Prueba del Mercedes E 400 e 4Matic: un híbrido enchufable que marca nuevos estándares

Si veías la cifra 400 en la tapa del maletero de un Mercedes Clase E de entre 2017 y 2020, posiblemente sabías que bajo el capó alojaba un motor en V de seis cilindros que desarrollaba hasta 367 CV.

Hoy, al 400 se le ha sumado una pequeña “e”. La propia Mercedes expresa así lo que significa: "La nueva Clase E es pionera en la transición de los motores de combustión a los propulsores eléctricos". En resumen: se trata de un híbrido enchufable.

Motor

Bajo el capó del E 400 e funciona un turbo de cuatro cilindros y 2,0 litros. Produce 252 CV y está apoyado por un motor eléctrico integrado en la caja de la transmisión automática de nueve velocidades con 129 CV adicionales. Finalmente, una potencia del sistema de 381 CV y un par máximo de 650 Nm están disponibles para acelerar la berlina -que pesa casi 2,3 toneladas- de 0 a 100 km/h en unos notables 5,3 segundos. Sólo a modo de comparación: el V6 era sólo 0,2 segundos más rápido en el esprint estándar. 

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Lo sorprendente es que el peso de esta berlina de 4,95 metros de longitud apenas se nota durante la marcha. Especialmente si se ha optado por la suspensión neumática y la dirección del eje trasero, que tienen un coste adicional.

Comportamiento

El primero asegura un filtrado impecable en carreteras en mal estado, sin llegar a resultar nunca  esponjoso ni blando. En las curvas rápidas evita movimientos y mantiene la carrocería prácticamente en posición horizontal, incluso sin compensación de balanceo.

La dirección del eje trasero, con su ángulo de giro máximo de 4,5 grados, garantiza un comportamiento inigualable y un radio de giro de sólo once metros, lo que es un valor notable respecto a la competencia. 

En cualquier caso, el E 400 e sigue las órdenes de la dirección estrictamente, gracias a un par manual absolutamente constante hasta el centímetro.

Pero su excelso dinamismo permite rodar muy rápido y al mismo tiempo tener siempre una enorme sensación de seguridad: incluso en nuestro circuito de pruebas, nos fue muy difícil ponerlo en apuros. En esto también tienen que ver sus fantásticos frenos, que detuvieron nuestro coche de pruebas desde 100 km/h después de sólo 31,7 metros.

Casi 90 kilómetros puramente eléctricos

El E 400 e puede alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h en el modo de conducción Sport, y resulta especialmente elástico con  una aceleración intermedia de 80 a 120 km/h en solo 3,4 segundos.

En principio, el híbrido enchufable arranca siempre eléctricamente con una batería de 25,4 kWh llena, de los cuales 19,5 kWh se utilizan para el funcionamiento eléctrico. Según nuestras mediciones, esto es suficiente para recorrer 91 kilómetros sin el apoyo del motor de combustión.

Por norma general, el viaje en el 400 e se realizará en modo híbrido. Y eso no sólo es bueno porque la autonomía total llegue a los 706 kilómetros, sino también porque el sistema híbrido se nota absolutamente pulido. Las transiciones entre motor de combustión y propulsión eléctrica son imperceptibles. Y cuando el rendimiento exige al cuatro cilindros, se oye, pero ni por un segundo parece forzado o excesivamente ruidoso.

La carga es posible con hasta 55 kW en una estación de carga rápida. Aquí la batería vacía se vuelve a llenar completamente después de poco menos de 30 minutos. Sin embargo, primero se debe activar la carga de CC. Por lo demás, el Mercedes carga con un máximo de 22 kW, lo que prolonga el proceso hasta una buena hora.

Diseño interior

En nuestro coche de pruebas, la configuración de la carga rápida se realiza a través de la “Superscreen” opcional que se extiende casi por todo el salpicadero. Esto no sólo incluye un monitor central integrado en la superficie de cristal, sino también una pantalla separada para el acompañante.

Cada uno tiene que decidir por sí mismo cuánto de útil es esto. El hecho es que el copiloto puede incluso ver películas, mientras que la pantalla no es visible para el conductor y evita así distracciones.

Mercedes ha rediseñado gráficamente la superficie y, por tanto, la ha mejorado visualmente. Las aplicaciones también se han hecho más fáciles de usar y se han ampliado para incluir servicios de transmisión de música como Spotify, Amazon Music, Tidal y Apple Music. También está el juego Angry Birds y el portal de vídeos TikTok. El servicio de streaming Zync también está diseñado como una aplicación.

En su cuarta generación, el sistema multimedia MBUX tiene un control por voz aún mejor, que permite controlar funciones del vehículo como la calefacción de los asientos, la iluminación ambiental, la música, el aire acondicionado o los elevalunas.

La función más importante para los conductores ecológicos es la de búsqueda de estaciones de carga en el sistema de navegación. Mercedes lo ha adaptado de sus modelos EQ y lo ha configurado de modo que no sólo se muestren las estaciones de carga, sino que también quede claro si están libres y con qué capacidad se puede cargar la batería allí.

De esta manera, si lo usas inteligentemente, podrás cubrir fácilmente la mayoría de los viajes diarios sin emisiones. Y esto en un vehículo cuyo interior es similar al de la Clase S, aunque claro, de menor tamaño. 

La distancia entre ejes de 2,96 metros garantiza, en cualquier caso, suficiente espacio en la segunda fila incluso para los adultos, pero lamentablemente no ofrece un maletero en consonancia. Sólo tiene capacidad para 370 litros porque la batería ocupa mucho espacio debajo. También es criticable que el cable de carga siga ocupando espacio en el maletero porque no hay otro lugar donde guardarlo.

La tapicería es agradable en cada detalle, la mano de obra cuidada y los materiales son de alta calidad. Aquí nada suena ni cruje, ni siquiera al saltar sobre adoquines comunes. Cualquiera que haya pedido el paquete acústico viajará por el mundo desconectado de casi todo ruido.

La sensación al final de la jornada es que nos encontramos ante un coche casi perfecto, aunque eso se nota a la hora de pasar por caja. Nuestra unidad de prueba, con todos los accesorios, se acerca peligrosamente a los 100.000 euros, y eso es mucho dinero. 

Factores para decidir la compra

Puede que los híbridos enchufables no sean el futuro, pero son un pilar en el camino hacia nuevas formas de conducción, cualquiera que sea su apariencia. Si la tecnología sigue funcionando como en el Mercedes E 400 e, ese futuro es prometedor, aunque deberían ajustar un. Poco su elevadísimo precio.