La increíble historia del Ford Escort
Hubo seis generaciones
En enero de 1968, vio la luz un vehículo que acabaría convirtiéndose en un icono de Ford. Aún faltaban varios meses para que los estudiantes franceses revolucionaran las calles de París, exigiendo cambios sociales, cuando la marca del óvalo presentó en el Salón de Bruselas un coche muy especial: esta es la increíble historia del Ford Escort.
El Escort es un coche que permanece en la memoria de muchos entusiastas del motor, que han crecido viendo algunas de sus generaciones, hasta que la marca estadounidense decidió reemplazarlo por el Ford Focus.
El Ford Escort fue capaz de robarle protagonismo en el Salón de Bruselas de 1968 a coches como el nuevo Mercedes Clase S y hasta el mismo Lamborghini Miura Spider. Un coche que, si bien no presentaba grandes novedades tecnológicas ni un diseño rompedor, sí tenía una misión comercial muy importante para la compañía: ser el vehículo de acceso a la gama.
La increíble historia del Ford Escort
Hay que recordar que el Ford Fiesta todavía tardaría varios años en llegar y la marca del óvalo necesitaba un modelo de acceso para Europa, que pudiera competir rivales directos como el Simca 1000, el Opel Kadett o el Renault 8.
Además, por aquel entonces, Ford era la marca más vendida en todo el mundo, por delante de Chevrolet y Volkswagen, por lo que la introducción de un nuevo modelo destinado a un público más amplio era importante en la estrategia comercial de la marca.
Un coche que fuera útil para el día a día, fiable y eficaz, capaz de cubrir las necesidades del conductor medio europeo, el segundo parque automovilístico más importante, después del estadounidense.
El Escort fue creado como el sustituto natural de un coche que la compañía norteamericana vendía desde los años 50, el Ford Anglia. Ya entonces, existía un modelo denominado Escort, que correspondía a la versión break del Anglia.
No fue un coche revolucionario, porque presentaba una configuración mecánica desfasada, compuesta por un motor en posición delantera y ruedas motrices traseras, algo que había estrenado el Mini varios años antes.
La gama inicial del Escort estaba compuesta por un motor 1.1 litros de 54 CV y un 1.3 litros de 75 CV. Más adelante, apareció una versión menos potente de 940 centímetros cúbicos. Al principio, solo se ofrecía con carrocería de tres puertas, pero luego aparecieron una de cuatro puertas, otra familiar e, incluso, variantes deportivas.
En 1970, apareció el Ford Escort RS, con un motor de 1.6 litros que alcanzaba los 115 CV, potencia suficiente para que este coche ligero ofreciera unas prestaciones muy buenas y un comportamiento más deportivo. Con esta versión RS, el Escort dejaba de ser un coche aburrido y convencional.
Siguientes generaciones
El Ford Escort MkI estuvo en producción hasta 1975. Ese año, llegó la segunda generación, caracterizada por un diseño más de tipo fastback y un frontal renovado, completamente horizontal.
La tercera generación llegó en 1980 e introdujo cambios significativos. Para empezar, fue el primer Escort que se comercializó en España y además se fabricó aquí, entre otros países.
¿Cuál era mejor, Ford Escort RS Cosworth o Volkswagen Golf GTI?
Además, el coche fue desarrollado desde cero, con un nuevo chasis y un nuevo esquema mecánico: ahora el motor estaba colocado de manera transversal y la tracción pasaba a ser delantera. El Escort se convirtió en el segundo modelo de Ford, tras el Fiesta, en adoptar este sistema.
Otra de las grandes novedades fue XR3i, con 105 CV desde 1982 a 1985, y con 90 CV a partir de 1985. También apareció una variante más deportiva, denominada RS Turbo, que elevaba la potencia hasta los 130 CV. Ahora, el Escort podía competir con rivales como el Golf GTI o el Opek Kadett GSI.
Llega el Escort con tracción delantera
La tercera generación del Escort estrenó también una carrocería de cuatro puertas que recibió el nombre de Ford Orion que, más adelante, se convirtió en un modelo totalmente separado en la gama y, en los 90, volvió a recuperar el nombre Escort.
La cuarta generación llegó en 1986 y representaba una evolución estética del Escort MkIII. Se mantenían los motores pero añadía alguna innovación tecnológica, como un sistema mecánico de bloqueo de frenos.
La cuarta generación estuvo poco tiempo en el mercado, ya que en 1990 llegó la quinta. Además de un diseño completamente nuevo y más moderno, este modelo estrenó la versión Ford Escort RS Cosworth, que sirvió de base la versión de rallys que condujo Carlos Sáinz.
El Escort RS Cosworth
El RS Cosworth montaba un motor de 2.0 litros y 16 válvulas, con dobles árbol de levas y 224 CV, enviados directamente a las cuatro ruedas. Además, lucía un kit estético muy agresivo, con paragolpes y llantas específicos, y unas entradas de aire en el capó que lo hacían muy ‘racing’.
Finalmente, la sexta y quinta generación salió al mercado en 1995 con unas formas más curvas que el anterior y una nueva parrilla con forma ovalada. Esta generación no contó con una versión Cosworth. Su producción finalizó en 1999 en Europa, aunque continuó en otros países.
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