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Comparativa: Peugeot 308 GTI vs Volkswagen Golf GTI Performance

¡GTI! Una siglas que despiertan pasiones por igual en un Volkswagen y en un Peugeot. Probamos en circuito cuál de los dos tiene más espíritu deportivo y menos tiempo por vuelta. Volkswagen Golf GTI Performance contra Peugeot 308 GTI.

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Te acuerdas de aquellas películas del destape que revolucionaron los años 70 por su fuerte carga erótica y sin censuras. Te estarás preguntando: ¿y qué diantres tiene que ver eso con esta comparativa que hoy te traemos? Pues pensamos, sinceramente, que este Volkswagen Golf GTI Performance, con su generosa potencia, tiene un fuerte componente obsceno. Erótico. Y no olvidemos que la primera generación de este modelo convivió con aquellas tórridas películas... Pero claro, lo colocamos frente a su rival y se esfuma el erotismo. Porque es difícil igualar al Peugeot 308 GTI en sensualidad y descaro: carrocería bicolor en rojo pasión y negro, faros afiladísimos... Y un comportamiento que hace honor a sus siglas, con una potencia que hace palidecer al mismísimo Volkswagen Golf, por más que sea la mismísima referencia en esta categoría. 

El Volkswagen Golf GTI tiene 230 CV y un comportamiento muy neutral. El Peugeot 308 GTi ataca con 272 CV y una aceleración fulminante de 0 a 100 km/h en solo 6,1 segundos. No se lo va a poner fácil el francés, pero ojo, que estamos hablando de frías cifras. Vamos a comprobar al volante cuánta excitación esconden estos dos deportivos compactos bajo la carrocería. 

Vídeo: el Volkswagen Golf GTI celebra su 40º aniversario:

VÍDEO: Volkswagen Golf GTI, 40 años siendo leyenda

El alemán necesita, de entrada, cinco décimas más para llegar a los 100 km/h. Nuestro Peugeot 308 GTi de pruebas cuenta con pinzas de freno en rojo y carrocería bicolor: acelera tus pulsaciones con solo verlo. Monta suspensiones firmes, de recorridos cortos y un poderoso motor turbo bajo el capó. Y dispone de navegador, revestimientos de Alcántara y sistema de ayuda al aparcamiento, así como acceso sin llave y climatizador bizona. 

En el Golf, la suspensión adaptativa DCC es opcional, pero altamente recomendable. Así, los amortiguadores tienen dos caras: una suave y confortable; la otra firme y deportiva. Esto lo convierte en un coche muy cómodo para el día a día y un devoracurvas para irse los fines de semana a pasarlo bomba en un puerto de montaña.

Los hemos llevado a tope en el circuito de Contidrom y el Peugeot le ha sacado nada menos que tres segundos al Volkswagen. Y eso que su motor más potente envía la potencia al eje delantero con menos delicadeza, provocando cierto deslizamiento de las ruedas. La avanzada electrónica del Golf logra una mejor pisada del tren delantero, mientras que al autoblocante Torsen mecánico del Peugeot a veces se le acumula el trabajo.

Pero la ventaja la saca el francés al salir de las curvas, con el descomunal empuje del turbo y unas relaciones de cambio más cortas. Su pequeño volante requiere acostumbrarse, pero encaja muy bien con su rápida y comunicativa dirección y los neumáticos deportivos Michelin aportan un buen grip. Una pena que la suspensión posterior sea más blanda de lo que esperábamos y obliga a corregir la trayectoria para evitar que la zaga patine demasiado. 

Vídeo: Carlos Sainz presenta el Peugeot 308 GTI:

El Golf gira como si fuera un compás, con un grado de limpieza y perfección tales que incluso le falta algo de espectacularidad, de pasión. Los subvirajes son muy leves y controlables. Enlazar curvas es coser y cantar. También el motor da la impresión de estar algo contenido. La aguja del cuentavueltas sube con mucha homogeneidad, la entrega de potencia es lineal y eso lo vuelve muy cómodo de llevar. Pero yo echo en falta más garra en un coche como este. El motor del Peugeot no solo es más potente: también tiene una respuesta mucho más viva y espontánea. Tal vez eso no sea lo mejor para el día a día, porque es como una fiera que hay que domar constantemente, pero si se trata de conducción deportiva es mucho más divertido: más brío bajo el capó, más velocidad al final de las rectas, a la salida de las curvas y una estampa más deportiva. Y esto, al final, es lo que busca quien opta por un GTI. Por eso el Peugeot se hace con la victoria. Y después de llevarlos al límite, es hora de dejar que descansen un poco...

Justo ganador en la pista

Los 272 CV del Peugeot no admiten discusión. Tal vez, aquí hubiera casado mejor el Golf GTI Clubsport (260 CV), aunque con equipamiento similar se nos iba de precio. La actuación del francés sobre el circuito ha sido impresionante.  

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¡GTI! Una siglas que despiertan pasiones por igual en un Volkswagen Golf GTI Performance y en un Peugeot 308 GTI. Los probamos en circuito. ¿Cuál ganará?

Lo mejor

Peugeot 308 GTI: Más diversión al volante, más velocidad, más vida bajo el capó... ¡Es el justo campeón!

Lo peor

Volkswagen Golf GTI Performance: GTI con mucho confort. Pero tal vez esta ha sido su principal debilidad en un duelo así.

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