Logo Autobild.es

Toyota y Yamaha están desarrollando un motor V8 de hidrógeno

motor hidrogeno

Adapta un bloque ya conocido de Lexus. 

En plena transición hacia el coche eléctrico ya son varias las marcas que dudan de que los vehículos de baterías valgan como única solución de futuro. Toyota es una de ellas y, aunque está desarrollando varios BEV, también sigue al pie del cañón con el hidrógeno en varias formas, una de ellas para usarlo en motores de combustión.

En este proyecto no está sola, ya que se ha aliado con Yamaha para desarrollar un motor térmico que queme el hidrógeno. De hecho, ambas firmas no están solas, ya que el acuerdo de colaboración que ya firmaron hace un año también integra a otros tres actores: Subaru, Mazda y Kawasaki.

El objetivo es buscar nuevas alternativas al hidrógeno y es que, además de con pilas, que es la solución que ya utilizan modelos como el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo, se está trabajando en al viabilidad de transformar motores térmicos para que quemen hidrógeno, con lo que seguirían siendo de combustión, pero esta sería mucho más limpia.

La propia Toyota ya ha presentado avances considerables en el campo, llegando a presentar incluso un Corolla de competición con este tipo de mecánica y un GR Yaris con su bloque 1.6 turbo tricilíndrico transformado para quemar este combustible.

 

Este tipo de tecnología presenta tanto ventajas como inconvenientes, aunque en el cómputo global son mayores el número de pros, que el de contras.

A favor está el hecho de que adaptar motores térmicos al hidrógeno es más sencillo y barato que desarrollar bloques eléctricos, las sensaciones de conducción, que son las propias de un modelo tradicional y que, pese a ser de combustión, sus emisiones son muy bajas.

El hecho de que emita tanto NOx como CO2 juega en su contra, pero se han realizado cálculos y las emisiones contaminantes son una parte infinitesimal de las que tendría uno de combustión tradicional. Otra pega radica en la dificultad de almacenamiento del hidrógeno.

En esta tesitura, mientras Toyota desarrolla sus propulsores, ha encargado a Yamaha adaptar el motor V8 5.0 de Lexus, que han utilizado modelos como los Lexus LC 500 y Lexus RC F, al hidrógeno. Se necesitan modificaciones en múltiples elementos (colector de admisión, culatas, inyectores…), pero el objetivo es que alcance 450 CV y 540 Nm.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.