Visitamos el Museo Alfa Romeo con Alejandro Mesonero, su jefe de Diseño que nos anticipa cómo será el futuro de la marca

Arese, a escasos kilómetros de Milan, es la ciudad que acoge desde hace más de un siglo los cuarteles generales de Alfa Romeo. Y, dentro de ellos se ubica el Museo, una colección llena de auténticas joyas de la automoción que recoge toda la historia del marca. Un fabricante que arrancó su andadura en 1910 y ahora, más de 100 años después, encara el futuro con energía muy renovada.

Desde su inclusión en el grupo Stellantis y de la mano de Alejandro Mesonero Romanos como jefe de Diseño (ex de marcas como Seat y Cupra), Alfa Romeo ha trabajado en silencio para volver a ser una de las marcas pujantes en ese segmento que mezcla exclusividad y deportividad. Y ahora ha llegado el momento de empezar a plasmar todo el trabajo en productos y modelos concretos.

Vuelve la cola tronca como elemento de diseño

El primero lo veremos a comienzos de septiembre y, como nos adelanta Mesonero será el primero de cuatro nuevos coches que va a poner en el mercado la marca del biscione desde 2024. Entramos en el Museo y la primera parada es para repasar  el inicio de la historia del fabricante y la evolución de su logotipo con el tiempo. Por eso, la pregunta es obligada, ¿va a cambiar el logo con la nueva familia de modelos? Respuesta negativa de su jefe de Diseño, porque como bien dice es un logo tan reconocible como cargado de personalidad.

Seguimos avanzando por los primeros modelos que lanzó Alfa en el sigo XX usando de la madera al metal, del primer Alfa Romeo 1900 hasta el mítico Alfa 8C del que hoy en día es imposible conseguir una unidad. Un coche caracterizado por ese tono rojo que Mesonero quiere recuperar para los modelos de calle, “pero con un toque más caramelizado”. Además, otro dato que nos devela al ver la famosa cola tronca (la trasera más aerodinámica) del 8C. Este rasgo de diseño será comprado por futuros modelos.

Pasamos ahora por los años 60 y allí luce el Montreal, un coche que tuvo que modificado su diseño delantero para dar cobijo a un motor V8 en vez de al inicial cuatro cilindros. Al hilo de ello le pregunto a Alejandro Mesonero si la llegada del coche eléctrico y su arquitectura diferente esta condicionando sus planes de diseño.

“Para nosotros no está siendo ningún problema, lo veo más una ventaja que una desventaja”. No ve peligro de que todos los coches eléctricos parezcan iguales, a piensa que si ocurre eso es porque no se arriesga con el diseño por miedo a que no guste al público, no por falta de posibilidades.

Se mantendrán nombres de modelos míticos

Llegamos a la zona del Museo donde se presentan joyas como los primeros Giulietta, nombre mítico en la marca. Interpelamos a Mesonero por los nombres de los futuros modelos y tiene claro que algunos de los actuales son tan renovables que o hay tocarlos. Uno este Giulietta, el otro: el Guilia.

Tiempo ahora para detenernos en el Disco Volante, uno de los coches más míticos de la marca Italiana, al punto que sería replicado por otros fabricantes como Jaguar. Mesonero Romanos lo tiene claro acerca de la importancia de este coche y por ello no descarta su inspiración para futuros modelos del siglo XXI. Lo que también tiene claro es que otro de los modelos míticos de este museo que estará presente en el dibujo de sus próximos coches será el Alfa 33 Stradale prototipo de 1963.

Acabamos el viaje por este maravilloso Museo en la parte que al menos a mí más me gusta, la de competición. Allí puedes contemplar los Alfa de Fórmula 1 de Farina, el monoplaza con el Fangio se proclamó Campeón del Mundo en Barcelona… 

Recuerdos de competición que se engarzan con el presente de la escudería Alfa Romeo Sauber.  Por cierto, Bottas se montó en uno de estos monoplazas y le parecía muy, muy difícil de conducir...

¿Y el futuro? Mesonero Romanos tiene claro que las marcas de coches van evolucionar hacia a nuevas soluciones de movilidad. Entre ellas, una de las que más claras y en menos tiempo ve implementadas en la de los drones pilotados. 

Nuevo campo de diseño al que ya está ayudando la inteligencia artificial. “Estamos investigando como usarla, puede tener muchas buenas aplicaciones aunque también puede frenar la creatividad personal”. Veremos, de momento, a corto plazo de 2024 el futuro de Alfa se presenta muy brillante y completo