¿Sería bueno subir la velocidad de los autobuses urbanos?
El titular es sorprendente: aumentar un 10% la velocidad comercial del transporte público haría recuperar al viajero un día entero cada año. El tiempo que, entre una cosa y otra, perdemos en el transporte público urbano, especialmente el autobús, es más cuantioso del que pensamos. Llegas a la parada y hay largas colas para entrar en el vehículo, ya que hay 3 pasajeros que deben pagar al conductor y tardan más de lo normal, una vez que salimos, parada aquí, atasco allá y demás elementos que al final te hacen perder muchos minutos. Si tenemos en cuenta que cada viajero realiza una media de 7 km al día en sus desplazamientos, las cuentas sorprenden.
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La Asociación de Empresas Gestoras de Transporter Colectivos Urbanos (ATUC) propone varias soluciones que no son nada rompedoras pero que podrían ayudarnos a todos a mejorar nuestra calidad en el desplazamiento urbano y a perder menos tiempo. Lo primero que proponen es aumentar la velocidad de los autobuses urbanos hasta en un 10%. En la actualidad, es de 12 km/h de media y desde esta asociación afirman que si circulasen a 13,2 km/h, permitiría a cada pasajero ahorrar 5 minutos al día, más de un día al año. Pero los cambios van más allá.
Otro de los elementos para conseguir un transporte urbano más rápido y eficiente pasa por modernizar la forma de pago y reducir las colas al entrar al autobús. Lo primero que proponen es la eliminación del dinero físico. El hecho que los pasajeros no puedan pagar con billetes superiores a 10 euros (5 euros en algunas ciudades) es un engorro. Por ello proponen la tecnología 'contactless' para pagos por contacto con nuestra tarjeta de crédito o teléfono móvil. Este elemento podría eliminar los cuellos de botella en puntos de venta y en los accesos al autobús. Además, según la ATUC, reduciría los costes operativos y las empresas de transporte podrían explotar nuevos modelos de negocio.
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No obstante, también afirman que el futuro ya está aquí y proponen implementar desde ya los sistemas de transporte inteligente, como por ejemplo cámaras ubicadas cerca de las puertas para controlar el aforo del vehículo: con esta tecnología, la compañía de transporte podría enviar otro autobús vacío en una línea saturada de manera completamente automática. Esta tecnología también permitiría a la gente pagar de manera automática, ya que el reconocimiento facial podría asociar tu cara con una cuenta bancaria y no sufrir por no disponer de dinero suelto al subir a un autobús, además de aumentar la seguridad del servicio.
Según la ATUC todas estas medidas se podrían implementar actualmente y suponer un gran ahorro de tiempo y bienestar a bordo para los cientos de miles de españoles que utilizamos el transporte público a diario.
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