, no es el mismo que el del Aygo. Se trata de un propulsor de esta nueva familia de Peugeot. Por otro lado, tampoco he obtenido un consumo medio para lanzar cohetes: 6,0 l/100 km. Sí, es una cifra razonable, pero se me cae el mundo a los pies cuando compruebo que un 208 1.6 HDI se conforma con solo 4,9 litros y me da una autonomía de 1.020 kilómetros. Es cierto que cuesta unos 1.800 euros más, pero con estos datos... no hay color.

Bien puesto a punto

No obstante, aunque el propulsor no sea santo de mi devoción, tengo que decirte que este Peugeot es un producto muy interesante. Sobre todo, porque ofrece un sensacional comportamiento. Por ejemplo, la unidad que he probado es de lo más discreto que puedes comprar dentro de la gama Peugeot 208, pero tiene una puesta a punto de la que los franceses llevan años haciendo gala: su suspensión absorbe muy bien las irregularidades del terreno y, encima, tiene una estabilidad muy elevada. Redescubrí lo bien que Peugeot afina los chasis en un 508 que probé hace unos meses y con el 208 me he encontrado con un coche muy preciso.

Además, el diminuto volante te da una agradable sensación de dinamismo y deportividad. Aunque, pensándolo fríamente, se han pasado al hacerlo tan pequeño. Deja tan poco hueco en su interior que cuesta mucho leer el velocímetro. ¿Por qué te crees que los volantes de Mercedes suelen ser tan grandes? Los alemanes tienen la regla de que siempre se deben contemplar los datos que aporta la instrumentación de un solo vistazo. Así que este francés nunca podría estar fabricado por germanos.

Por otro lado, me ha gustado mucho lo bien aprovechado que está el habitáculo del Peugeot. Con algo menos de cuatro metros de longitud, ofrece unas plazas traseras con mucho espacio para las piernas y un maletero de 285 litros que está por encima de la media del segmento. Además, su equipamiento de serie es muy completo y no faltan el aire acondicionado, el control de estabilidad o la toma USB para el iPhone. Si a esto le añades que el precio de las opciones es muy contenido y que por 490 euros tienes un navegador sobre una pantalla táctil de 7 pulgadas... sobra decir que no todo en un coche es motor.

En nuestro comparador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Peugeot 208 1.4 HDI 68. Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 30 años, con 10 de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche a diario, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 20.000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo más recomendable por su calidad-precio lo ofrece Genesis Auto, por 491 euros.
 
Este coste podría ser menor si optas  por una póliza a todo riesgo con franquicia. En este caso, la más barata sería la de Direct Seguros. Cuesta 236 euros con franquicia de 240 euros.

Valoración

Nota8

El nuevo Peugeot 208 es más corto que el 207, pero tiene un interior y un maletero más capaces. Además, apuesta por mecánicas más eficientes, generaliza el uso del

Alternativas a Peugeot 208

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