Siete coches que no queremos volver a ver
Estos son siete coches que no queremos volver a ver. Los diseñadores e ingenieros no siempre aciertan con los productos que lanzan al mercado. Algunas veces fallan con una estética comprometida y, otras, con una técnica mejorable.
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La tercera generación del Seat Toledo es un buen ejemplo. El primer y segundo Seat Toledo fueron éxitos totales de ventas. Se trataban de berlinas de tres cuerpos con un amplio maletero y con una excelente relación calidad-precio. La tercera generación de este Seat apostó por una mayor habitabilidad interior a costa de darle más volumen a su carrocería.
Por otro lado, el Ford Fiesta RS Turbo es un ejemplo de cómo la falta de una puesta a punto puede llevar al traste un bonito coche. Este Ford Fiesta utilizaba un motor de 1,6 litros con 133 CV y su entrega de potencia era tan bestial que todo el que lo probaba se echaba las manos a la cabeza. Además, su dirección no era nada comunicativa.
El Fiesta RS Turbo llevó tarde al mercado (1990), la mayoría de sus rivales ya se estaban pasando a las 16 válvulas y solo estuvo a la venta durante 2 años. Por suerte, Ford ya aprendido de este error y ahora comercializa el eficaz Ford Fiesta ST con un comportamiento perfecto.
Si estás buscando un deportivo pequeños, con el recomendador qué coche comprar lo encontrarás rápido. Por cierto, te recomiendo que le eches un vistazo a la galería de fotos y conozcas a los coches que no queremos volver a ver.
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