Prueba del Lexus UX 300e: refinado hasta decir basta

Seamos sinceros: para ser un fabricante pionero en la electrificación del segmento premium, Lexus ha tardado en decidirse a lanzar al mercado un coche 100% eléctrico. Pero por fin ha llegado y lo ha hecho bajo las formas del UX, el bebé SUV de la gama, que hasta ahora solo se ofrecía con una única versión híbrida 250h que dejaba a la gama huérfana de alguna alternativa más. 

Esa ha llegado y es la de la prueba, el Lexus UX 300e, que dispone de un motor de 204 CV colocado en el eje delantero al que alimenta una batería colocada en el suelo del coche y entre los dos ejes de 54,3 kWh.

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Conceptualmente, el Lexus UX eléctrico no supone una gran revolución: al estar montado sobre el mismo chasis que el híbrido, tiene las mismas dimensiones exteriores, es decir: mide 4,49 de largo, 1,84 de ancho y 1,54 de alto, con una distancia entre ejes es de 2,64 metros.

Estéticamente, el Lexus UX 300e es absolutamente reconocible: ofrece las mismas líneas agresivas de siempre y, al margen de la toma de carga, no hay más detalles que lo distingan. Eso supone que te vas a encontrar con una parrilla en forma de doble punta de flecha con un patrón de malla que va variando a medida que se va alejando del centro. 

Pero como en muchos eléctricos, en el UX 300e también se han implementado soluciones aerodinámicas especiales para que haya menos resistencia al avance y se logre una mayor autonomía de la batería. 

Para empezar, los obturadores de la parrilla inferior delantera se abren y se cierran automáticamente en función de las necesidades de refrigeración y reducen el coeficiente aerodinámico hasta fijarlo en 0,31. 

Las llantas también cuentan con unas pestañas aerodinámicas en los radios para regular el caudal de aire y el último guiño lo tienes en los pilotos traseros, que también favorecen el paso del aire.

Y ya que estoy en la parte trasera de este Lexus, te voy a hablar del maletero antes de meterme en su interior. Contra todo pronóstico, el volumen es mayor que el de la variante híbrida, alcanzando en este caso los 367 litros de cubicaje. 

Esto se debe a que la batería del híbrido va colocada precisamente bajo el maletero, mientras que en el UX 300e la batería está bajo el habitáculo. Esto también tiene un precio y te lo adelanto ya: el espacio para la fila trasera se ve mermado. 

Pero continúo con la zona para el equipaje. La altura de carga no es mala (tampoco es baja) y las formas son bastante regulares, lo que te permite distribuir bien las maletas y optimizar el espacio. 

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Calidad y silencio

Salto al interior y me cuelo en las ya mencionadas plazas traseras. Como he dicho, la batería que está colocada debajo de este Lexus condicionan el espacio libre que queda para la cabeza (personas de más 1,80 no van a viajar muy cómodas aquí detrás, ya que el espacio para las rodillas tampoco es para tirar cohetes). 

Además, la banqueta está muy inclinada, lo que te obliga a llevar las piernas más flexionadas de lo normal. No obstante, hay varios aspectos que me gustan: no hay túnel de transmisión y eso aumenta el confort de la plaza central, hay dispuestas dos salidas de aire específicas para esta fila, dos tomas de USB y las butacas exteriores llevan calefacción.

Suavidad exquisita 

Me pongo en marcha y toca hablar del motor, aunque antes no puedo pasar por el alto la atmósfera de silencio que se respira aquí dentro, con unos cristales especiales que aíslan del ruido perfectamente. 

En esos detalles, Lexus lo hace siempre muy bien (los elevalunas eléctricos se cierran más lentamente para atenuar el ruido). 

El Lexus UX 300e de la prueba utiliza un motor eléctrico de imanes permanentes colocado en el eje delantero que entrega 204 CV y 300 Nm de par. No es una cifra muy alta, pero se me antoja suficiente para la conducción suave y tranquila a la que invita este japonés. 

Al bloque lo alimenta una batería de iones de litio con 288 celdas que ofrece una capacidad total de 54,4 kWh, una cifra correcta que le permite homologar 305 km de autonomía (WLTP) en esta versión con llanta de 18 pulgadas. 

La dirección es muy suave y gira con mucha facilidad, lo que te permite maniobrar con rapidez (el radio de giro es de 10,4 metros), aunque por contra, es poco comunicativa y echas en falta un poco más de información para saber qué está sucediendo en el tren delantero. 

Y eso es un problema cuando elevas el ritmo o te quieres mover entre el tráfico de una forma más ágil, algo que con este 300e se puede, ya que las reacciones a los movimientos de tu pie derecho son siempre muy vivas (no llega a los 1.800 kilos de peso y eso favorece su respuesta). 

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Si este comportamiento instantáneo en ciudad es el ideal (común a todos los eléctricos), una vez que salgo a carretera tampoco echo en falta más potencia –existen tres modos de conducción disponibles (Normal, Sport y Eco) que se seleccionan con el mando rotatorio que hay a la derecha del cuadro de instrumentos–. La respuesta en líneas generales es más que suficiente para incorporarnos a una vía rápida o realizar un adelantamiento en vías de doble sentido.

Por otra parte, la puesta a punto me ha parecido muy equilibrada. Lexus busca sobre todo el confort de los pasajeros y en eso precisamente es en lo que destaca este UX eléctrico: filtra muy bien las irregularidades de la carretera que cuida de los ocupantes y eso no significa que sea un coche blando: la estructura de la carrocería es muy rígida y gracias al centro de gravedad tan bajo este Lexus gira aplomado y con bastante estilo, y si no fuera por la dirección, darían ganas de conducir de una forma más dinámica más a menudo. 

Eso sí, cada pisotón extra del acelerador pasa su factura en términos de autonomía. En cuanto a consumo, he obtenido una cifra razonable: 20,3 kWh/100 km, lo que deja la autonomía real por debajo de los 290 km, algo que no invita a hacer viajes largos por carretera, la verdad. Por eso, y como conclusión, este Lexus 300e tiene mucho gancho, pero necesita una batería más grande que dote de más autonomía y justifique su precio.

Conclusión tras la prueba del Lexus UX 300e

Se me ocurren muchas razones por las que comprar este UX 300e, ya que estamos ante un 'outsider' de marcas como Mercedes, BMW y Audi. Eso sí, su tecnología eléctrica tiene que dar un paso adelante más ambicioso y mejorar la habitabilidad en las plazas traseras.