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Tesla Semi: ¿de verdad alguien se va a comprar el camión de Tesla?

Camión Tesla Semi
Tesla quiere revolucionar el transporte de mercancías con su Tesla Semi pero, ¿de verdad este es un mercado apropiado para la compañía?

Tesla vende. Punto. No hay más. Como Apple. Apple vende, da igual el producto que sea. Su imagen está consolidada, sus productos son buenos y sus fans se cuentan por legiones. Elon Musk ha conseguido lo mismo con su compañía: conseguir que la marca se haya convertido en un objeto de deseo en sí misma. ¿Otros fabricantes producen eléctricos? Por su puesto, pero no son Tesla. A un aficionado al motor quizá le parezca un argumento erróneo a la hora de comprar un vehículo, pero parémonos a pensarlo y veremos que mucha gente (en este y otros ámbitos) actúa así. Lógicamente, tras el éxito de Model S y Model X, seguido por el circo que se creó con el Model 3, el empresario consideró el momento oportuno para seguir ampliando negocio. ¿Las vías? Un renacido Roadster y el Tesla Semi.

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Del descapotable no vamos a hablar, puesto que vamos a oír de él hasta cansarnos y porque, sinceramente, la marca sabe lo que se hace y, cuando se ponga a la venta, la gente se va a pegar por adquirirlo. El caso al que hay que prestar atención es al del camión o, mejor dicho, la cabeza tractora. Es un claro ejemplo de ampliación y diversificación de cartera de productos, pero es inevitable hacerse unas cuantas preguntas al respecto.

¿Es un mercado dónde se puede ganar dinero?

La primera es básica: ¿es un mercado apropiado para expandirse? Hablamos de vehículos, pero poco tiene que ver el transporte de personas con el de mercancías. Las necesidades, objetivos y aspectos que se valoran en una y otra categoría son bastante diferentes. En este punto hay que romper una lanza a favor de Tesla, que ha hecho los deberes para ofrecer un camión que responda a lo que se espera de él.

El camión eléctrico de Tesla ya tiene precio

Así, el hecho de ser eléctrico hace que no contamine, lo que es un punto a favor, pero también significa que ofrece una alternativa más económica al empleo de combustible tradicional, cifrando la propia marca en 200.000 dólares el ahorro que supondrá su uso. Como es lógico, otro factor clave es el alcance que tenga el modelo, algo que cobra incluso más importancia al tratarse de un vehículo de cero emisiones. La marca ofrece dos alternativas, una con 480 kilómetros de autonomía para trayectos medios/largos y otra con 800 kilómetros, pensada para trayectos de largo recorrido. Esta última permitirá, además, ampliar en 600 kilómetros el alcance solo con recargar 30 minutos sus baterías.

Brutal capacidad de arrastre

Seguimos con datos que ha ofrecido la marca sobre el modelo: tiene una capacidad de arrastre de hasta 36 toneladas, con la que acelera de 0 a 100 km/h en 30 segundos mientras que si va la cabeza tractora suelta, los cuatro motores son capaces de cubrir la distancia en solo cinco segundos. Las prestaciones no son un aspecto clave en este tipo de transporte, pero nunca está de más tener buenos resultados en este aspecto.

Con todo ello, para que Musk ha hecho los deberes con su Tesla Semi y que parece un mercado tan bueno como otro para buscar beneficios pero, a pesar de ello, es inevitable tener otra duda: ¿de verdad alguien se lo va a comprar?

Es algo en lo que conviene reflexionar. Parte de la “gracia” de tener un Tesla es precisamente que sea un Tesla, la marca tiene un halo característico de vehículo premium, limpio, tecnológico… de estar a la última. Lleva asociada una imagen de prestigio que hace que sea un valor añadido para cualquiera que adquiera uno de sus coches. La cuestión aquí es, ¿se puede aplicar esto al caso de la cabeza tractora? La respuesta es obviamente que no.

Nikola One y Nikola Two: en 2021

El cliente objetivo es totalmente distinto. Quien se compra un camión no lo hace por imagen, lo hace por necesidad, por trabajo, como profesional. Que aparezca el logo de la empresa en el capó no le aporta ningún beneficio, poca gente (o ninguna) se va a girar por la calle para decir “mira, lleva un camión Tesla” y, aunque lo hicieran, a quien vaya al volante no le va a importar. De hecho, que figure Tesla en el frontal si tiene una consecuencia directa y no necesariamente positiva: el precio.

El precio del Tesla Semi

La compañía ya ha anunciado los precios de sus criaturas: 150.000 dólares (126.000 euros) para el modelo con menos autonomía y 180.000 dólares (150.000 euros) para el de mayor. Resulta complicado establecer comparativas ya que es un mercado que está muy verde, con modelos que no verán la luz hasta dentro de un tiempo y como único dato sólido el del Nikola One, que no se venderá sino que se ofrecerá en formato de leasing con una cuota mensual de entre 5.000 y 7.000 dólares que incluirá el acceso a la red de puntos de recarga.

No, el primer camión eléctrico no es de Tesla

El hecho es que el Tesla Semi va a ser más caro que sus contrapartidas diesel, lo que se podrá permitir porque su naturaleza eléctrica conlleva ahorros de otro tipo (respostajes, por ejemplo), pero también en casi seguro que también será más caro que los eléctricos que saquen al mercado otras marcas. ¿Y quién estará dispuesto a pagar este sobreprecio? Empresas que busquen asociar su imagen a los valores y el éxito que desprende Tesla. Y es que ahí es precisamente donde va a estar el negocio: en acuerdos que pueda cerrar la compañía para abastecer las flotas de otras entidades.

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