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Prueba Mini 2014: se nos ha hecho mayor

La tercera generación del atractivo utilitario es más grande, más eficiente y más tecnológica. Todo para continuar con una estela de éxito que comenzó en 2001. Este es el Mini 2014.

Fue en 2001 cuando se presentó el Mini ‘moderno’. Ese que BMW creó partiendo del pequeño Mini de toda la vida, modernizándolo y dotándolo de unas características que le han llevado a ser un superventas desde entonces. Tanto como lo demuestra un dato impactante: ha vendido 2.500.000 unidades en los 100 países del mundo en los que se comercializa.

Pero la competencia viene pisando fuerte. Quieren su trozo del pastel en un segmento de utilitarios ‘premium’ que no parecía tener mucho sentido hasta que apareció la nueva creación de la marca germana y que ahora aprieta fuerte con modelos como el Audi A1, Citroën DS3, o los menos 'glamourosos' Fiat 500 o Volkswagen Polo. Por eso, tras su renovación en 2006, llega ahora una tercera generación más atractiva y exótica, al nivel de la isla donde se da a conocer en estos días a la prensa internacional: Puerto Rico.

Aunque no se conocen todavía sus precios finales, el 15 de marzo se empezará a vender en España. Lo seguirás reconociendo de inmediato, porque estéticamente, el nuevo Mini sigue no pierde ni un ápice de sus señas de identidad. Y es que en este punto los diseñadores tenían las ideas muy claras: si algo triunfa... ¿por qué cambiarlo? Aún así, han intentado mejorar su aerodinámica y lo han conseguido, mejorando su coeficiente Cx y, por lo tanto, su eficiencia.

Las mejoras del nuevo Mini en el exterior continúan con su más generoso tamaño en cualquiera de sus medidas. De hecho, es un centímetro más alto, cuatro más ancho y, sobre todo, diez más largo. Esta última cota, unida a su distancia entre ejes superior en 3 cm, mejora bastante su amplitud interior, aunque el Mini de tres puertas sigue contando solo con cuatro plazas. Un hándicap que se solucionará con la llegada de una novedosa carrocería de cinco puertas.
Este aumento generalizado de medidas, se materializa también en un maletero más capaz, aunque no mucho, puesto que pasa de 160 a 211 litros, lo que sigue estando por debajo de sus competidores antes citados. Por lo menos, su capacidad aumenta si abatimos (se puede hacer de forma asimétrica) los asientos traseros.

Pero en lo que el nuevo Mini ha echado verdaderamente el resto es en sus mecánicas. De hecho, cuatro de los cinco motores que completarán la gama, son tricilíndricos, sabedores los alemanes de que el ‘glamour’ hoy en día no está reñido con la economía.

Así, la mecánica de acceso corresponderá al Mini One, con un tres cilindros de 1,2 litros y un gasto medio de 4,6 l/100 km para el cambio manual de seis velocidades o 4,8 litros si monta la opcional caja automática también con seis relaciones.

En el escalón inmediatamente superior, se sitúa el Cooper, con motor 1.5 también tricilíndrico, de 136 CV y, atención, con un gasto inferior al ‘One’, homologando 4,5 litros cada 100 km y 4,7 con el cambio automático. La gama de gasolina termina con el Cooper S, que monta el único motor con cuatro cilindros, de dos litros de cilindrada y con 192 CV.

Los dos motores diésel serán un ‘One D’ con un 1,5 de 95 CV y un consumo medio de solo 3,4 litros cada 100 km, y el mismo motor 1,5 potenciado hasta los 116 CV (Cooper D) que se antoja por el motor de mejor rendimiento y con mejor proporción entre prestaciones y consumos, ya que ha homologado un gasto de solo 3,5 l/100 km y 3,7 si se trata de la versión automática. A estos consumos de ciencia ficción, colaboran el sistema ‘Start&Stop’ de serie en toda la gama y la rebaja general de peso de todos los modelos.

En las bacheadas y reviradas carreteras de Puerto Rico, he tenido la oportunidad de probar los dos motores de gasolina más potentes, el Cooper 1.5 de 136 CV y el de la versión Cooper S, de 192. Respecto al primero me ha sorprendido, sobre todo, su sonido. Parece un cuatro cilindros. Aquel sonido a 'moto' de los antiguos motores tricilíndricos ha pasado a la historia y ya no notarás la diferencia, a no ser en la zona muy alta del cuentavueltas. Y lo segundo que me ha sorprendido es lo bien que mueve el coche, no solo en aceleraciones, sino en recuperaciones, algo más complicado para motores pequeños como este. Sus acertadas relaciones del cambio manual hacen que la 2ª y la 3ª sirvan para la mayoría de kilómetros, sobre todo en carreteras muy reviradas como ha sido el caso. La suspensión, firme pero sin ser desagradable y la dirección prácticamente perfecta. Guía el coche en la trayectoria marcada y no es necesario corregir. Una delicia.

