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Prueba retro del Seat 128 Sport 1.3 serie limitada: uno de los coches más extraños de la marca española (sólo para empleados) ¡y con motor del Fiat Uno!

La firma española tuvo que fabricar una serie especial del 128 3p destinada a la importación... que la matriz italiana finalmente rechazó. Ahora, probamos la primera serie limitada de Seat, el 128 Sport, con muchos detalles curiosos, 73 CV y con este 'look' tan espectacular. 

Entre los coches clásicos Seat el 128 es ya una 'rara avis'. Sin embargo, todavía es más exclusivo y especial el protagonista hoy de nuestra prueba retro, el Seat 128 Sport 1.3 serie limitada, uno de los coches más extraños de la historia de la marca española que se vendió en principio sólo para empleados... ¡y con motor del Fiat Uno!

Y no, aunque tenga esta pinta y no se encuentre fácilmente en el mercado de segunda mano (donde son mucho más numerosos los Seat 127 , los Seat 124 , o los Seat 1430 ), tampoco estaba preparado por el departamento de Competición (luego, Seat Sport ) ni se trataba de un 128 coupe porque este modelo ya lo había de dos puertas en la matriz italiana, pero no el Fiat 128 1430 aunque lo pareciese. 

En resumidas cuentas, si entre 1976 y 1979 querías un deportivo relativamente asequible (aunque más caro que el Seat 1200 Sport 'Bocanegra'), podías optar al Seat 128 3p, con carrocería compacta de 3 puertas -de ahí su nombre- que los italianos habían obligado a fabricar en la Zona Franca de Barcelona pero con los motores patrios de la marca española: el 1200 y el 1430, con 67 y 77 CV. 

Y aunque la compañía hizo todo lo posible por dar a conocer las bondades de un modelo que podía ser tan atractivo para un uso polivalente con una campaña de publicidad que jugaba con lo del 3, la 'P' y la nula pronunciación en inglés que tenía la mayoría del público potencial ("deportivo, berlina, break, tres veces Seat"), la gente no terminó de entender al pobre coche... 

Grandes coches que no triunfaron: Seat 128 3p

...O bien, les parecía demasiado costoso para lo que era (desde 245.300 pesetas) para una renta per cápita de 275.701) y optaban por un Seat 1200/1430 Sport 'Bocanegra' -un coche más de capricho que funcional y 25.000 pesetas más caro- o por el Seat 124 FL 'Pamplona' -fabricado en Navarra y mucho más práctico y elegante que vistoso (el Ritmo no llegaría hasta 1979-1980, por 544.000).  

El caso es que cuando su vida comercial estaba ya en las últimas, Seat se encontró con que tenía que dar salida al último encargo (y fastidio) de Fiat al respecto de esta 'berlinetta' que en Italia se había vendido tanto y de formas tan variadas, y que prolongaría su vida con las carrocerías menos agraciadas en Europa del Este y bajo el nombre comercial de Yugo.  

Nuestra prueba del 128 Sport 1.3: la primera serie limitada de Seat

Así, nace este curioso 128, que llama la atención se mire como se mire, con una nada disimulada puesta al día y que, en principio, se quiso vender a los trabajadores de la marca española. ¿Argumentos para conquistar a esos últimos posibles compradores? Pues una serie de novedades que iban más allá de una personalización estética: 

Carrocería roja, rejilla y parachoques pintados en negro, pegatinas y los que se llamaban líneas de velocidad con la leyenda '128 Sport', limpiaparabrisas y spoiler traseros, llantas italianas, paneles de las puertas oscuros, tapicería de colores, funda de la palanca de cambios en falsa piel, salpicadero con los números y relojes en rojo en vez de en blanco...

Los relojes en rojo son uno de los detalles que diferencian por dentro a esta última edición del 128 con motor 1.3.
Los relojes en rojo son uno de los detalles que diferencian por dentro a esta última edición del 128 con motor 1.3.

 ...Y, cómo no, el logotipo '1300' detrás, que revelaba la novedad más importante de este 'Tiocho', una mecánica delantera mucho más moderna y eficiente, de cuatro cilindros, transversal, 1.290 cc -entre medias de la 1200 y 1430 españolas- con árbol de levas en culata en vez de lateral y capaz de desarrollar también una potencia de 73 CV a 6.000 rpm, con un par motor de 100 Nm a 3900 vueltas. 

