Prueba del Volkswagen ID.3: conducimos por fin el esperado compacto eléctrico

Prueba del Volkswagen ID.3. ¡Por fin! Teníamos ganas, muchas ganas de ponernos al volante del Volkswagen ID.3, el primer coche eléctrico de la marca alemana concebido, desarrollado y producido desde cero como tal y que, además, es el primer coche con un balance neutro en cuanto a emisiones de CO2 en todo su ciclo de vida.

Y teníamos ganas, entre otros muchos motivos, porque el que firma estas líneas había leído, asistido a seminarios y realizado entrevistas, además de ver prototipos de este modelo desde hace tiempo, y ¡por fin! he podido ponerme a sus mandos por tierras españolas.

El Volkswagen ID.3, que es el primero de la nueva familia ID, tal y como te mostramos en este vídeo. Dale al play.

VÍDEO: prueba a fondo del Volkswagen ID.3

El ID.3 que se produce en la planta de Zwickau, cerca de la fábrica de cristal de Dresde, ambas especializadas en series pequeñas y ‘primeras ediciones’, le seguirá entre finales de 2020 y principios de 2021 el Volkswagen ID.4.

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Pero hasta que llegue ese día, el protagonista indiscutible es el Volkswagen ID.3, que estrena la plataforma MEB, sobre la que se basarán los próximo coches eléctricos de la marca alemana e, incluso, modelos de Ford, corporación con la que VW ha llegado a un acuerdo.

Interior del Volkswagen ID.3

Antes de ponerme a sus mandos del ID.3, tengo la oportunidad de contemplar el VW ID.3 junto a dos de sus hermanos, el Volkswagen Beetle y el Volkswagen Golf, dos iconos no solo de la propia marca –que representan la columna vertebral de su éxito– sino de la historia del automóvil. Y tengo que confesar que como me ha ocurrido con otros modelos, el ID.3 gana muchos enteros en vivo y en directo, sobre todo cuando lo juntas con otros coches y, sobre todo, en la calle. 

Cada uno de los dos primeros modelos de Volkswagen citados supusieron una disrupción, y con el ID.3 Volkswagen espera lograr lo mismo. En este caso: convertirse en el coche eléctrico del pueblo.

Lo cierto es que a igualdad de tamaño, el ID.3 tiene un interior muy, muy amplio, a lo que contribuyen sus cortos voladizos y su gran batalla de casi 2,8 metros. En las filas traseras, que es lo primero que pruebo, quepo sin problemas. En su interior, lo cierto es que me recuerda al BMW i3, por amplitud mayormente. El maletero, con sus 385 litros de capacidad es muy capaz.

El puesto de conducción del ID.3, por su parte, es un dechado de modernidad, al fin y al cabo, un coche como este no merecía menos.

Me gusta la instrumentación (5,3''), compacta, digital, con todo a mano. La pantalla central, de 10 pulgadas, me parece sumamente similar a las de otros hermanos de la casa o incluso primos del consorcio.

Me acomodo en el asiento del conductor, y me llevo una primera buena impresión. Y es que en el ID.3 ocurre como en un Golf, por ejemplo: encontrar la postura idónea se consigue a la primera.

Para arrancar el VW ID.3 basta con pisar el freno

Es hora de iniciar la prueba, un recorrido por el centro de Madrid y la sierra; en total, 122 km. El modelo disponible para este primer contacto es el Volkswagen ID.3 First Edition que monta en el eje trasero el motor de 150 kW (204 CV) y con la batería de 58 kWh que proporciona hasta 420 km de autonomía. 

Como suelo hacer siempre piso el freno antes de pulsar el botón de arranque, y el ID.3 arranca; y es que con solo pisar el pedal del freno es suficiente. Emparejo mi smartphone y empiezo a trastear con el sistema de infotainment. La primera impresión es buena.

Inicio la marcha y sigo cuidadosamente las indicaciones. Circulo en absoluto silencio por calles estrechas con giros a priori complicados para el ID.3, pero curiosamente es ágil como un Volkswagen Polo.

Me estoy sintiendo cada vez más a gusto al volante del ID.3 cuando el navegador me comienza a chirriar. No solo porque sus grafismos son tan modernitos que no termino de entenderlos –¿tan difícil es copiar lo que hace Google Maps?–; son poco intuitivos. Si a ello se le une que al menos en ese tramo hay un enorme margen de error, me entra ansiedad. Menos mal que estoy en mi ciudad...

Los 'problemas' del sistema de infotainment fueron un problema de las unidades preserie y se supone que estaba subsanado. En cualquier caso, a principios de 2021 ha habido una actualización de software que afectó sobre todo al head up display de realidad aumentada, un chulada de tecnología que he podido probar y que me ha dejado un excelente sabor de boca. Como si de un juego se tratara, la información virtual dinámica se sitúa en el campo de visión a una distancia figurada de 10 metros y muestra marcadores de carril, flechas de giro y destino de la navegación. Con el navegador trabajando, las flechas guían el destino, haciéndose más grande, poniéndose intermitentes y, en el momento que pasas la salida, desvaneciéndose. Una chulada que parece sacada de una película de ciencia ficción. 

Sea como fuere, cuando salgo a carretera se me quita la ansiedad y empiezo a disfrutar del ID.3. Voy en modo Eco y el coche corre. Sus 310 Nm de par se notan. 

Dejo las carreteras de circunvalación y me adentro en pueblos de la sierra. Cuando paso con el ID.3, además de apreciar lo bien que trabajan las suspensiones que filtran baches y badenes, también noto cómo este eléctrico tan modernito levanta interés y... rompe algún que otro cuello. Supongo que cuando se lanzó el primer Golf ocurrió algo parecido...

Dejo el núcleo urbano para tomar carretera de sierra. ¿Habrá rock&roll? Hombre, no es un V8, no hay ruido... En vez de ser Led Zeppelin es más Muse, pero el VW ID.3 en modo Sport empuja con alegría, y eso que pesa casi 1,9 toneladas, y eso también se empieza a notar en la autonomía, que baja estrepitosamente de los 360 km con los que comencé el recorrido hasta situarse en los 260, y no he cubierto ni la mitad de la prueba.

En las curvas se nota y agradece que las baterías vayan en el suelo, pues además de proporcionar estabilidad contrarresta las oscilaciones de la carrocería de tipo monovolumen que presenta el ID.3. 

En el tramo final de la prueba del Volkswagen ID.3, activo de nuevo el modo Eco así como la tecla B para retener y recuperar energía. Al contrario que otros eléctricos, la retención no es muy agresiva, pero gano km de autonomía.

Mención aparte merece el sistema de inteligencia artificial. Se activa diciendo 'Hola ID' [ID en en inglés, es decir, "ai-di"] pero no terminaba de entender mis comandos o se quedaba en Babia... Espero que con la actualización de software se resuelva.

Al final, tras 122 km de recorrido he terminado con 253 km de autonomía –recuperé mucha autonomía al bajar el puerto montaña– y con un consumo medio de 16,0 kWh/100 km, un dato francamente bueno.

Los precios del Volkswagen ID.3 parten de los 36.145 euros de la versión Pro Performance con batería de 58 kWh, 150 kW (204 CV) y 420 kilómetros de autonomía. Más adelante se ofrecerá la versión City basada en el acabado Pure por debajo de los 30.000 euros.

Eso sí, gracias al Plan MOVES III puedes conseguir un ID.3 por 22.500 euros, puesto que a la ayuda máxima de 7.700 euros para la adquisición de un coche eléctrico se suman los 2.210 euros de Volkswagen gracias a su campaña y financiación.