El verdadero problema del coche eléctrico en España, así de complicado es instalar una red de cargadores públicos

¿Te has preguntado alguna vez por qué en España no tenemos una red de carga a la altura de otros países europeos? Nosotros sí y para tener una respuesta adecuada hemos recurrido a quienes sufren  el verdadero problema del coche eléctrico en España: lo complicado que resulta instalar una red de cargadores públicos.

Hemos trasladado la pregunta a Endesa. Esta compañía puede presumir de tener, a día de hoy, la red de recarga pública más numerosa del país; además de una de las más firmes apuestas por crear una red de calidad tanto en número como en potencia. Ahora bien, esto no significa que sean los únicos o los que más trabas encuentran para seguir creciendo. El problema al que se enfrentan es general y afecta a todos los operadores.

El proceso de instalación de un punto de recarga

Así es el proLa empresa que realiza el despliegue de cargadores llega a acuerdos con partners que les ceden el suelo para la instalación (una gasolinera, un centro comercial, un restaurante...). En el siguiente escalón, entra en juego la compañía distribuidora de electricidad que conecta el punto de recarga a la red de distribución.

Esta compañía no se elige de manera libre. En España la distribución eléctrica es un mercado regulado que hace que cada una de las cinco grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Naturgy...) y cerca de 200 más pequeñas tengan repartido el territorio nacional; de manera que la encargada de conectar el punto a la red dependerá del punto geográfico en que ubique.

A partir de aquí, empieza lo más tedioso del proceso... En función del lugar en que se vaya a situar el punto intervendrán más o menos administraciones públicas. Para empezar, el Ayuntamiento de la localidad tiene que autorizar la obra de instalación; y cuando la suma de todos los puntos de carga supera los 100 kWh, también la Delegación de Industria de la comunidad autónoma.

Además si la estación de recarga se va a ubicar a menos de 100 metros de una carretera, se requiere el permiso del Ministerio de Transportes, del gobierno autonómico o nuevamente del Ayuntamiento en función de quién sea el titular de la vía. Pero hay más... Si está cerca de un río, el operador debe solicitar autorización a servicios hídricos; si hay ruinas, tienes que ir a Cultura; si afecta a una zona considerada patrimonio hay que ir a la administración responsable... La lista es realmente larga, incluso hay casos que ni siquiera están definidos.

Año y medio solo para empezar

"Si no está carreteras, contando solo con ayuntamientos e industrias tenemos una media de seis o siete meses para empezar a construir; si entra carreteras hay tal atasco ahora mismo que nos podemos ir a año y medio sin problemas", explica Antonio León, responsable de Endesa X Way.

Para agilizar el proceso hace unas semanas el Gobierno anunció cambios en el proceso. La elevación a público que la operadora y su partner deben llevar a cabo como primer paso (y que según cuenta León conlleva unos nueve meses de espera) se quiere sustituir por una declaración formal en el que ambas partes hagan oficial su acuerdo y su "responsabilidad solidaria de todo lo que puede derivar de esa instalación".

"Esto nos ahorrará ir al notario, con esto nos están quitando un mes, pero nada más", puntualiza León.

Para Antonio León la forma de agilizar los trámites para reducir estos plazos pasa por aceptar declaraciones responsables en todos los pasos: "Como yo tengo que cumplir el reglamento de baja o de alta tensión y con una serie de códigos técnicos, déjame construir y luego miras si he cumplido con los requisitos".

De una semana a dos meses para construir...

Tenemos ya la licencia y llega el momento de instalar el punto de recarga. "Si se trata de una instalación de baja tensión (potencia total instalada de hasta 100 kWh) está listo en una semana, de alta tensión (más de 100 kWh) necesito entre dos meses y dos meses y medio", explican desde Endesa.

Una vez construido toca legalizar. "En media tensión hay que volver a Industria a solicitar el alta de puesta en marcha, unos tres o cuatro meses", explica León que en este momento no se puede siquiera comprobar si los cargadores funcionan porque no están conectados a la red.

... y hasta tres años para operar

Este último trámite no se puede llevar a cabo hasta tener el permiso de puesta en marcha, pero tampoco es siempre inmediato. La compañía eléctrica comienza a solicitar los permisos para enchufar el cargador en el momento en que recibe la solicitud del operador del punto (al principio de todo el proceso) pero el OK para la conexión puede llegar ¡hasta tres años después!

Esta es la razón por la que, a día de hoy, Endesa tiene 4.300 puntos de recarga instalados pero solo el 80% están prestando servicio.