Personalmente, como propietario de un Seat 128 3p 1430 desde hace casi 15 años, llevaba siguiendo la recuperación que el departamento coches clásicos de la marca, Seat Históricos, llevaba haciendo desde hace tiempo para dejarlo plenamente a punto. Y ahora que se dibujaba en el horizonte la posibilidad de hacer una ruta por Castilla y León con él, ¿cómo no aprovechar la oportunidad?

Spoiler y limpia traseros, pegatinas de velocidad, paragolpes y molduras en negro y llantas italianas sin tapacubos de chapa.
Spoiler y limpia traseros, pegatinas de velocidad, paragolpes y molduras en negro y llantas italianas sin tapacubos de chapa.

Como en cualquier otro miembro de la colección de Seat en la Nave A-122 de Zona Franca (Barcelona), Isidre López y su equipo han volcado todo su esfuerzo para que esta unidad de 1979 esté como recién salida de la línea de producción de allí mismo. Así que antes de nada, me recreo en dar varias vueltas a su alrededor. ¡No me extraña que también entonces entrara por los ojos!

Con una llave metálica para las puertas y otra de plástico -igualita ya a las de mis Panda 40 de 1980, 1985 y 1986-, en punto muerto, saco el estárter a tope y arranco pisando a fondo mientras el pedal derecho (que tiene una ligera curva hacia el freno pensada para los que no calzan un 47 y pretenden hacer alguna vez el juego punta-tacón) para cebar el carburador de doble cuerpo Webber 32. 

El motor Fiat 1.3 de 73 CV con árbol de levas en culata (no lateral) que llevaba este 128 Sport era más moderno, afinado y elástico que los 1200 y 1430 de Seat.
El motor Fiat 1.3 de 73 CV con árbol de levas en culata (no lateral) que llevaba este 128 Sport era más moderno, afinado y elástico que los 1200 y 1430 de Seat.

Aparentemente, todo es igual, y mientras esta 'machina' española con corazón italiano coge temperatura en la aguja del lado izquierdo del volante, me siento otra vez como el típico 'play boy' de la época -o padre de familia cuarentón que no ha querido renunciar a la diversión pese a tener que llevar detrás a un par de niños con más maletas y bicis- y me dispongo a pasar un 'finde' de turismo.

Engrano la primera de las cuatro marchas (ni el 128 ni el Bocanegra tuvieron jamás la caja de cinco marchas que llevaron el Fura Crono, el Seat Ronda, el Málaga, ni el Marbella, por ejemplo -aunque hoy te encuentres unidades con cajas adaptadas) y ya giro cuellos antes de salir del garaje, donde su doble faro redondo tan setentero le sigue dotando de una buena iluminación, pese a su antigüedad.

Postura correcta, tacto del volante agradable, mucha visibilidad y cierta altura, cinturones enrollables...
Postura correcta, tacto del volante agradable, mucha visibilidad y cierta altura, cinturones enrollables...

Igual que mi 128 de 1978, percibo enseguida que la posición de conducción es bastante baja, que se nota que los asientos eran reaprovechados de la gama 850 pero con reposacabezas añadido, que la luz interior junto al cambio era más proclive a deslumbrar más que a iluminar el habitáculo y que los huecos portaobjetos se reducían a una bandejita central y otra sin tapa que hacía de guantera.

En la austera consola central, sólo tienes dos palancas para regular el aire que entra del exterior, calor-frío por el grifo de la calefacción, un botón para el ventilador que impulsarlo con posición uno-cero-dos, una tapa oculta de la que hay que tirar hacia abajo si quieres calentarte los pies y unas rejillas circulares en forma de araña para girar y dirigir el flujo hacia luna, cuerpo o pasajeros.

Toques de deportividad y lujo: acelerador curvo y empellecedor de la palanca de cambios (que siempre tuvo 4 velocidades).
Toques de deportividad y lujo: acelerador curvo y empellecedor de la palanca de cambios (que siempre tuvo 4 velocidades).

El botón del limpiaparabrisas trasero es otro de los elementos distintivos de esta serie limitada.
El botón del limpiaparabrisas trasero es otro de los elementos distintivos de esta serie limitada.

