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Prueba del Range Rover Sport 2022: lujoso, todoterreno y con un toque deportivo

Prueba del Range Rover Sport

Ya hemos conducido el Range Rover Sport de tercera generación con los dos nuevos motores: uno V8 y el otro híbrido enchufable

¡Rrrrrr! El ruido de fondo es británicamente discreto y compatible con la alta nobleza, pero inconfundiblemente V8. Nos sentamos un poco más bajos en el nuevo Range Rover Sport que en el Range Rover grande, aunque todavía nos separan unos majestuosos 35 centímetros del suelo. 

Diseño y comportamiento del Range Rover Sport

Por dentro, desaparecen los instrumentos redondos con agujas; ahora todo es digital e  incluso los ajustes para el apoyo lumbar y los refuerzos de los asientos se han trasladado al menú central. Al menos, el menú abre automáticamente cuando tocas los botones del ajuste asiento

Aunque este Land Rover pisa con más firmeza que el Range grande, ni siquiera el V8 de 4.4 litros (comprado a BMW) de la unidad que ahora llevo entre manos convierte a este SUV de 2.5 toneladas en un coche deportivo. 

Dicho esto, lo cierto es que en el modo de conducción dinámica endurece la compensación de balanceo y la dirección, y aporta algo de agilidad. Permite conducir rápido por tramos de curvas, pero sin grandes alegrías,

 

Eso deja espacio para una versión SVR más agresiva, que debería aparecer en el intervalo habitual de un año y medio. Cuando circulamos por Madrid, el ordenador de abordo marcaba un consumo de 18,1 litros a los 100 km, y de 14,8 cuando hemos conducido por carreteras rurales.

Range Rover Sport P510e con 88 km de autonomía eléctrica

También condujimos la nueva variante enchufable P510e, con una autonomía eléctrica de 88 kilómetros: se basa en el seis cilindros en línea de 3.0 litros de la planta de Wolverhampton, con el apoyo de un motor eléctrico.

Es más lento que el V8, y los consumos son completamente diferentes. Cuando la batería está casi descargada, el ordenador muestra 8,5 litros de media (por carretera carretera con un límite de 120 km/h).

Cockpit Range Rover Sport

Fuera de la carretera, es capaz de ganarse de inmediato a los escépticos: cambia a punto muerto, selecciona el modo offroad y se abre paso por cualquier camino con la mayor facilidad. A pesar de tener más de dos metros de ancho, no lo rayarás gracias a la cámara de 360 grados. 

El radio de giro se reduce gracias a la dirección en todas las ruedas e incluso tienes un modo All-Terrain Progress Control lleno de automatismos, con el que el conductor no necesita ser un profesional para practicar una conducción offroad radical.

Range Rover Sport zaga

En ciudad, la dirección en las cuatro ruedas (de serie en el P510e y el P530) reduce el radio de giro a unos buenos once metros. Por cierto: el cuero sintético perforado Ultrafabrics de los asientos nos encantó en el día caluroso que lo condujimos: la espalda no suda nada incluso cuando la ventilación del asiento está desactivada.

El diésel de 3.0 litros con 250, 300 o 350 CV y el motor de gasolina mild-hybrid con la misma cilindrada (todos de seis cilindros en línea) permanecen en la gama. Los plazos de entrega son de cuatro a seis meses, mayor para colores especiales. Para el V8 hay que esperar de diez a doce meses.

Valoración

Nota8

Ya hemos conducido el Range Rover Sport de tercera generación con los dos nuevos motores: uno V8 y el otro híbrido enchufable. Estas son nuestras impresiones

Lo mejor

Lujo, acabados, confort, conducción offroad

Lo peor

El V8 tiene un consumo desproporcionado

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