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Prueba del Mercedes-AMG GLA 45 S: una auténtica bala

Con el cuatro cilindros de dos litros más potente que se produce actualmente en serie, el Mercedes-AMG GLA 45 S se convierte en una verdadera bala. Nosotros nos hemos puesto al volante para probarlo, y comprobarlo

Este Mercedes GLA hipervitaminado rinde nada menos que 421 CV. Se trata de la variante SUV basada en el Mercedes Clase A, que con 4,44 metros, desde la segunda generación, tiene espacio de sobra para ocupantes detrás, y también para equipaje: de 435 a 1430 litros de maletero. Pero, posiblemente, estas sean las cifras que menos les importen a los potenciales compradores de un Mercedes como este.

Un dechado de potencia

Las cifras que sí que importan: están el 35 con 306 CV, el 45 con 387 y este 45 S con 421, que extrae de un cuatro cilindros turboalimentado de dos litros. Nadie saca más partido de este formato en producción en masa en este momento.

Logo del Mercedes-AMG GLA 45 S

Pero, sobre todo: tenemos que hablar de por qué tomando una curva cerrada enérgicamente no se notan por ningún lado sus 1,59 metros de altura, por qué con sus 1.765 kilogramos no se balancea lo más mínimo, sino que, como si fuera un deportivo de raza mucho más bajo y ligero, insinúa una leve danza con el eje trasero.

La palabra mágica es “control de par”, o más bien, su distribución. Y es que en fracciones de segundo la fuerza se reparte entre el eje delantero y el trasero, y también entre cada rueda individualmente, de forma electromecánica.

Una agilidad desconcertante

Mercedes-AMG GLA 45 S en curva

El resultado es un comportamiento sumamente ágil que nunca esperaría de un SUV. Los chicos de AMG han mejorado mucho el GLA para convertirlo en un auténtico cohete muy resistente a la torsión: la carrocería rígida, los puntales diagonales delante y detrás, y una placa de aluminio atornillada debajo del motor en lugar de una cubierta de plástico logran que el AMG-GLA sea absolutamente sólido. 

Mercedes-AMG GLA 45 S zaga

Para pasar de 0 a 100 solo invierte 4,3 segundos, y su punta está en unos vertiginosos 270 km/h. El doble embrague cambia muy rápido (también funciona con levas en el volante), la dirección es tan directa, como si estuviera esperando la próxima curva incluso antes que tú. 

¿Y qué pasa con el confort?

En un viaje largo, una respuesta tan afilada puede llegar a ser molesta. Pero solo si olvidas desactivar el modo Sport o Race. Porque en modo Confort, la bala plateada se convierte (casi) en un GLA normal, que puede moverse muy suavemente con un consumo de un solo dígito. 

Mercedes-AMG GLA 45 S lateral

Conclusión

Sí, es políticamente incorrecto, el AMG-GLA. Pero, ¿quién puede renunciar a tamaña diversión? El chasis es impresionante, y el motor, una auténtica fiera. Una pena que por el escape suene un poco a metal… Pero no a heavy metal. 

Valoración

Nota9

Con el cuatro cilindros de dos litros más potente que se produce actualmente en serie, el Mercedes-AMG GLA 45 S se convierte en una verdadera bala. Lo hemos probado

Lo mejor

Comportamiento deportivo, prestaciones, motor... y además, es cómodo

Lo peor

Su precio, por encima de los 60.000 euros, es desorbitado en este segmento

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