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Prueba Abarth 595 Monster Energy Yamaha: para vivir a la carrera

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Probamos el Abarth 595 Monster Energy Yamaha, una edición limitada para quienes viven a la carrera y quieren sensaciones de moto en su día a día.  

Horarios definitivos de MotoGP 2020

Ciertas rutinas son necesarias para poner un poco de orden a tu existencia. Pero llega un momento en el que hay que permitirse sonreír y Abarth sabe 'un poco' de esto.

Si teletrabajas en casa de sol a sol, seguro que sueñas con una escapada de fin de semana; si nos lees mientras estás confinado, ánimo, que ya estarás contando los días para volver a disfrutar de una movilidad totalmente libre... y llegará pronto; y si de lunes a viernes tienes que bajar al garaje cada mañana sí o sí para ir a la oficina... ¿no apagarás -también en este caso- con más ganas el despertador si te espera una máquina capaz de alegrarte el día en cuanto gires la llave de contacto? 

Vídeo: probamos el Abarth 595 Monster Energy Yamaha

Pues el Abarth 595 Monster Energy Yamaha pretende postularse como candidato para hacerte vibrar en cualquier situación. Desarrollado por la firma del escorpión y el equipo de MotoGP donde corren Maverick Viñales y Valentino Rossi, trata de llegar a un público enamorado de las sensaciones deportivas pero sobre cuatro ruedas y sobre dos, para combinar la pasión de las motocicletas con la estabilidad y la polivalencia que puede aportar un utilitario vitaminado como este... y con una estética muy singular... y mayoritariamente supeditada a las prestaciones.  

De hecho, cuando repasas bien los 70 años de Historia de Abarth que se cumplieron en 2019, has estado en su sede italiana, has compartido experiencias con los aficionados en los Abarth Days o has probado unos cuantos modelos del escorpión, entiendes mucho mejor esa filosofía de Carlo Abarth, uno de los preparadores más célebres de todos los tiempos: kits sencillos de aerodinámica, suspensiones, ruedas y potenciación del motor para proporcionar unos resultados de auténtico vértigo.  

Además, no es la primera vez que pruebo las mieles de estos experimentos entre Abarth y Yamaha, pues aún puedo entornar los ojos y recordar las sensaciones en Cerdeña de la prueba conjunta del Abarth 695 XSR Yamaha... y de la Yamaha XSR 900 Abarth.  

Con garra

Cada uno de los 2.000 ejemplares de esta serie numerada está basado en un 595 'normal', sólo que tiene elementos estéticos y mecánicos propios. Por fuera, esta edición se distingue por el color azul de Yamaha Racing Factory, acompañado por el negro y la garra verde de la bebida energética. Se puede pedir completamente en negro con ese distintivo verde, eso sí. 

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Abarth
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Abarth

En los laterales, líneas de velocidad, logos del equipo oficial de motociclismo, retrovisores en 'gris alquitrán frío', llantas específicas... y formas que desembocan en un marcado spoiler y una zaga con un bonito difusor y cuatro salidas de escape 'dos a dos' llamados 'Récord Monza' (en honor a las marcas que los Abarth batían en aquel circuito). 

Es el tiempo de girar la llave de contacto, ver la exclusiva coreografía de coche y cochera en una pantalla táctil de 8 pulgadas y escuchar el primer saludo de estos 'instrumentos' musicales, magníficamente interpretados por un motor de 4 cilindros turbo, delantero transversal, de 1,4 litros y capaz de desarrollar 165 CV

Dolce (y doble) vita

En un primer semáforo, podrían sentarse al lado de este coche un montón de chicos pensando que he cogido el Fiat 500 y le he puesto la pegatina que viniera en un pack de seis latas del comercio chino que hay debajo de mi casa.

Y el sonido... Aunque lo pudiera hasta aparcar con gran facilidad en las ciudades, porque no deja de ser un urbanita, enseguida saca la garra el también, y eso asegura la diversión allá por donde circules.

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Fiat

Estas son las últimas dos ediciones especiales de Abarth 595: Monster Energy Yamaha y Scorpionero: pasión pura contra estilo y diseño cool. 

Pero si ya le pones en modo sport con el botón ídem de la consola central... El cuadro se colorea de rojo y el cuentavueltas cobra mucho protagonismo en la pequeña 'capilla', junto al velocímetro, donde se combina información práctica (presión de las ruedas, emisoras de radio, navegador, ordenador de viaje...) junto a parámetros exclusivos como una telemetría propia que incluye las fuerzas G a las que te vas sometiendo en aceleraciones, frenadas y curvas. 

