Prueba del Suzuki Vitara con el motor de gasolina 1.6 Gasolina con 120 CV

Casi idéntica cilindrada y misma potencia que el motor diésel, pero con una diferencia más que evidente: el motor 1.6 de gasolina de 120 CV solo se asocia a un cambio manual de cinco velocidades en vez de seis y con un tacto y guiado que no convencen tanto como en la versión diésel (de momento es la única opción disponible para esta variante, aunque en el verano se añadirá una caja automática de seis marchas que podría ser muy intersante).

Sus relaciones son cortas y eso hace que el motor gire alto de vueltas cuando circulamos a velocidad de crucero por autovías y autopistas con dos consecuencias claras: un aumento del consumo y una mayor sonoridad interior. Por eso se echa en falta una sexta velocidad. El sonido que llega al habitáculo no llega a ser muy molesto, pero en ese sentido me atrevo a decir que es más agradable el motor diésel, ya que rueda más relajado en esas situaciones.

Por contra, el Vitara de gasolina tiene unas relaciones cortas te van a ayudar cuando estés circulando fuera del asfalto y necesites fuerza extra para sortear un obstáculo o un gran desnivel. Ahí es donde vas a agradecer poder circular en primera, a baja velocidad y con el motor girando a un régimen alto con toda su fuerza y par (156 Nm) .

De todas formas, si no demandas mucha aceleración y cambias a bajas vueltas, este motor se muestra absolutamente agradable: es suave, elástico y no vibra nada, lo que erige como un buen candidato para un uso en ciudad.

En una prueba de unos 110 kilómetros por todo tipo de carreteras, el consumo medio que me ha ofrecido ha sido 6,8 l/100 km en la versión con tracción integral, lo que no es un mal dato, aunque tampoco es para tirar cohetes. En campo o con fuertes aceleraciones, esa cifra se va por encima de 9 l/100 km muy fácilmente.

Como con el motor de gasóleo, la gama de gasolina está compuesta por tres acabados (GL, GLE y GLX) y en tracción 4x2 y 4x4.

En definitiva, la variante de gasolina puede ser más que interesante que la de gasóleo por precio y siempre y cuando no vayas a hacer mucho kilómetros al año y además, eres de los que se toma la conducción con calma.

¿Precio? Desde 16.110 euros con los descuentos ya incluidos.