Dentro de la amplia gama disponible en el Clase A, la opción híbrida enchufable resulta una de las más interesantes para aquellos que hagan un uso preferentemente por ciudad, pero también algún que otro viaje. Analizamos el Mercedes Clase A híbrido enchufable, cinco virtudes y dos defectos. 

El Clase A híbrido enchufable está equipado con un motor de gasolina 1.33 turboalimentado que produce 160 CV, asociado a un motor eléctrico de tipo síncrono, con 102 CV. Trabajando conjuntamente, el sistema híbrido entrega 218 CV. Gracias a esta mecánica, luce la etiqueta CERO de la DGT.

Le potencia se transmite a las ruedas delanteras mediante una caja de cambios automática de doble embrague 8G-DCT, con ocho relaciones. El motor eléctrico mueve al Clase A y también hace las veces de motor de arranque para activar el motor de combustión, ya que no tiene un motor de arranque convencional. 

Autonomía eléctrica por encima de la media

Una de las principales virtudes del Mercedes Clase A híbrido enchufable es su autonomía circulando en modo eléctrico. Equipa una batería de iones de litio de 15,6 kWh de capacidad, ubicada bajo los asientos posteriores. 

Con esta batería, el coche híbrido de Mercedes homologa una autonomía eléctrica de 73 kilómetros según el ciclo WLTP, si bien, en un uso real, es menor, por encima de los 50 kilómetros. En cualquier caso, es una cifra por encima de la media.

Consumo bajo

El Clase A híbrido enchufable anuncia un consumo medio de solo 1 litro cada 100 kilómetros. Es cierto que se puede conseguir una cifra de consumo cercana, pero solo durante los primeros 100 kilómetros. 

Haciendo un uso normal durante un viaje, es fácil conseguir medias entre 5 y 6 litros, incluso bajar de los 5 litros en algunos casos, que es un registro bastante bueno para un coche de sus características, potencia y, sobre todo, peso (unos 200 kg más que un Clase A normal).

Prueba Mercedes A 250 e: juega en una nueva liga

Esto lo consigue gracias a su programa con seis modos de conducción: Individual, Sport, Comfort, Electric, Battery Level y Eco. El modo Sport permite extraer todo el potencial de ambos motores.

El resto de los modos optimizan el rendimiento de la batería. En el modo Electric, el coche se mueve exclusivamente con el motor eléctrico hasta una velocidad máxima de 140 km/h. 

El modo Bettery Level reserva una cantidad de energía de la batería para utilizarla cuando sea necesaria. Puede ser útil para evitar que la batería baje del 20% o para circular en modo eléctrico al llegar de un viaje.

Equipamiento tecnológico

El Clase A puede presumir de un amplio despliegue tecnológico, siendo uno de los modelos más equipados de su categoría en este sentido. La pega es que muchos elementos son opcionales.

Se puede elegir el asistente MBUX, que incluye el reconocimiento vocal para controlar diferentes funciones. Es uno de los mejores reconocimientos de voz que existen actualmente. 

El sistema multimedia se completa con la pantalla táctil de 26 centímetros en el centro del salpicadero, unida a otra pantalla que hace de cuadro de instrumentos, totalmente configurable. Desde la pantalla, se maneja todas las funciones del vehículo, excepto el climatizador, que dispone de unos mandos físicos.

Igualmente abundante es el catálogo de asistencias a la conducción, la mayoría de ellas opcionales. Destaca el paquete Distronic, que incluye el asistente activo de distancia, el asistente de tráfico de cruces y reconocimiento de señales, entre otros. 

Otros elemento que puede equipar son la cámara de visión 360 grados, el asistente de ayuda al aparcamiento, el capó activo para proteger a los peatones en caso de atropello o los faros Multibeam LED. 

Habitabilidad en las plazas traseras

No es que el Clase A, en sus variantes sedán y cinco puertas, sea un referente en el segmento en cuanto a habitabilidad. Pero es de agradecer que la versión híbrida enchufable mantenga, prácticamente, las mismas cotas de espacio para los pasajeros en las plazas traseras. 

Normalmente, los coches híbridos ven penalizado este aspecto, pero no es el caso del Clase A. Sin embargo, el maletero sí ha visto reducida su capacidad, quedándose en 310 litros para la berlina de cinco puertas y 345 litros para el sedán.

Rápido, a pesar de su peso

La berlina híbrida de Mercedes marca en la báscula casi 1.700 kg, una cifra muy alta para un coche de 4,55 metros. Esto se debe, claro está, al sistema híbrido y a las baterías.

Sin embargo, el Clase A es un coche rápido, acelera de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y pasa de 80 a 120 km/h en sólo 4,7 segundos. Esto garantiza realizar adelantamientos con total seguridad.

Defecto 1: precio

El primer defecto que destacamos del Clase A híbrido enchufable es, sin duda, su elevado precio. 

Cuesta 41.865 euros, que son 7.500 euros más que el Clase A 200 7G-DCT, que equipa el mismo motor de gasolina 1.33 de 163 CV, y 3.200 euros más que el Clase A 200 d 4MATIC 8G-DCT, de 150 CV. 

Es, por tanto, una diferencia de precio muy notable y difícil de recuperar, aunque se haga un uso frecuente del modo eléctrico.

Defecto 2: depósito de gasolina muy pequeño

El segundo defecto quizá no lo sea para algunos propietarios del Clase A híbrido enchufable, pero no deja de ser significativo. El depósito de combustible solo tiene 35 litros de capacidad, una cifra muy pequeña. 

A pesar de ello, gracias a la batería, la autonomía total del coche no es mala, cercana a los 800 kilómetros, aunque no tan buena como las variantes diésel y a un precio claramente inferior.