Pero para delicia el Cooper S. Sus 192 CV, en conjunción con el cambio automático de seis velocidades y las levas dispuestas tras el volante, hacen que esta versión sea un pequeño cohete. Eso sí, muy controlado, porque transmite fehacientemente el poderío del motor a la carretera sin prácticamente pérdidas de adherencia. Sus amortiguadores sí que se notan algo más secos y no será tu coche ideal si sueles frecuentar carreteras en mal estado. Estos dos modelos, junto al Cooper D, el diésel de 116 CV, serán los primeros en llegar en marzo a España. Para los One, todavía no hay fecha de comercialización en nuestro país.

No me puedo olvidar del nuevo equipamiento que llevarán todos los Mini, y entre el que destaca el ‘Head-Up Display’ (opcional), ese sistema de proyección de información justo delante de los ojos del conductor en una visera transparente que sale del salpicadero (la puedes esconder a voluntad) y que otros modelos de segmentos superiores llevan años montando. También contará con un sistema de detección prematura de peatones, cámara trasera o luces largas automáticas. Y en el capítulo dinámico, también podrás equipar tu nuevo Mini con el sistema de suspensión de dureza variable DCC. Todo esto para que, con él, sigas siendo el rey o la reina de la ciudad.

Prueba del Mini Cooper 2014 (por Alfredo Rueda)

Desde que BMW se hizo cargo de la marca Mini hace 14 años, ha logrado revitalizar el icono inglés hasta convertirlo en un superventas. Y el dato de sus 2.500.000 de unidades vendidas en todo el mundo desde su rediseño, lo confirma. Pero el éxito no es eterno y, aunque todos los manuales digan que si algo es bueno no se debe cambiar, sí que puede mejorarse.

Esto han pensado los ingenieros alemanes y le han dado otra vuelta de tuerca más al pequeño urbano de moda en tantas ciudades. Esta tercera generación se presenta con pocos cambios estéticos, pero algunos más profundos en sus mecánicas. De hecho, ya solo la versión más potente (Mini Cooper S) equipa una mecánica de cuatro cilindros, mientras el resto se mueve con tres. Sin ir más lejos nuestro protagonista, un Mini Cooper que, con su motor tricilíndrico de 136 CV, logra un equilibrio sobresaliente entre prestaciones y consumos.

Quizás esto sea secundario para ti y, si has pensado en este coche es porque te parece muy 'cool' y su imagen (tanto exterior como interior) te ha cautivado. Los consumos son lo de menos para ti... ¿a que sí? Pero cuando vayan pasando los días te alegrarás de comprobar lo poco que gasta: no llega a los 6 litros cada 100 km. Y solo los superarás si transitas constantemente por ciudad. En este caso, el sistema 'Start-Stop' te ayudará a ahorrar.

El principal culpable de esta gesta es, sin duda, el motor turbo 1.5 de tres cilindros que entrega 136 CV de potencia y 220 Nm de par desde solo 1.250 rpm. Lo primero que sorprende de él es su contenido sonido para esta configuración. Y es que hasta hace bien poco recuerdo más de un vehículo con este tipo de motor que más bien sonaba a moto. Bien es verdad que cuando superas las 4.000 rpm, el ruido a carraca se hace más evidente y mucho menos agradable.

Eso lo compensa con lo bien que mueve al coche, no solo en aceleraciones, sino también en recuperaciones, algo que suele resultar complicado en bloques pequeños como este. También es verdad que esta mecánica es mucho más sensible al peso existente a bordo que una de cuatro cilindros, así que el panorama es bien diferente si llevas el Mini a tope de ocupantes y alguna maleta que otra. Te recomiendo que montes la opción 'Mini Driving Modes' que, por 180 euros, te da la opción de seleccionar tres programas de conducción: Green, Mid o Sport. Ni que decir tiene que, en las últimas condiciones de carga que te he descrito, tendrás que poner el modo Sport para que el motor te ofrezca sus 136 CV sin escatimar nada de par ni de potencia.

Pero estarás conmigo en que el Mini es un coche para disfrutar solo o, como mucho, en compañía de tu chica/chico. Y lo harás. Sobre todo en carreteras de buen firme. Lástima que nuestra unidad de pruebas montara la opción de la suspensión deportiva. Te puedo recomendar que no la pongas, a no ser que te llames Fernando Alonso o Kimi Raikkonen. Duro... es poco. Cualquier bache se transmite directamente a tus vértebras y cuando esto se sucede, acaba cansando. Hace poco he probado el Jaguar F-Type Coupé R, una mala bestia de 550 CV y... ¡era más blando y cómodo! En opción también hay un mucho más recomendable control electrónico de la suspensión, que permite cambiar la dinámica del tren de rodaje de más cómodo en los modos Mid y Green a más firme en el modo más deportivo llamado Sport. Sobre todo porque aunque no tenga esa desagradable suspensión (lo probé sin ella en la presentación internacional) la tracción en las curvas es sorprendente y se agarra como si le fuera su prestigio en ello y como si tuviera tracción también en el eje trasero.

