Prueba: conducimos las nuevas Ford Transit y Tourneo Custom

Su nombre está presente en Europa desde hace unas cuantas décadas (apareció en 1953) y desde entonces se ha mantenido en la gama hasta el punto de que es uno de los modelos más conocidos. Ahora he podido probar la nueva generación de Ford Transit, que llega con una más que generosa carga tecnológica y una gama más que amplia.

Más que amplia, sí, porque no solo hay muchos acabados, sino también versiones de tracción delantera e integral, así como tres motorizaciones diésel, un enchufable y, el año que viene, una variante completamente eléctrica. 

Diseño e interior: muy pensado para el uso diario

En Ford aseguran que han pasado mucho tiempo investigando lo que necesitan los trabajadores que utilizan sus vehículos. No solo eso, sino que parece que también han pasado tiempo con ellos para ver más allá: aparte del "qué", el "cómo".

Así, el Transit furgón tiene funcionalidades más aptas para el uso diario, como un acceso de carga más bajo (también en la variante eléctrica que llegará en verano del año que viene), y también una postura más relajada al volante.

Por cierto, existe la posibilidad de convertirlo en una especie de mesa para poder poner desde la comida al portátil. Algo bastante práctico, pero que seguro que te duele cuando sepas su precio: unos 400 euros, a los que añadir algo más de 200 adicionales por esa cubierta adicional...

Más allá de eso, lo que te encuentras al subir a la parte delantera (ya sea Transit Custom o Tourneo Custom, que es la versión de pasajeros) es un habitáculo espacioso que de sensación de desahogo gracias a unas líneas rectas y limpias y al suelo plano, ya que el freno de mano ahora es eléctrico.

Esta generación emplea bastante tecnología y visualmente lo muestra con por ejemplo dos pantallas. El cuadro de relojes es completamente digital y complementa a la pantalla central de 13 pulgadas desde la que se maneja todo el sistema, ya que no hay botones físicos para las funciones más habituales (salvo el volumen de la radio) como el climatizador.

Aparte, todas las ADAS que puedas imaginar en turismos también aparecen aquí. De serie tiene sistema de alerta de precolisión, sistema de mantenimiento de carril, lector de señales de tráfico, largas automáticas o cánara de avisión trasera.

De manera opcional aparece el control de velocidad adaptativo, alerta de trárico cruzado, cámara 360 o un útil sistema de freno en maniobras marcha atrás.

Una completa gama de motores diésel, un PHEV y hasta un eléctrico mejorado

En Ford han desarrollado una nueva plataforma propia que es más de 100 kg más ligera que antes y tiene la ventaja de que puede ser para modelos de tracción delantera, integral o propulsión y además es multienergía.

Puede albergar desde versiones diésel (un 1.996 cc con 136, 150 y 170 CV), así como una enchufable (232 CV, batería de 11,8 kWh netos y 56 km de autonomía) y también llegará un modelo eléctrico con dos potencias (136 y 218 CV, batería de 64 kWh netos y 337 km que es la única variante de propulsión).

Durante la presentación por los alrededores de Múnich he podido probar la Transit diésel de 150 CV con un lastre de 400 kg aunque su carga puede llegar a los 1.350 kg. Su funcionamiento es bastante suave: el motor empuja con ganas desde abajo, es suave y consume lo justo: durante un tramo en el que se incluía una autobahn sin límite de velocidad (al que no me pude resistir), el ordenador ha marcado 7,8 litros.

En cuanto al cambio manual, me ha puesto las cosas fáciles en la prueba. El embrague es suave, quizá demasiado para mi gusto, pero supongo que ideal para pasar mucho rato conduciendo. 

Lo mismo pienso de la dirección: en parado es muy suave, aunque luego en marcha es razonablemente precisa y gana peso. Además, acciona u tren delantero con un buen radio de gito yu no te va a poner las cosas complicadas a la hora de maniobrar.

Algo parecido ocurre con la Ford Tourneo Custom que también he podido probar. La versión de pasajeros no llevaba lastre, pero sí una configuración de 3+3+3. Estaba equipada con el motor diésel de 170 CV y unida al nuevo cambio automático de ocho velocidades,

En marcha se nota algo más llena que la variante de 150 CV, recupera mejor, tiene una primera bastante más corta y en general es más alegre en sus reacciones al acelerador. Además, el cambio automático también ayuda a que el agrado y comodidad de conducciónsea superior.

La caja tiene a engranar marchas largas (salvo en el ¿útil? modo Sport), pero las transiciones tanto hacia arriba como hacia abajo son suaves y no te van a llamar la atención por su brusquedad. A cambio, tienes que renunciar al manejo manual, pero tampoco creo que sea algo vital en un vehículo como este.

Se comporta como un turismo

En el recorrido de la prueba con las dos versiones he podido disfrutar de una dinamica bastante buena. La nueva plataforma permite emplear un sistema de suspensión mejorado que permite un mejor comportaniento que antes y que sin duda se nota desde el primer kilómetro.

En ciudad tienes la ventaja habitual de este tipo de vehículos, que es que te sientas alto, por lo que controlas mejor lo que ocurre a tu alrededor. Además, los espejos permiten tener una buena visión de lo que ocurre detrás y en general no vas a echar de menos nada.

En zonas de curvas quizá te gustaría algo más de feeling con el pedal del freno, que es un tanto extraño, pero al final te acabarás acostumbrando y no echarás de menos más potencia o mordiente.

Y cuando la prueba pasa a la autopista es donde más me sorprende. Ofrece una estabilidad lineal similar a la que cualquier turismo de última hornada, con un nivel de vibraciones y una insonorización bastante decente incluso a velocidades de autopista alemana.

Precio: quizá mas de lo que te esperas

La gama Transit/Tourneo es verdaderamente amplia, por lo que la gama de precios también lo es. El acceso a toda la gama es un Transit Trend con cambio manual y de 136 CV, que sale por 45.800  euros.

En cuanto a Tourneo, el más barato, que es el Tren de 136 CV con cambio manual, cuesta 49.800. También tienes versiones de tracción integral que parten de los 51.100 euros (Transit) y los 59.100 euros (Tourneo).

En cuanto a la versión enchufable con etiqueta cero, el Tourneo cuesta 57.860 euros  y la Transit mixta, 50.960.

Además, aparece la versión Nugget para ponerle las cosas complicadas a la Volkswagen California, que, equipada con el bloque diésel cuesta 78.900 e incluye un techo elevable con paneles solares.

A estos precios hay que restarle el descuento promocional. En Ford aplcan un 17% a las versiones diésel sobre el precio franco fábrica, por lo que la versión más barata 5950 euros. En cuanto a la versión híbrida enchufable, el descuento es de un 11 por ciento y la cifra asciende a 4.450 euros, ayudas estatales aparte.