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Prueba: Bultaco Brinco, una moto-bici eléctrica y adictiva

Asistimos a la primera presentación de la mítica firma española en 32 años. Objetivo: probar la Bultaco Brinco, una moto-bici eléctrica única y adictiva. Este vehículo llegará en julio y será el primer miembro de la nueva familia de motos Bultaco. Te contamos todos sus secretos y por qué es tan especial y divertida.

Cuando te levantas para probar un coche o una moto y no sabes qué ropa ponerte es la primera señal de que el nuevo vehículo, por lo menos, va a ser algo diferente. Y eso 'sólo' iba a ser el aperitivo del festival de sensaciones que me esperaban en la prueba de la Bultaco Brinco, una moto-bici eléctrica genial, divertidísima y adictiva con la que la mítica firma española renace tres décadas después.

En una semana repleta de viajes laborales, el cansancio no impedía que resultara de lo más apetecible llegar a Barcelona, colocarse una acreditación en la que pusiera Bultaco y coger una libreta para tomar notas con el mítico logo de la mano con el pulgar hacia arriba haciendo el gesto de 'OK'. Sí, de acuerdo, el merchandising de la marca se había recuperado en los últimos años, pero en pleno 2015... ¿de verdad vuelve Bultaco o todo será una de esas ilusionantes ideas que se quedan en una decepcionante operación de marketing? ¿Realmente tendrán la capacidad de poner motos eléctricas y revolucionarias en producción? ¿Qué será lo próximo? ¿Visitar las nuevas instalaciones de Ossa, Sanglas y Puch? ¿Probar una Montesa Impala? ¿La vuelta de Simca, Talbot, Pegaso y DeLorean?

Para abrir boca, el recibimiento corre a cargo de una Bultaco Sherpa y la que será una de las motos estrella de la renacida marca, la Bultaco Rapitan. Que sí, que vale, que me creo que esto va en serio. Pero ya vale de jugar con nuestros sentimientos, ¿no? Bromas aparte y con la cadena de producción todavía en pleno montaje, ya hay unas cuantas Bultaco Brinco preserie listas para pasárselo en grande. 

Como si fuera uno de esos juegos visuales en los que en una imagen se puede ver a una mujer vieja o a una joven en función de cómo dirijas tu atención, aquí sucede un poco lo mismo: puedes ver los rasgos de una motocicleta casi de enduro de las de antes, con rueda de tacos y motor de dos tiempos... o una revolucionaria bicicleta eléctrica con pedales, acelerador... y un motor con una batería de ión-litio. Así que del resultado de la prueba dependerá si a semejante invento lo llamaremos bicicleta o ciclomotor. 

Un brinco al futuro

De momento, lo que sí tengo claro es que la nueva Bultaco Brinco es un vehículo con dos ruedas y que la de atrás gira cuando mueves los pedales y transmites la fuerza del plato mediante la cadena a alguno de los nueve piñones que hay ahí o cuando giras el puño derecho y actúa el motor eléctrico que está alojado en la rueda trasera.

Prueba completa de la Bultaco Brinco S de calle.

Pero lo llamativo es que lo puedes hacer a la vez (como si se tratara de una bicicleta eléctrica convencional de pedaleo asistido) o abrir solo el 'gas' y dejar que tu montura se convierta en un ciclomotor y acelere sola. Si apagas todo, o se te apaga porque te quedaras sin batería, siempre tienes la opción de pedalear sin más, aunque sería como hacerlo en una pesada bicicleta en la que tuvieras que mover 40 kilos con las piernas.

Una vez que tengo el sillín colocado a una buena altura como para llegar de puntillas al suelo, trato de iniciar la marcha con un golpe de pedal y aquello cuesta horrores. Así que pulso el botón rojo de la derecha, que corta o conecta la parte ciclo en cualquier moto y aquí actúa de seguro, y giro el puño. Hay un pequeño retardo entre que haces esto y el momento en el que la Brinco sale disparada hacia delante. Y como te recomiendan que en parado saltes del asiento y te adelantes sobre el cuadro, como en las bicis, si no vuelves a tomar asiento de otro 'brinco' al acelerar, el sillín puede golperarte en la parte baja de la espalda. No es nada grave ni nada a lo que uno no se adapte en cinco minutos, pero sí otra peculiaridad más de este vehículo.  

Ya en marcha, sorprende para bien que solo se oigan la rodadura y un ligerísimo zumbido propio del motor eléctrico. En el display frontal -que muestra la velocidad, los kilómetros recorridos y el modo de conducción-, ahora, en 'Sport' (hay 'Eco' y 'Tour'), afronto los primeros metros como en una moto normal.

Prueba Bultaco Brinco lluvia

Así, a tope de potencia, las sensaciones son de ciclomotor... hasta que te acuerdas de que tienes pedales para tomar velocidad mucho más rápido. Es entonces cuando te empiezas a creer Alberto Contador, porque subes cuestas imposibles casi sin esfuerzo y, para los momentos en los que te vas a quedar clavado, puedes golpear con el tacón el anclaje de la biela donde va alojado el pedal derecho o el izquierdo y contar en el pedaleo con una suerte de reductora que te permite trepar mucho mejor. El sistema no es muy ergonómico, pero cumple su función. Eso sí, tendrás que acordarte de quitarlo si sales fuerte en llano o cuesta abajo, porque podrías levantar la rueda delantera fácilmente.