Me encanta esa sencillez que seguro que tanto en su país de origen como aquí era 'vendida' con todos los honores como "toques de deportividad". Igual que el llamativo volante de falso cuero, que era bastante más amplio que el Momo Prototipo que tengo instalado en el mío, pero que le otorgaba un tacto agradable y una respuesta más cómoda a la hora de girar sus ruedas de 145 SR13

Y esto del confort es especialmente importante, supongo, en una época en la que el coche no era un coupé puro y había que evitar las miradas reprobadoras de una 'parienta' dispuesta a ceder en la elección del modelo a cambio de llevar de 320 a casi mil litros de equipaje en un maletero con cómodo portón y una suspensión equilibrada, que pisara bien pero sin excesos de dureza. 

Prueba Seat 128 Sport

En todo esto voy pensando mientras callejeo por el tráfico de Valladolid, moviendo sus 850 kg en una bonita carrocería de dimensiones compactas (3.826 mm de largo, 1.560 de ancho y 1.310 de alto), gracias a una distancia entre ejes de 2.223 mm, su tracción anterior (el 128 fue el primer coche del grupo Fiat con ruedas motrices, cambio y motor delanteros tras el Autobianchi Primula) y brío.  

Y de este ímpetu se encarga ese esperado motor 1.3 de 73 CV, que se alojó de rebote en un Seat por primera y última vez y que empieza a brillar más y más en comparación con los normales a medida que cogemos velocidad. Es cierto que declaraba una punta de 'sólo' 160 km/h respecto a los 170 km/h de la versión 1430 de 77 CV, pero hay que reconocer que su rendimiento es algo superior. 

El 128 se sigue defendiendo muy bien para un uso diario, tanto por ciudad como por carretera.
El 128 se sigue defendiendo muy bien para un uso diario, tanto por ciudad como por carretera.

Para empezar, se muestra un poco más afinado, silencioso y progresivo. Acelera muy bien, mantiene sin problemas una velocidad de crucero confortable y razonablemente económica de 100-110 km/h a 3.000 vueltas... y lo mejor es que en carreteras de montaña, subidas y bajadas, este 128 Sport es capaz de estirar y recuperarse de un modo más brillante que con mi adorado motor 'catorce treinta'. 

Y por supuesto, destaca en todo más que en el acceso a gama, el 1.2 de 67 CV. Asimismo, las buenas sensaciones se acentúan, a pesar del ruido aerodinámico y la ausencia de quinta marcha de desahogo (elementos que pertenecen al ADN del modelo), porque hay que mentalizarse bien de cómo eran los rivales de la época en ese segmento. 

El 128, junto a su histórico rival (en verde) sin réplica en Fiat: el Seat 1200/1430 Sport 'Bocanegra'.
El 128, junto a su histórico rival (en verde) sin réplica en Fiat: el Seat 1200/1430 Sport 'Bocanegra'.

Y cuando vas haciendo kilómetros, con buena estabilidad, reprís, espacio, comodidad y ciertos adelantos de entonces en seguridad, pues es cuando disfrutas más aún, protegido por cinturones delanteros y traseros en las cuatro plazas y enrollables, servofreno -con discos delante y tambores detrás- con circuito independiente, dirección deformable, tanque de gasolina bajo el maletero... 

Tras recorrer semejantes paisajes castellanos, es hora de reunirse con el resto de la tropa que nos ha acompañado en esta divertida prueba retro del Seat 128 Sport 1.3 serie limitada en el Valladolid Motor Vintage 2022, junto a casi 500 clásicos más, para dejar que otros disfruten también de estos coches de la nave-museo de Seat. 

Un día de ruta de 'Seat Históricos' por Valladolid: Ronda, 127, 128, 850 y 124 hicieron las delicias de propios y extraños.
Un día de ruta de 'Seat Históricos' por Valladolid: Ronda, 127, 128, 850 y 124 hicieron las delicias de propios y extraños.

Y mientras entramos con el Ronda, el 127 segunda serie, el 850 Sport Spider y nuestro '28' Sport, un aficionado nos persigue entre la multitud por todo el recorrido hasta nuestro lugar de aparcamiento en la exposición para hacernos socios de su club. Así que habrá que dejarse querer, que para eso uno tiene el garaje lleno de chapa antigua... y del 128 siempre se aprende algo interesante

  

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