Además, cuenta con una dirección prácticamente perfecta. Con sus solo 2,5 vueltas de volante, guía el coche por la trayectoria marcada con enorme precisión y tendrás que corregir en muy contadas ocasiones. Una verdadera delicia. Y sus acertadas relaciones del cambio (manual de seis velocidades) hacen que la segunda y la tercera sirvan para la mayoría de kilómetros en carreteras reviradas como ha sido el caso. Al final, en sexta, puedes circular a 2.400 rpm si vas a 120 km/h. Esto también ahorra. Y a la hora de detenerse, el peso de la tecnología pasa factura. Sus 1.500 kilos se detienen en unos casi 37 metros. No está mal pero, por su tamaño, podría estar bastante mejor.

Seguridad, de pago

La tercera generación del Mini también se caracteriza por la tecnología de seguridad que incorpora, aunque gran parte de ella es de pago opcional. Un ejemplo es el principal avance que monta: el denominado escudo de seguridad del paquete 'Driving Assistant'. No solo incluye un control de crucero que puede reducir su velocidad en curvas, sino que alerta al conductor ante un posible choque o ante el inminente atropello de un peatón. Y acondiciona los frenos para que tengan una respuesta más rápida. Es una opción que cuesta 1.000 euros, pero que te recomiendo pedir en el concesionario. Tu vida y la de los demás vale muchísimo más...

Sin duda, uno de los puntos fuertes del Mini Cooper 2014 es su interior. En las foto puedes ver el nivel de calidades y acabados. Salvo por algún plástico, estás ante un urbano 'premium' de verdad. No dispones de muchos huecos y al pasar detrás y abatir los asientos delanteros, no vuelven a su posición original... algo que molesta si hay trasiego en esta zona. Además, estos dos ocupantes traseros... o no son muy grandes, o que no lo sean los de delante. Todos altos no caben. El maletero ha aumentado 51 litros respecto a la versión precedente, pero lo mejor es el doble fondo bajo el piso y en el que puedes esconder diversos objetos.

Al final, está claro que sus 20.550 euros se convertirán en cinco o seis mil euros más si montas las opciones que te he dicho, pero su carita de bueno tendrá continuación en el interior... en tu cara de felicidad.

Conectividad

Equipamiento ‘premium’... pagándolo
La herencia BMW se nota para lo bueno... y para lo malo. En el Mini Cooper 2014 hay demasiadas opciones disponibles y algunas muy caras. Hasta en la conectividad te perderás en su lista de elementos. Por supuesto, tienes lo mínimo de serie: toma auxiliar y conexión USB. Pero más allá de ahí se abre el abismo de las opciones interminables. El dispositivo para manos libres y ‘bluetooth’ cuesta 150 euros. También puedes pedir la radio Mini ‘Visual Boost’, que ya lo lleva incluido, además de la pantalla de 6,5 pulgadas y su manejo a través del controlador ubicado en el túnel central. El navegador tampoco viene de fábrica y cuesta 810 euros. Y si quieres un intercambiador de seis discos DVD, deberás pagar 400 euros. También tienes a tu disposición un sistema de sonido Harman Kardon de 12 altavoces por 800 euros. En fin, que tendrás que estudiar a fondo el listado de opciones.

Sus rivales…

Abarth 500

Abarth

La versión Abarth 1.4 16v con 135 CV ofrece prestaciones similares, pero un consumo bastante más elevado. Y su maletero es más pequeño. Precio: desde 18.700 euros.

Audi A1

Audi A1

El Audi A1 1.4 TFSI de 140 CV tiene prácticamente las mismas prestaciones con un precio similar, aunque consume algo más debido a que su motor es de cuatro cilindros.

Citroën DS3

Citroën DS3

   
El precio del Citroën DS3 VTi 120 parte de los 19.100 euros, pero rinde 16 CV menos. Ese es el motivo principal por el que sus prestaciones son peores. Y consume algo más.

Conclusión

El nuevo Mini Cooper 2014 es ‘más Mini’ en todos los sentidos... menos en el tamaño. No solo es más grande, sino que sus motores son más eficientes. La nueva gama de tres cilindros tiene en este 1.5 de 136 CV una mecánica equilibrada y recomendable. Lo malo es que para dejarlo a tu gusto y ‘premium’ de verdad, debes rascarte el bolsillo varios miles de euros. Pero, en el día a día, te compensará.

Valoración

Nota9

Prueba del Mini 2014, análisis de su comportamiento dinámico, consumos, prestaciones del motor y precio en relación a su competencia

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