Los tres grandes peligros del calor para las baterías del coche

Encaramos la recta final del mes de mayo y ya queda menos de un mes para que empiece, oficialmente, el verano. Y, aunque las temperaturas y las últimas lluvias nos han dado un respiro, el calor se instalará en España durante los próximos tres meses. Así vamos a ver tres grandes peligros del calor para las baterías del coche.

La batería del coche es un elemento al que muchas veces no se le presta la atención que merece, hasta que falla y te deja tirado. Pero es una pieza más sensible de lo que creemos a los cambios de temperatura. 

Según un estudio de Mapfre realizado en 2019, la batería es la principal causa de avería en carretera, con un 53% del total de asistencias en carretera relacionadas con este problema. 

Otro estudio efectuado por le RACE señala que el 30% de las averías eléctricas (que suponen la mitad de las averías totales de un vehículo) están relacionadas con las baterías.

Normalmente, la vida útil de una batería del coche dura, aproximadamente, cuatro años, aunque puede varias, dependiendo de varios factores. Los vehículos equipados con sistema Start & Stop tienden a durar menos.

Pero las temperaturas extremas influyen en el rendimiento de las baterías y acortan su vida. No sólo el frío, también el calor incide en el funcionamiento de este elemento tan importante para el coche. A continuación, te decimos tres grandes peligros del calor para la batería.

Tres grandes peligros del calor para las baterías del coche: aceleración del desgaste

Tendemos a pensar que las baterías sólo sufren con el frío, pero el calor también afecta. La media de temperatura a la que debe de estar la batería de tu coche cuando está en circulación es de 25 grados. Por encima o por debajo de esa temperatura, la batería sufre.

Y está claro que, en verano, la mayoría de las provincias españolas registran temperaturas muy superiores a ese valor. Desde el punto de vista técnico, el calor genera una aceleración del desgaste al descomponerse más rápido las moléculas de azufre presentes en la misma. 

La autodescarga

Relacionado con el punto anterior, al descomponerse más rápido las moléculas de azufre, hace que el depósito de placas se incremente, perdiéndose progresivamente la gravedad específica de los electrolitos y acelerando su descarga. Las altas temperaturas conducen a la autodescarga, lo que hace que la batería envejezca más rápidamente. 

A esto hay que sumar que, en verano, solemos hacer desplazamientos más cortos, lo que somete las baterías a mayores exigencias sin apenas oportunidad para recargarse.

Pérdida de rendimiento en baterías nuevas

Hemos dicho antes que las baterías tienen una vida útil, de media, de cuatro años, aunque depende del uso que se haga del coche. Pero lo normal es que a partir de los cuatro años empiecen a dar fallos. 

Sin embargo, el calor afecta también a las baterías nuevas o que estén en perfecto estado, sobre todo, si se utiliza el coche de manera ocasional o con poca frecuencia. Así que conviene revisar su estado y el sistema de carga para evitar la aparición de fallos inesperados en el verano.