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Prueba Volkswagen Golf 1.6 TDI Bluemotion

Gasta poco y cuesta...

Ya no existe el Golf Plus, su sustituto es el nuevo Volkswagen Golf Sportsvan, que mide 6 centímetros menos de largo y alto que un Touran, pero que mira más de 12 centímetros por encima del Golf normal. Si Volkswagen andaba buscando el formato perfecto para familias urbanitas y con este nuevo monovolumen compacto no ha dado en el clavo, se ha quedado muy cerca.

El único problema es que les ha dado por ponerle el sobrenombre de Sports y eso puede inducir al error a más de uno: esto es más bien un 'Van'. Está claro que al 1.6 TDI de 110 CV que equipa esta unidad -el propulsor de acceso a la gama diésel- no iba a poder hacer mucho con los 1.430 kg de coche. Esta unidad lleva el acabado Advance y ni con el Sport no creo que sea un deportivo al cuadrado, pero con unas ruedas de 225 mm de ancho y una pulgada más de llanta seguro que la cosa algo cambiará… y más con el motor de 150 CV.

En todo caso, el propulsor diésel de 110 caballos sumado al impecable cambio DSG-7 con levas en el volante es una combinación óptima de suavidad y consumos reducidos (5,3 l/100 km durante la semana de prueba), que basta y sobra para llevarte a ti y a los tuyos de viaje. Para esas ocasiones, el banco de la segunda fila puede desplazarse longitudinalmente hasta 18 cm para obtener 590 litros de maletero. Tras el asiento del conductor colocado como yo necesito, todavía quedan unos dignos 18 cm para las piernas.

El banco de la segunda fila del nuevo Volkswagen Golf Sportsvan también puede abatirse 40:20:40 y el guarnecido del maletero viene con un recubrimiento extra para proteger los asientos en estos casos, si bien la mayor concentración de utilidades se encuentra en el puesto de mandos. Te subes en un VW y ya los has conocido todos, pero precisamente por eso al sentarte tras el volante del Sportsvan tengo una agradable sensación familiar, de todo en su sitio.

Los plásticos del salpicadero del Golf Sportsvan son gomosos y los asientos delanteros, ultrablandos. Me hundo más de la cuenta para mi gusto y hay apoyo lumbar, pero la sujeción lateral en las curvas en unas butacas pensadas para culo y medio no es óptima. Eso sí, los acabados rezuman calidad y robustez, lo mismo que el tacto del volante. La dirección es de lo mejor gracias a la plataforma MQB sobre la que se asienta este coche. Incluso a pesar de que esta unidad equipa el Lane Assist. Si va encendido, interfiere mucho para corregir tu trayectoria, siempre que sea capaz de leer las líneas de la carretera, que no es infalible. Si vas a comprar un Sportsvan con este sistema, pruébalo antes o, quizá, te estés gastando más de 2.000 euros -has de sumar varios paquetes- en un extra que da algo más de seguridad, pero del que no fiarse al 100% y que podrías terminar llevando siempre apagado.

Conclusión

Volkswagen va a lo seguro en sus planes de economía de escala y sitúa el nuevo Golf Sportsvan en un preciso hueco de su oferta. Entre el Golf Variant y el Touran, con la calidad y la robustez tradicionales, por las que hay que pagar un poco más que en las opciones de sus rivales. Echo de menos algo de atrevimiento y originalidad,pero la apuesta de la marca va por otro lado. El Sportsvan es un ejemplo de ello, es un coche impecable: tiene de todo, o casi.

Valoración

Nota6

El Volkswagen Golf 1.6 TDI Bluemotion que hemos probado mide seis centímetros menos que el Touran, pero tampoco es rival directo: es más compacto que monovolumen.

Lo mejor

Es más espacioso, tiene la calidad del Volkswagen Golf

Lo peor

Es tan sobrio como su rival; puede perjudicarle, Le falta modularidad interior

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