McLaren 650S o McLaren 12C, ¿una cuestión de depreciación?
Nacho de Haro
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La depreciación es la pesadilla de todo aquel que se compra un vehículo nuevo, personas que ven con impotencia cómo su flamante automóvil pierde, de media, el 18% de su valor original nada más matricularse. Y eso es solo el principio, ya que por norma general, irá perdiendo un 10% de su valor año tras año. Pero no todo es malo, pues es la depreciación, precisamente, la que nos permite acceder a modelos que de otra forma no nos podríamos permitir y plantearnos cuestiones como esta: ¿con cuál te quedarías, con un McLaren 650S nuevo o con un McLaren 12C de ocasión?
La respuesta, sin dar más información, parece evidente: con un McLaren 650S, la última evolución del modelo que en 2011 representó el regreso de la marca como fabricante de automóviles de calle. Pero, ¿y si te decimos que entre un McLaren 650S y un McLaren 12C hay más de 100.000 euros de diferencia -o incluso más- a favor del segundo? La devaluación que sufren los primeros McLaren de la era moderna es tan cuantiosa que es posible adquirir uno de ocasión -y prácticamente a estrenar- por menos de la mitad de lo que vale uno nuevo.
A todo esto también hay que añadir que tanto el 650S como el 12C (o MP4-12C, como lo denominaron en un primer momento) son, en esencia, el mismo vehículo. Y para demostrártelo, aquí tienes la galería de imágenes del McLaren 12C:
Y aquí la galería de fotografías de la última evolución del modelo, el McLaren 650S:
Aunque la estética es una cuestión muy subjetiva, que dependerá de los gustos de cada uno, personalmente he de reconocer que visualmente me gusta más el McLaren 12C que el McLaren 650S, por ese motivo, incluí al modelo en el ranking de los cinco coches a los que el ‘restyling’ no les sentó nada bien. Lo que no se puede discutir es la superioridad del 650S con respecto al 12C en todos los apartados medibles, como la potencia o las prestaciones.
Son 625 CV y 600 Nm de par, en el caso del 12C, frente a los 650 CV y 678 Nm del 650S. 328 km/h de velocidad punta y un paso de 0 a 100 km/h de 3,1 segundos frente a los 333 km/h y 3 segundos que necesita el 650S para completar la misma operación. Hay diferencias entre los dos que, aunque poco significativas, podrían justificar -o no- los más de 100.000 euros que los separan.
Fuente: CarBuzz
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