Divertida y adictiva

Aunque podría poner el control de velocidad pulsando los botones en el manillar y mantener una potencia constante sin estar pendiente del acelerador para una ruta tranquila a velocidad constante silbando el tema de la serie 'Verano azul', lo cierto es que el cuerpo pide guerra, porque pasan los kilómetros y no estás cansado como esperabas. Me lo estoy pasando como un quinceañero y enseguida me descubro pegando saltos y haciendo derrapes con la rueda trasera como con aquellas BMX con las que muchos crecimos en los 80.

Prueba-Bultaco-Brinco-campo

Sólo hay que acordarse de que los frenos actúan como el de una moto (el trasero es el izquierdo y el delantero, el derecho -aunque se pueden montar al revés si lo prefieres-) y controlar el desgaste de la batería. 

En los saltos conviene agarrarse a los puños con cuidado, con el fin de no cambiar de piñón o abrir gas sin querer. 

Bultaco Brinco Ciudad

Ahora pongo el modo eco, me vuelvo a sentar en el sillín y circulo de vuelta hasta el garaje apenas sin pedalear, jugando con el motor eléctrico, al que aún le queda cuerda. A lo tonto, la pulsera que llevo para medir calorías sí que ha detectado mucha actividad física, pero no tengo ninguna sensación de fatiga a pesar de los kilómetros recorridos. Solo, la espalda un poco sucia, porque el guardabarros trasero es muy cortito.   

Toca parar, y quitarse el casco -de bici- y buscar un sitio donde apoyar este versátil juguete (no tiene pata de cabra aún aunque hay dos agujeros en los que está previsto que se pueda atornillar) y apagar el motor, al que le queda aún mucha batería. Si alejas la pulsera que actúa de llave, teóricamente no se puede encender, pero no tengo claro cómo podría salvarla de los amigos de lo ajeno si la aparcara en el garaje de casa: pesa demasiado como para subírmela al trastero, no conservo (ni me parece adecuado) el candado 'pitón' de la Vespino y esta Bultaco Brinco es demasiado golosa como para dejarla tal cual, sin vigilancia. ¿Cuándo repetimos?

Preguntas más frecuentes

Después de una jornada probando la esperada y singular Bultaco Brinco, hemos tenido la ocasión de charlar con el presidente de la marca, Gerald Poellmann, el resto de la plana mayor de la firma y algunos de los miembros de la familia Bultó que han impulsado este proyecto. Y hemos podido responder las mil y una dudas que surgieron cuando se empezaron a conocer las primeras imágenes de la Bultaco Brinco.

- ¿A qué segmento pertenece la Bultaco Brinco? 

Se considera una e-bike, un segmento nuevo. Después, la marca se introducirá en las e-motorbikes con las nuevas Bultaco Rapitan. Y en el futuro habrá una híbrida, aunque aún no hay más datos.

- ¿Cuándo llegará la Bultaco Brinco al mercado?

Aunque ya hay muchas montadas, como unidades preserie de pruebas, se van a empezar a fabricar en serie en junio para que salgan al mercado este mes de julio. Ya hay más de cien reservadas.    

- ¿Su precio

4.800 euros, tanto la edición limitada y numerada para coleccionistas como el resto, que estará disponible en septiembre. 

- ¿Habrá más versiones?

Para poder circular por vía pública, habrá una Bultaco Brinco homologada: contará con luces e intermitentes delanteros y traseros, guardabarros trasero, retrovisor, neumáticos de calle (de serie serán lisos y de tacos, como opción). A todos los efectos será un ciclomotor, por lo que no podrá pasar de los 49 km/h (la unidad probada llegaba a los 60 km/h), llevará matrícula y solo podrá ser llevado con el permiso de conducir adecuado. Costará 5.500 euros.

-¿Qué colores se ofrecen?

Rojo, azul y amarillo.  

- ¿Cómo es la batería?

Es de ión-litio, extraíble en 15 segundos (con elementos periféricos que van dentro de la carcasa) y recargable al 100% en 3 horas, tanto instalada como por separado. Pesa 8 kilos. Su autonomía (en modo prueba -con la configuración Sport y con una conducción deportiva-) es de unos 55 km, aunque puede llegar a los 80 km en modo Eco. Se puede comprar por separado a un precio que rondará el 25% del total del vehículo. No se prevén fórmulas de renting.

- ¿Se regenera con el uso?

Por cuestiones de peso y capacidad de regeneración, la Brinco no dispone de elementos que recuperen la energía eléctrica con el movimiento o las frenadas. La única manera de ahorrar batería es combinar el acelerador con los pedales. 

- ¿Y si se gasta? 

El vehículo se puede mover con los pedales aunque no haya ningún tipo de asistencia. 

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