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Abarth

A la izquierda, además, se enciende también esa palabra mágica -sport-, sobre el manómetro del turbo, y la sinfonía de los escapes ya es completa. Pero es que además, se nota en muchos más aspectos, porque el modo deportivo afecta y de qué manera, a la respuesta del acelerador, al par motor, a la suspensión (Koni de serie, en el tren posterior y que se siente algo más rígida) y a la dirección, que de pronto se endurece.

Da la sensación por ello de que llevas montado en el eje motriz -el delantero- una especie de diferencial diferencial autoblocante, pero enseguida reparas en que no, con lo que su comportamiento es algo más predecible y fácil de gestionar para todo tipo de manos.  

Disfrute en cada curva

Enfilo ahora carreteras de montaña que he trazado en motos de gran cilindrada durante muchos años y no puedo negar mi disfrute en cada curva. Es un poco diferente, claro, pero se nota el esfuerzo por la diversión metro a metro. 

De pronto, cae un chaparrón otoñal y me estremezco de gusto por no estar sometido esta vez a las inclemencias del tiempo. Es una cuestión de confort y de seguridad. Ya que no llevo la versión convertible, me habría gustado un techo completamente de chapa para dar más rigidez estructural al conjunto, pero me conformo con cerrar el cristal superior y notar un poco en la coronilla el fresquito de la luna, porque la tela manual que se despliega sobre la cabeza no es muy tupida. 

Abarth 595 Monster Energy Yamaha
Abarth 595 Monster Energy Yamaha

Por lo demás, la posición de conducción no es incómoda, los baquets -tan corporativos- son una auténtica maravilla y recogen bien, sin resultar demasiado estrechos para molestar en los riñones en los viajes largos... Sin embargo, como en todo 500 de base, se echa de menos que el asiento se pueda bajar más y que el volante no se pueda regular en profundidad (hay espacio de sobra en el habitáculo y los altos agradeceríamos, especialmente, a la hora de bracear rápido para negociar mejor las curvas y llevar una postura verdaderamente deportiva). 

Otro aspecto mejorable: el cambio. A un ritmo normal, esta caja manual de 5 velocidades -se puede pedir automática, con levas- cumple más que de sobra, pero cuando le exiges más y más, la palanca -es más cómoda recubierta en piel, pero me habría gustado más la versión metálica que tiene Abarth en otro modelos- resulta demasiado larga y algo imprecisa, si bien, los desarrollos me parecen muy adecuados. 

Para compensar, al aminorar rápido, están los pedales metálicos y una frenada muy estudiada y nada brusca, fruto de cuatro discos ventilados especialmente creados para este modelo. Y luego, en cada nuevo acelerón, un par motor más que 'sobrado' que te permite salir de cualquier situación comprometida con el soplido bronco del turbo -y el baile de aguja correspondiente- como regalo. ¡Se acaba convirtiendo en un vicio hacerlo sonar!

Polivalencia y precio

Por tanto, aunque he conducido hasta en circuito modelos de la marca italiana en los que me he sentido más en contacto con el asfalto, tengo que reconocer que este Abarth 595 Monster Energy Yamaha, a cambio, es menos radical y más polivalente, y resulta mucho más adecuado para tener un comportamiento divertido desde que sales de casa hasta que regresas, vayas al centro de la ciudad a hacer unas gestiones -se aparca en cualquier sitio-, al trabajo... o a un circuito a ver las carreras (o a participar tú mismo en unas tandas). 

Abarth 595 Monster Energy Yamaha

Y creo que ese es uno de sus mejores secretos, tanto si quieres elegir el discreto negro al que hacíamos mención antes o si quieres lucir colores oficiales de la fábrica japonesa de motos en el paddock y, con un poco de suerte, colarte como un miembro más del equipo. 

A esta accesibilidad, sin duda, contribuye también su precio, que parte de unos interesantes 21.650 euros, con descuentos.  

Valoración

Nota8

Probamos el Abarth 595 Monster Energy Yamaha, una edición limitada para quienes viven a la carrera y quieren sensaciones de MotoGP en su día a día.

Lo mejor

Imagen, serie limitada, detalles exclusivos, precio, prestaciones, diversión, sonido. 

Lo peor

Holgura en palanca de cambios. El volante no es regulado en profundidad ni el baquet, en altura. 

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