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Prueba del nuevo Mercedes Clase E Estate: ¿se pasa de tecnológico?

Prueba Mercedes Clase E Estate

Redacción AUTO BILD

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La variante familiar del Mercedes Clase E es altamente sofisticada y une lujo y sentido práctico como pocos. Ya lo hemos probado.

El Mercedes Clase E tiene que servir como coche patrulla (en Alemania) o como coche familiar, debe brillar en los viajes largos con comodidad y en la ciudad con agilidad. A pocos modelos se les exige tanta perfección en tantos ámbitos diferentes. 

En resumen: este Mercedes es la herramienta multiusos automotriz por excelencia, especialmente como familiar en muchos países de Europa. 

Con todo esto en mente, queda claro que la presión sobre Mercedes para lanzar un buen coche, o incluso un coche mejor con cada nueva generación, es enormemente alta cuando se trata del Clase E, indiscutible referencia en su gama. Y la tentación de llenarlos de tecnología debe ser grande para los ingenieros. Eso es algo que vamos a valorar aquí: ¿realmente es necesario tamaño derroche de tecnología en un coche de estas características?

Diseño

El Estate siempre se ha caracterizado por su practicidad, pero a veces un exceso de tecnología puede jugar en su contra. Por ejemplo, el tirador de la puerta. Ya no es una palanca clásica; en su lugar, es una pieza que se despliega al acercarse, pero solo desbloquea las cerraduras después de tocarla, y finalmente abre la puerta con un "clic" eléctricamente accionado.

 

No está claro cuál es la ventaja. ¿Menor resistencia al aire? Tal vez mínima. ¿Desventaja práctica? Más bien máxima. Se atasca, y uno no quiere imaginar cuántas veces habrá que presionar el botón antes de recoger apresuradamente a los niños.

El Estate ahora mide uno orgullosos 4,95 metros de largo, y ofrece espacio de sobra incluso en la fila trasera, con una banqueta ligeramente contorneada, suficiente apoyo para las piernas y un ángulo de inclinación cómodo.

Comportamiento

La dirección responde directamente desde el primer tercio de giro y  transmite maniobrabilidad, aunque la dirección a las cuatro ruedas no está disponible en el E 300 e probado. Un radio de giro de 11,4 metros es más que adecuado para este tamaño. Y esta opción faltante, así como el maletero reducido en 155 litros sin espacio para el cable de carga, son las únicas desventajas reales de la tecnología híbrida. 

Prueba Mercedes Clase E Estate cockpit

Tom Salt

Aún quedan 460 a 1675 litros, y un pequeño escalón hacia abajo marca la transición al respaldo del asiento trasero abatido.

Aparte de eso, Mercedes ofrece con el E 300 e y sus 313 CV de sistema uno de los híbridos enchufables más refinados del mercado actual. En ciclo WLTP promete una autonomía eléctrica de 100 kilómetros, si bien nosotros hemos alcanzado los 68. Sin embargo, eso fue en condiciones frías y desfavorables. En un clima más agradable, podría alcanzar fácilmente los 80 kilómetros.

Además, si se compra la opción de corriente continua opcional, se carga con hasta 55 kW en la estación de carga rápida. De cero a cien por ciento de batería tarda menos de 30 minutos… y de 0 a 100 km/h solo 6,6 segundos. La recuperación automática ayuda en la ciudad, frenando suavemente cuando se acerca al automóvil de adelante.

Prueba Mercedes Clase E Estate maletero

Tom Salt

También las transiciones entre ambos modos de conducción son suaves. Si circulas con la batería vacía, consume 8,2 litros; y es que todo el lujo que el Benz también que lleva encima se traduce en peso: el  turbo de dos litros con sus 204 CV ya tiene que lidiar con 2.280 kilogramos. Pero si llevas la batería cargada, la combinación de 4,9 litros de gasolina y 12,9 kilovatios-hora de electricidad por cada 100 kilómetros está más que bien.

Confort e interior: tanta tecnología también puede distraer

La forma suave en que el Clase E se mueve, gracias a la suspensión neumática opcional, su buena frenada y su rodar silencioso incluso a altas velocidades (con el paquete de confort acústico), merece el respeto por los desarrolladores de Stuttgart. Los asistentes también funcionan siempre atentos y fiables.

Prueba Mercedes Clase E Estate luces

Tom Salt

Aun así, me pregunto si Mercedes no ha exagerado en algún punto. La iluminación ambiental parpadea al ritmo de la música, incluso mientras se conduce. En los asientos hay motores ("Exciter") que también vibran al ritmo tu canción favorita. 

Los botones táctiles del volante distraen, y constantemente aparecen mensajes en el centro, por ejemplo, flechas de navegación animadas o imágenes de cámara de alta resolución del semáforo en rojo en el que uno se encuentra detenido. Si además se ofrecen sonidos que caen como cascadas para relajarte, se me hace más difícil tomar en serio a este familiar como lo que realmente quiere ser: un coche lujoso pero, sobre todo, práctica. Y sin complicaciones a la hora de usarlo.

Lo bueno es que muchas de estas funciones no necesitas pedirlas o puedes desactivarlas. Entonces, sí, el E 300 e sigue siendo caro, pero mucho menos que el coche de prueba: comienza desde poco más de 70.000 euros. 

Factores para decidir la compra

Este Clase E puede hacer casi todo, y casi todo lo hace muy bien, especialmente el híbrido enchufable. En cuanto a la tecnología, Mercedes debería mantener el enfoque en lo esencial.

Valoración

Nota8

Lo mejor

Confort de marcha, seguridad, asistentes, acabados, espacio interior. 

Lo peor

La versiónn híbrida le resta maletero. Demasiada tecnología en el interior puede distraer. 

Etiquetas: lujo

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